Entre El Cielo y El Infierno - Sublime Amor [Temp. 3]

Capítulo 16: Las dos caras de la moneda

- Jajajaja jajajaja.. - una risa más que escandalosa y triunfante se escuchaba cada vez más cerca, cuando de pronto la puerta fue abierta de forma abrupta.

- ¡Mi querido Donghaeee! ahí estás.. jajajaja jajajaja - dijo divertido el recién llegado. Pero el castaño no respondió nada, sólo protegió con sus brazos su pancita, dándole una mirada de odio al intruso.

- ¿No me vas a preguntar el porque vengo tan feliz? - dijo cínico Hangen, pero luego de unos segundos de silencio optó por continuar con su monólogo.

- Lo altanero no se te quita ni estando encerrado aquí, pero en fin, igual te lo voy a contar. Verás.. debido a que ya tienes buen rato de no aparecerte por las oficinas de la milicia y encima dejaste botado tu cargo de Jefe de Operaciones Especiales.. ¿qué crees?.. - le dijo burlón y con una gran sonrisa en el rostro - .. hoy me acaban de subir de nivel, y ya no me regresarán a China como tu querido jefe Kangin lo había solicitado.. - dijo fingiendo una voz de tristeza para luego volver a sonreír.

- Veo que conseguiste lo que tanto querías Hangen, ahora hazme el favor y lárgate de aquí. Si Luran te encuentra acá, créeme saldrás con un tiro en la cabeza y ni tu felicidad podrá salvarte - le dijo el castaño de forma mordaz.

Hangen al oír ésto, estalló en carcajadas, muy divertido.

- ¿Crees que esa loca tan siquiera podrá agarrar su arma si yo estoy frente a ella? Por favor Donghae.. - se acercó peligrosamente hacia la cama dónde se hallaba el castaño - .. puedo incluso someterla en mi cama, y créeme lo único que va a tener es mi pene dentro de ella y unas corridas grandiosas que la muy perra pedirá por más -

- Eres un maldito cerdo, lárgate Hangen. No creas que porque estoy embarazado no puedo defenderme. ¡Lárgate! - le gritó con odio el castaño pero en ese mismo instante un dolor punzante atravesó su cabeza.

Hangen sólo disfrutó viendo sufrir al castaño que ahora se agarraba la cabeza con ambas manos. Minutos después salió de aquel lugar.

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En otro lado

- ¡MALDITA SEA! ¡ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO! - un sonido seco se escuchó en toda la casa.

De pronto unos pasos corriendo por el pasillo se escucharon, hasta que la puerta del despacho fue abierta.

- Kangin.. mi amor.. ¿qué sucede? ¿estás bien? - preguntó su esposo con evidente preocupación.

- Me acaban de informar que Hangen es el nuevo Jefe de Operaciones Especiales.. ese imbécil.. ¡ese maldito hijo de puta! - dicho esto, tomó su copa que se hallaba sobre su escritorio y lo aventó contra la pared contraria, asustando a su esposo en el acto, pues nunca lo había visto en ese estado.

- ¡Kangin cálmate! No vas a conseguir nada si te pones así de furioso, primero tienes que calmarte... escúchame, aún si Hangen es el nuevo jefe de operaciones especiales, tú sigues siendo su jefe y él no puede actuar sólo por su cuenta porque sabe que tendrías las armas para que el puesto le dure 1 día -

- Le fallé a Donghae.. le fallé.. - Kangin se sentía mal y muy triste por dentro. Es cierto que estaba furioso, pero también es cierto lo que su esposo le decía, él seguía siendo el jefe de Hangen, así que haría todo lo posible por quitarlo de ese puesto, si bien es cierto eso estaba mal e iba en contra de su ética profesional, pero con Hangen haría una excepción, haría lo que fuera por quitarlo del puesto que le corresponde a Donghae por derecho.

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Departamento de Donghae

- Papi más choco -