Capítulo 4

1.1K 38 0
                                    

Al llegar a la puerta de mi casa, esperaba que no había nadie vi la hora en mi celular y eran las 11:15am suspire porque sabía que Amalia estaba a esta hora en su trabajo y bueno llego la hora estaba nerviosa pero lo hare ya de tanto rodeo para abrir la puerta de la casa lo hice... bien, ahora falta la parte más difícil...Decirles a Juan y Amalia que quiero volver a Canadá o escapar e irme de aquí...

-Al fin llegas cariño, ya me tenías preocupado- Dijo Juan sentado en el sofá

-Hola Juan, es que necesitaba hacer unas cosas- Dije nerviosa y camine lo más rápido para llegar a mi habitación pero Juan se dio cuenta que me pasaba algo y me siguió... era como una carrera hasta mi habitación, si el me lograra alcanzar tenía que explicarle todo, él se detuvo a recoger algo del suelo dándome ventaja de llegar más rápido... Al llegar cerré la puerta...-¡Gane!- Dije en un respiro.

-Cariño, ¿Sucede algo?-Dijo tocando la puerta

-No... No Juan, tranquilo estoy bien- Dije nerviosa.

-¿Suenas nerviosa, que pasa?-Pregunto el un poco alterado

-Nada Juan nada-Dije

-Me estoy molestando _____ - dijo el – ábreme - Dijo en un suspiro.

-Mierda- Susurre para que no escuchara y le abrí la puerta y me senté en la cama

-Ahora cuéntame, ¿Qué es esto?- Dijo, mostrándome la foto... mierda la foto eso era lo que estaba recogiendo. Me regaño mi conciencia

-Una foto- dije, el me miro serio – Ok, esos son mis antiguos amigos- suspire, él sonrió

-¿Los de Canadá?- Pregunto sentándose a mi lado, yo asentí - ¿Los extrañas?

-Mucho...-Sonreí triste – en estos momentos me siento tan sola – dije triste él se quedó pensativo

-¿Sola?-Dije yo asentí - ¿Y qué hay de Emily? – pregunto yo reí sin ganas - _____ ¿Qué paso?- pregunto

-Mira esto – Dije sacándome la carta del bolsillo y se la entregue, el me miraba sin entender –Léela, así sabrás que me pasa – el empezó a leerla

-¿Por qué hizo eso?- pregunto confundido yo alce los hombros – ¿Cómo te puede hacer esto? Ella me va a oír – Dijo alzando una ceja

-No- susurre- ella lo quiere así, así será- Dije

-No mereces que ella te haga esto...

-ella no merece que me interponga en su camino- Dije en un suspiro

-La lealtad es primero – Dijo mirando de nuevo la carta

-Ella eligió esto- Dije mirando la nada

-Bueno como sea, eres igual que tu madre- Dijo, yo suspire-Nunca quieren perder...-Dijo con una expresión de derrotado yo reí

-Gracias...-Susurre

-Eres como mi hija, nunca te dejare sola – Dijo dándome un beso en la frente

Sentí como se alejaba de mi habitación, fui a darme una ducha, mire el reloj; eran las 12:36pm tenía hambre así que baje para prepararme algo de comer, estaba bajando las escalares y vi a Amalia y a Juan hablando en el despacho no le di mucha importancia y entre a la cocina, me prepare espaguetis, me senté en el comedor y comencé a comer... Ya al terminar subí de nuevo a mi habitación, estaba cansada este día no eran unos de los buenos y no tenía ánimos de salir de mi casa así que me recosté en la cama, cerré los ojos y caí en un profundo sueño... Este día fue uno de los más largos que he tenido...

(...)

Unos fuertes golpes en la puerta me despertaron, mire la hora en mi celular y eran las 5:45pm ¿Cómo es que dormí tanto?...

-¿Quién es?- Murmure .Aun no paraban los golpes

-Soy yo- Dijo esa voz al otro lado de la puerta yo rodee los ojos, aunque no le veía la cara sabía perfectamente de quien se trataba.

-¿Quién es yo? – Pregunte burlona

-Hija, ¿puedo entrar?- Pregunto ella, me extraño esa pregunta... ella normalmente entra a mi habitación sin permiso

-Emm... Supongo que si- Respondí dudosa –Pero no quiero pelear, no estoy en ánimos- Advertí

-Vengo en son de paz- Dijo abriendo la puerta y sentándose en la cama, yo solo la observaba- Juan, me conto lo que sucedió con Emily – Dijo, yo suspire, este Juan no se guarda nada – Lo siento mi niña-Dijo triste yo la mire confundida

-¿Por... Porque lo sientes?- Dije

-Por todo, por mi culpa te sientes sola, tu no mereces esto- Dijo limpiándose sus lágrimas yo me acomode para estar a su lado.

-Oh, no te debes sentir así – Dije limpiándole las lágrimas –No te preocupes – La mire a los ojos – Lo que sucedió con Emily ella lo quiso así- Dije ella sonrió triste

-Perdóname hija, por todo lo malo que te hice – Susurro yo sonríe

-Te perdono – Dije dándole un beso en la mejilla

-Oh... se me olvidaba – Dijo buscando algo en su bolsillo yo reí – te tengo que dar algo – Dijo entregándome un pequeño sobre

-¿Un sobre?- Pregunte confundida -¿Para qué?-Dije, ella rio

-Ábrelo-Dijo, yo obedecí

-¿Dinero?.. ¿Para qué?-Pregunte abriendo los ojos como platos

-Lo necesitaras...- Dijo con una sonrisa – Se cuánto extrañas a tus viejos amigos – Dijo, yo sonreí ya se lo que me venía –Quiero que vuelvas a Canadá y no te preocupes por tu papa, él no sabe nada pero Juan y yo te cubriremos... Podrás estar tranquila – Me explico, sentí como mi corazón se empezaba a acelerar, la abrase muy fuerte.

-Gracias... Gracias, no sabes lo feliz que estoy mamá... Te amo – Sentí una lagrima de parte de ella se derramo por mi hombro yo sonreí

-Yo también te amo hija...-Dijo besando mi frente -Y me alegra que estés feliz, bueno sería mejor que empezaras a empacar que yo voy a comprar unas cosas que seguro necesitaras – Dijo abriendo la puerta para irse.

A veces perdonamos a las personas simplemente porque todavía las queremos en nuestras vidas... Bueno lo mejor es que voy a volver a Canadá... ¡Que emoción!... Ahora me pregunto ¿Cómo se sentirán ellos al verme de nuevo?...

Al terminar de empacar, me recosté en mi cama y empecé a recordar todo mi pasado...

Tú - Justin Bieber y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora