Tú - Justin Bieber y tú.

Capítulo 27

(Narra Caitlin)

Cuando entre a la habitación donde se encontraba el padre de mi mejor amiga lo encontré hay acostado en la cama con muchos aparatos, David siempre me trato como un padre y verlo así me duele...

-Pensé que no querías verme- dijo con dificultad al verme yo me acerque.

-Pues aquí estoy- sonreí, estuvimos hablando por unos minutos cuando él me pidió algo....

-Cait, lo siento...-dijo con lágrimas en los ojos

-Yo no soy la persona que le tienes que pedir perdón David- confesé él sonrió

-Lo sé...-asintió triste

-¿Por qué odias a Justin?- pregunte de repente

-Yo no lo odio- alce una ceja, si claro el no lo odia y yo soy Beyonce –Bueno, solo quiero que _____ sea feliz-

-¿Y crees que no es feliz?- dije

-Se que no es feliz...-

-Pues estas equivocado y disculpa como te lo diga- suspiro- Pero _____ era muy feliz alado de nosotros, siempre reía, sonreía hasta que la separaste de nosotros, pude notar como se divertía desde el primer día en que llego aquí- dije, el agacho la mirada.

-Lo siento...-se disculpo

-No, no lo sientas...Mira lo que lograste- alce los brazos, odio hacer que se sienta mal pero es verdad- ¡Gracias a ti; _____ esta grave no ha despertado y quién sabe si despertara David!- no aguante más y rompí en llanto.

-¡Dame un papel y un lápiz!- me ordeno, se lo pase y empezó a escribir, podía ver sus lágrimas derramarse en sus mejillas.

-Solo quiero que reacciones y que dejes a _____ ser feliz- susurre cuando termino de escribir me entrego el papel...

-Cuando _____ despierte, dale esta pequeña carta y dile que la amo mucho y que lo siento por todo el daño que le hic...- no pudo terminar cuando cerró los ojos y las maquinas empezó a sonar de una manera diferente la máquina que media los latidos de su corazón ya no era el mismo. A los segundos entraron doctores y enfermeros y lo revisaron, uno de ellos me miro con pena se acercó...

-Lo siento, pero no podemos hacer nada...-dijo el enfermero que se me acerco yo me tape la boca con la mano y Salí de ahí. Siempre lo recordare y estaré agradecida por cómo me trataba... Cuando llegue a donde estaban los demás, les conté lo que sucedió todos pusieron cara de pavor, todavía tenía la carta que me había dado y tengo una misión que cumplir....

(Narra _____)

-Mi niña, ya es hora de irte-

-No abuelo, quiero quedarme aquí contigo...- mis lágrimas volvieron a salir

-Qué más quisiera, pero tienes una larga y hermosa vida que vivir- dijo besando mi nariz como siempre lo hacía- Además hay personas que te necesitan en sus vidas-

-Claro que no- negué – mi mamá tiene a Juan y seguro pronto tendrán un bebé.

-y ¿Quién ha dicho que me refiero a ellos?- sonrió completamente

-¿Entonces a quien te refieres?- pregunte sin entender

-Cuando abras tus ojos, veras a quien me refiero- beso por última vez mis mejillas y me abrazo- Te amo princesa...- Esas fueron las últimas palabras que dijo cuándo una luz blanca me segó la vista y mis ojos empezaron a oír ruidos como de aparatos...

No podía abrir los ojos, pero sentía a alguien hablar...

(Narra Justin)

Antes de entrar a la habitación me dieron una bata, un cubre boca y unos guantes. Cuando estuve listo la chica me abrió la puerta para pasar. Joder esta no es mi _____.

Estaba acostada con los ojos cerrados conectada a miles de cables que tomaban su pulso, una mascarilla para el oxígeno y unas bosas con suero y medicamentos que le pasaban por las venas. Su expresión era tranquila parecía un ángel.

-Hola linda- me acerque más le quite la mascarilla bese sus labios cortamente y se la volví a poner.

-Sabes, en estos momentos deseo que esos ojitos que me enamoraron desde la primera vez que te vi me miren- jale una silla para sentarme cerca de ella -¿Te confieso algo? Cuando éramos muy pequeños, tendríamos como 5 años o no sé- suspire al recordar – tú estabas jugando con unas muñecas con Caitlin y a mí no me ponías atención- reí- Confieso que estaba celoso pero bueno éramos niños, le dije a Christian que te distrajera pero el muy tonto busco un tobo con agua y te mojo – reí al recordar ese momento- entonces empezaste a correr atrás de él toda mojada, yo aproveche y agarre una de tus muñecas y no sé pero se le cayó la cabeza –alce los hombros- está bien yo se la quite. En ese momento llegaste y me dijiste – ¡estúpido dañaste mi muñeca!- imite su voz –Bueno, y ¿te acuerdas la vez? que teníamos como 13 años, todos estábamos viendo una película y esa araña que conseguiste en las palomitas- suspire- era de juguete, pero hice eso porque tu no me querías dar – me defendí- Te molestaba solo porque siempre me has gustado y cada vez que te hacia llorar me maldecía mil veces por hacerte daño, me sentía el estúpido más estúpido de los estúpidos en el mundo de los estúpidos, bueno ya exagere, pero es verdad- bese sus manos.

-¿Justin?- me pregunto, rápidamente alce mi cara. Les puedo jurar que casi me voy de nalgas, estaba despierta- ¿Justin eres tú?- su voz estaba débil