Capitulo 3

507 61 11
                                    

Lucia Sanders

Los niveles de estrés que sentía eran elevados, mi curriculum no era el mejor, no tenía carta de recomendación y mucho menos idea de que hacía yo en uno de los estudios más famosos del país, sus arquitectos eran buenos, reconocidos por su excelente trabajo y yo apenas y estaba en la universidad. Analice mi atuendo que obviamente no lo escogí yo si no Alexander con la excusa de que él sabía más de moda y que no iba a permitir que su mejor amiga anduviera con arapos, había escogido una pantalón de vestir azul oscuro, con una camisa blanca manga larga y unos mocasines a juego, elegante me sentía bien con ello, al menos si no me aceptaban había logrado tener ropa decente y no solo un conjunto si no 7 con la excusa de que nunca me regalaban nada para mi cumpleaños y que lo merecía, así que dejé mi orgullo al lado y lo acepté. Con el tiempo comprendí que no todas las persona te ayudan sin recibir algo a cambio, pero confiaba en Alex y Javier.

-Buen día, ¿En qué puedo ayudarlos?- dice la recepcionista una joven de tez blanca y cabello dorado era bastante amable.

-Buen día señorita, venimos a una entrevista de trabajo, se encuentra el Arquitecto Howard- dijo Alex sin una pizca de nerviosismo

-Claro, acompáñenme en un momento los atenderá- dijo la mujer retirándose a una gran oficina, el estudio era bonito y lujoso, un edificio con 20 pisos, pero bueno que podría esperar de un lugar de élite con gente de dinero, personas a la cual yo no pertenezco y además...

-señorita puede pasar- genial mis pensamientos fueron interrumpidos justo a tiempo.

-Suerte- me dijo Alex

-Oye y tú porque no estás nervioso-susurré para no nos escucharan

-Cariño yo ya estoy dentro, ahora ve y lúcete no me hagas quedar mal- sentí ganas de matarlo, claro él pertenecía aquí era sobrino del dueño.

Lo miré con mi mejor cara de indignación y caminé hacia la oficina, toqué la puerta y luego de escuchar un Adelante crucé la puerta para encontrarme con el Arquitecto, un hombre mayor como de unos 60 años, daba la impresión de ser santa claus con esa barba blanca y esa enorme barriga.

-Buenas tardes, tu deber de ser Lucia, Alexander me habló de ti- dijo extendiendo su mano

-Buenas tardes señor Howard, un gusto- dije estrechando su mano

-No, llámame Alejandro, mi nombre es Alejandro Howard, bienvenido Lucia- dijo sonriendo y me hizo seña para que tome asiento frente a su escritorio. Parecía honestamente feliz, lo cual también me pareció raro aunque era bonito ser recibida así.

-Bien Lucia o tengo que decir Arquitecta Sanders- que me llamará así hizo que mi corazón diera un vuelco, se escuchaba tan bien que sonreí - estoy impresionado no todos los días vienen aquí mentes jóvenes con tu talento, seré breve quiero que trabajes con nosotros, tu salario y prestaciones se harán envase al tiempo que trabajes aquí ya que como se aún tienes que recibir clases en la universidad para poder graduarte, tienes 3 meses para demostrar que tienes lo necesario para trabajar en Architects Howard&Brooks y luego de tu graduación firmar un nuevo contrato con tu nuevo salario y demás beneficios. Serás aprendiz de una de mis mejores Arquitecta su nombre es Alexa Howard y es mi hija.

-Su hija- porque tendría que trabajar con su hija, prácticamente con la heredera de todo un imperio y qué edad tenía, posiblemente unos 40.

-Si mi hija, hay un gran proyecto en puerta y no podemos hacerlo solos, tú y Alexander serán los encargos de apoyarla, estoy seguro que serán un buen equipo, además tu estilo para diseñar es fresco y original justo lo que necesitamos, qué dices Lucia, aceptas?- Juro que me daban ganas de preguntarle si estaba en la lista de los niños malos o no

-Acepto- dije sin más estrechando nuevamente su mano, no sabía en qué me estaba metiendo pero ya estaba hecho-aquí tienes- dijo extendiendo el contrato que leí detenidamente y finalmente firme.

-comienzas mañana a las 8 am, pero si puedes venir antes mejor, así conoces las instalaciones y tu nueva oficina- este hombre dijo oficina, tendré oficina, definitivamente era Santa.

-Gracias señor, me retiro-sentía que no podía de la felicidad- Adiós Arquitecta Sanders- dijo sonriendo otra vez.

Camine directo a recepción donde Alexander esperaba por mí

-Y como te fue- preguntó y hice la mejor actuación fingiendo llorar- Qué, qué pasó no me digas que no, espera aquí, no voy a permitir que dejen ir a mi bebé como si nada- lo sujete del cuello de la camisa y lo bese- estoy dentro, me contrataron- se soltó de mí y comenzó a limpiarse los labios- que asco Lucia- dijo simulando una arcada y luego dijo- espera entraste, lo sabía, lo sabía, te lo dije, estoy tan feliz, felicidades te lo mereces- dijo mientras me abrazabas- quieres ir a cenar con nosotros- preguntó y la verdad no me apetecía ser mal tercio- no, no en la próxima, tengo que ir a ver a Louis e ir a la panadería para renunciar correctamente.

Caminamos afuera del edificio, donde Javier ya estaba esperando a su novio.

-Adiós chicos, disfruten su noche- le di un beso en la mejilla a ambos y me fue de ahí.

No podía creerlo por fin estaba pasando algo bueno en mi vida. Louis ya estaba esperando por mí en la cocina.

-Hola cariño mío, cómo te sientes- pregunté como si la pequeña gata fuera a responderme-me alegra, que crees tu mamá consiguió un nuevo trabajo, podré darte una vida mejor, quizás comprar una cama para ambos, cambiar tu alimentación, esterilizarte y también comprar una tele, que te parece. Oye no me ignores- dije cuando vi que no le interesó, creo que tengo que conseguir amigos, amigos de mi especie pensé para mi misma.

Entre planos y suspirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora