Capitulo 16

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Alexa Howard

Al llegar a casa una idea cruzó por mi mente, pero no quería incomodar a Lucía, era mejor abstenerme de dicha fantasía.

-Lucía te gustaría ir a living..-pregunté, pues había una hermosa chimenea, y sabía que al encenderla el ambiente se haría más tranquilizante. Al llegar le pedí ayuda a Lucía para mover un poco el sofá y poder sentarnos en la alfombra cerca del fuego.

-Vienes aquí muy seguro- preguntó viendo como la leña se estaba consumiendo dándonos calor.

-No la verdad eres a la primera persona que traigo aquí, ni mis padres conocen este lugar, adquirí la casa hace 2 años, vengo solo cuando necesito tomar un respiro y poder alejarme de todo- confieso

-Me alegra poder ser parte de esto, que compartas conmigo una parte de tu vida-volteo a verme y sin más me acerqué a sus labios.

Sabía lo que quería, deseaba a Lucía como un sediento buscando agua en el desierto, pero jamás haría algo en contra de lo que ella quisiera, el beso se tornó húmedo y apasionado, ella succionaba mis labios y dejaba pequeñas mordidas que me ponían a mil.

La acerque para poder tomarla por su cintura y que se acomodara sobre mi dejando sus piernas en cada costado y volvimos a besarnos con desespero, bajé mis manos hacia su espalda baja casi tocando su trasero, pero sin querer ser muy invasiva y ella rodeó mi cuello.

Mi corazón comenzó a bombear sangre como si hubiese corrido un maratón, los latidos casi revientan mi pecho, a mis pulmones se les olvidó como funcionar y procesar oxígeno. Estaba sonrojada, extremadamente roja podía sentir mis mejillas arder y si hay una palabra más profunda para explicar el nerviosismo que sentía, seria ansiedad, miedo a equivocarme, hacer algo que no le guste o incluso lastimarla.

Bajo sus manos hacia los botones de mi camisa..¡Dios santo! Me quedé sin saber qué hacer, cuando sentí que comenzó a bajar la camisa por mis hombros, y empezó a descender dejando besos en mi barbilla para apoderarse de mi cuello...se suponía que era yo la de la iniciativa quien quería apoderme de su cuerpo pero ahora es ella quien está al mando. Sentía como dejaba pequeños rastros de saliva sobre mis hombros y el inicio de mis pechos, comencé a sentir cosquillas en mi vientre y el exceso de ropa estaba comenzado a estorbar.

-Lucia...-la llamo entre jadeos-estás segura?- quiero que se sienta bien y segura.

-Si..también lo deseo...es solo que yo solo estuve con una persona una vez y no tengo la experiencia que tú seguro tienes y eso me pone un tanto nerviosa -confesó

Sonreí en respuesta-También es mi primera vez con una mujer, e igual estoy nerviosa porque esa mujer eres tú, quiero entregarme a ti, como también quiero que tú lo hagas, permitirme quererte Lucia, permite entrar en tu vida, ser mejor por ti y por mí-dije acariciando su mejilla- si tú estás segura de continuar toma todo de mí mi cielo, porque yo pienso hacerlo mismo.

Volvimos a besarnos, esta vez soy yo quien comienzo a sacar su camisa, rozando su espalda haciéndome sentir como su cuerpo comienza a tensarse y sus bellos se erizan, quiero ser cuidadosa, hacerlo lento, protegerla.

Siento como Lucía hace presión a mi cuerpo para comenzar a recostarme sobre la alfombra.

-Se mi guía Ale- susurró con su voz entre cortada en mi oído- enséñame a navegar por tu cuerpo, necesito explorar cada parte de tu ser, necesito saciarme de ti- dijo esto chupando lentamente el lóbulo de su oreja.

¡Jesús! Su mano bajó hacia el cierre de mi pantalón, solo pude tragar grueso y asentir en respuesta, Lucia tendría el control primero.

Lucía Sanders

Sabía que ser yo quien tomara el control podía resultar en un desastres, pues mi única experiencia sexual se basaba en una noche incómoda con un chico en una fiesta, pero me dejaría llevar intentado hacer lo mejor, no soy una santa sé que cómo funciona estar con otra mujer, lo que me falta es la práctica.

Cuando comencé a bajar el pantalón de Alexa, me puse muy nerviosa, así que subí a sus labios para besarlos suavemente, tenía una de mis manos apoyada sobre la alfombra para no dejar caer mi peso sobre ella y con la otra comencé hacer pequeñas caricias sobre sus brazos para ir subiendo, mi principal objetivo sería quitar su sostén, empece a bajar mi boca sobre su cuello y rápidamente entendí que era un punto débil para ella pues comenzó a jadear.

-mmm-se quejo cuando mordí su hombro desnudo, abriendo camino con mi mano hacia su espalda para poder llegar la broche de su sostén, una vez lo logré comencé a sacarlo dejando su pechos al descubierto.

Eran perfectos, un poco más pequeños que los míos pero mi mano lograba tomarlos a la perfección, comencé a bajar más rápido para poder llegar a ello tocándolos solamente con la superficie de mi dedo al rededor de su pezón.

Me sentía rara, deseosa y exitada por primera vez, ver a Alexa de esta forma tan entregada y dispuesta solo para mí, me encendía.

Bajé mi boca para poder tomarlo como si fuera el helado de fresa más deliciosos que había comido en mi vida, mi lengua hacia círculos y mis dientes dejan pequeñas marcas, hoy no me importa si me convertía en una descarada, al menos que ella me frenara no iba a detenerme , sus jadeos y suspiros me hacen saber que voy por buen camino.

Comience a descender hacia abajo dejando besos húmedos, Alexa tiene un lunar cerca de su ombligo, no es muy grande ni muy pequeño, pero sin duda se le ve extremadamente sexy.

-Ah...-gime cuando siente que estoy tocando los bordes de su ropa interior.

No quiero hacerla esperar la necesito ya, si lo hago bien o mal no se, pero es lo que quiero. Comiendo acariciar sus muslos, arañándolos un poco, para comenzar a besarlos, tomo con mi dientes sus bragas y comiendo a bajarlas. ¡Cielo Santísimo! Ver el líquido brilloso que sobre sale de su entrepierna me hace sentir un calor apoderarse de mi cuerpo, creo que no solo mi ropa interior está hecha un desastre también lo están mis pantalones.

Acercó mi boca hacia su mojada vagina, es un sabor que no puedo describir, mi lengua hacía movimientos lentos abriendo sus labios.

-Lu..mmmm...sigue- dijo en hilo de voz- sigue cielo.

No espere más y comencé a tomarla con mi boca, solo guiándome por sus jadeos y gemidos, se sentía tan bien saber que se estaba retorciendo de placer por mí y para mí, no era una persona codiciosa pues nunca había tenido nada valioso después de lo que pase, pero tener a la Arquitecta aclamado mi nombre era algo que sin duda quería poseer, adueñarme de ella y tenerla solo para mí.

-Cielo más rápido-pidió, sus respiración se volvió más errática, pude observar como su pelvis bajaba y subía más rápido, llegaría pronto y no iba a negárselo, apresure los movimientos de mi lengua, haciendo masaje sobre su clítoris con mis dedos, sus piernas comenzaban a tensarse alcanzado su liberación después de unos minutos.

-Dios Lucia...que me hicistes- pregunta aún con la respiración entrecortada.

Y yo solo puede apreciar como salían los fluidos de su cuerpo, paso mi lengua con mucho cuidado, y subo para llegar a sus labio, besándola de forma salvaje, sin límites, hoy no existe Lucía Sanders solo una nueva adicta, una dicta al cuerpo celestial de una mujer, la mismísima Arquitecta Alexa Howard.

Entre planos y suspirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora