Capitulo 10

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Lucia Sanders

No podía creer lo que había salido de mi boca, pero verla y sentirla tan cerca de mi, no pude contratarla mis pensamientos y mi boca  fue más rápida. Tenía que decírselo ya era una necesidad.

No dijo nada, creo que mal interprete las situaciones ella no sentía nada y ahora la vergüenza podía más que yo, las cosas se volverían incómodas y yo...

-También me gustas Lucia, incluso desde antes de conocerte-abrí mis ojos, ella también siente algo por mí.

No puedo creerlo, también le gusto!!! ¡Dios!

-Que sigue ahora?- pregunte con algo de miedo

Poco a poco ella se fue acercando hasta rosar suavemente nuestros labios, fue un rose débil y nervioso departe de ambas, pero luego Alexa subió su mano a mi cuello juntando nuestros cuerpos aún más y nuestros labios.
Fue un beso inexperto y lento hasta que nuestras bocas lograron fusionarse un beso dulce e inocente. No sabía que había deseado tanto besarla y cuánto necesitaba este momento.

Alexa Howard

Besar a esta mujer no se comparaba con ningún otro beso de mi pasado. Es que no me atrevo siquiera a comparar besar aún hombre como besarla a ella, sus labios eran suaves y dulces si así se se siente estar en el cielo sin duda yo ya estoy en el.
No quería apartar mis labios de los de ella, los saboreaba con tanto afán, como si en este momento mi vida dependiera de estar en contacto con la mujer que quitaba mi tranquilidad desde la primera vez que la vi. Fue Lucía quien intensificó el beso volviéndolo apasionado y exigente, bajé mis manos a su cintura y ella enredó su manos en mi cuello. Maldita sea porque respirar tiene que ser necesario en este momento, la falta de oxígeno sin duda es mi peor enemigo.

Al separarnos comencé a sonreír, juntamos nuestras frentes, si esto era un sueño no quería que nadie me despertara.

-Qué sigue ahora?- volvió a preguntar con la voz entre cortada por la falta de aire

-Me gustas Lucía, quiero hacer la cosas bien, quiero conocerte, pasar tiempo contigo y ver que pasa más adelante, ¿te gustaría salir conmigo? Podemos ir a cenar o solo dar un paseo, pero si no quiere yo puedo...-

-¡NO!-Exclamo callando lo que estaba diciendo- me gustaría salir contigo, puedes después del trabajo?.

-Claro que sí, paso por ti luego-con mucho pesar tuve que separarme de ella, pero no sin antes robarle otro beso, sin duda valió la pena esperar.

Mi día no podía ser mejor, habíamos logrado cerrar un gran contrato, había besado a la chica de mis sueños y ahora saldría con ella.

Alexa Howard

Al salir del trabajo, Lucía me estaba esperando fuera de la empresa

-Nos vemos-dije tomándola por sorpresa.

-Claro que sí, que te parece si vamos a caminar un poco-propuso

-y si mejor vamos por algo de comer, quiero llevarte a conocer un lugar.

-iría donde fuera si es con usted Arquitecta-dijo sonriendo, en definitiva !Alexa Howard estás enamorada¡ pensé para mi misma.

Luego de pasar por comida rápida, subimos a mi auto y conduje por la ciudad hasta llevarla donde quería, casi nadie venía aquí por la distancia,,era un claro donde se podía ver la luces de la ciudad y las estrellas.

-Te gusta?-dije al ver como contemplaba las luces que se hallaban en el cielo.

Ella solo asintió aún viendo hacia arriba.

-Sube, comamos un poco- le dije haciendo referencia al cobre del auto.

Comenzamos a comer en un silencio para nada incómodo, ver su rostro bajo la poca luminosidad era indescriptible, pero fue Lucia quien interrumpió el silencio.

-¿Hace cuando te gusto?-pregunto haciendo que casi me ahogue con el jugo que estaba tomado-Lo siento no quería provocar eso.

-Descuida- hablé con dificultad- pues te sonara loco pero es verdad lo que dije, ya me gustabas antes de conocerte en persona- aún recuerdo como quedé flechada cuando vi su foto, ella me vio extrañada así que decidí aclarar- tu foto en la hoja de vida es hermosa y desde ese día pues digamos que solo espere a conocerte y el día que entrantes a mi oficina, wow sin duda la foto no hace justicia-comenzó a reír

-Oye no te burles, nunca estuvo en mis planes fijarme en una estudiante de arquitectura hermosa, inteligente, sexy y especial como tú- su risa se pausó.

-Pues lo mismo digo, tampoco estuvo en mis planes fíjate en una muy guapa Arquitectura, así que estamos a mano-dijo dejándome sin palabras.

-Puede preguntar algo-dije, no quería hacerla sentir incómoda.

-claro, dime.

-Alguna vez has estado en un relación con otra mujer-ojalá diga que no, ojalá diga que no, pensé para mí misma, no quiero siquiera pensar que alguien más tuve el privilegio de tenerla cerca.

-No, no estado con otra mujer y con nadie siquiera en una relación seria, no se lo es o que lo que se hace en una relación pero enserio me gustas Alexa y quiero construir algo contigo.

-Lucía también me gustas, y a como dices yo también quiero construir una relación,un futuro, quiero construir un amor contigo.

No espere a que respondiera y volví a besarla, sentí que había tardado mucho en volver a sentir sus labios, ahora entiendo por los adictos se hacen adictos.

-Aún tengo muchas preguntas más, pero está haciendo frío y no traje una manta, nos vamos?

-Claro- dijo con una sonrisa

-Me pasas tu dirección?- le pregunté una vez entrando al auto pero ella trasformó su rostro, ¿eso era preocupación?.-Lo siento no quise incomodarte.

-No, no es eso, pero sería muy atrevido de mi parte ir a la tuya, no quiero que manejes de más, seguramente estás cansada-dijo pero no me convenció.

-Está bien, yo encantada de tenerte mas tiempo conmigo-le dije y ella me regaló un beso en la mejilla

-Por cierto con quien se queda tu gato-pregunté ya que recordé que ella tenía una mascota.

-se llama Louis y es niña.

-Niña?, porque tiene nombre de macho?- sé que los nombres no tienen género pero ¿porque?

-Alexa no has visto El diario de la princesa, es en honor al gordo Louis el gato de Mia y mi hija es independiente, puede pasar una noche sola.

-No sé de qué estás hablando, sé de la película, pero que tiene que ver un gato-dije sin entender.

-La próxima cita será noche de películas, por cierto gracias por llevarme, es un lugar hermoso, ¿Hace mucho lo conoces?- preguntó

-Pues digamos que desde que comencé a conducir entre los 16 o 17 años, no recuerdo con exactitud, cuando estaba en el colegio no tenía amigos y querer ser la mejor en todo no fue de ayuda, digamos que era mi escape conducir sin un paradero determinado hasta que un día llegué ahí y se convirtió en mi lugar especial, voy de vez en cuando si el tiempo me lo permite.

-Gracias por compartir tu lugar especial conmigo, esta cita fue la primera de muchas-dijo dándome otro beso en la mejilla, justo iba a responder cuando llegamos a casa.

Entre planos y suspirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora