Capítulo 18

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Lucia Sanders

Tenía 68 planos que revisar y me había propuesto hacerlo este fin de semana, eso significaba no ver Alexa e ir a mi apartamento, no quería defraudar al señor Howard. Mi subconsciente río ¡querrás decir no defraudar a tu futuro suegro! Me dije.

El sonido de la puerta me hizo dar un pequeño salto del susto y un muy emocionado Alexander hizo su entrada.

-Lulú hay algo que quieras contarle a tu mejor amigo y confidente- preguntó subiendo sus cejas de arriba y abajo.

-No..no sé de qué hablas..-Será que Alexa le haya dicho algo, imposible- además aprende a tocar y saludar primero.

Alexander se acercó y me picó las costilla con el dedo haciendo que me retorciera de dolor.

-¡Ah, hijo de puta!- le dije colocando mi mano en mis costillas-carcajeó tanto que hasta las lágrimas le salieron

-Hasta las mismas expresiones dicen, son tan lindas- me abrazo- estoy tan feliz por ti y por ella- le devolví el abrazo -ahora si cuéntame, fuistes tú, ella o ambas?- preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.

-No tengo idea de qué hablas-le dije haciéndome la tonta

-Del sexo tonta- dijo dándome un golpe en la cabeza.

-Vuelves a pegarme y te corto la mano-dije amenazándolo

-Ves, tu novia dijo que me iba a cortar el dedo y ahora tú la mano, son el complemento-sin duda Alexa había dicho algo.

-Cállete Alexander, todo el edificio se enterara, además aún no somos novias- aclare

-¿¡Qué!? Dios, no negaste que tuvieron sexo, Alexa se esta poniendo lenta con la propuesta- dijo emocionado y yo me tense.

-No Alex, quiero ser yo quien se lo pida, ella ha hecho mucho por mi, es momento de hacer algo por ella- dije sonriendo pues llevaba planeando algo.

-Que emoción, dime que tienes planeado...

Comencé a contarle cómo quería pedirle que fuera mi novia, sabía que tenía que hacerlo rápido pues si no Alexa se adelantaría, Alexander me dio varias ideas y contactos para poder hacer realidad lo que pensaba y me ofreció su ayuda y pues obviamente la necesitaba. Pasamos casi toda la mañana hablando del tema, pero yo tenía trabajo que hacer y el igual.

Traté de concentrarme y así avanzar lo más rápido que pudiera para terminar con los planos lo antes posible. Al llegar a mi apartamento la soledad llego a mi, Louis se había quedado en casa de Alexa y yo pues tenía trabajo por delante. Mi fin de semana se basó en dormir poco y trabajar mucho, 3 días sin dormir más de 2 horas diarias pasó factura a mi aspecto y mis ojeras delataban mi falta de sueño, pero valía la pena, había conseguido acabar con los planos y al fin estregarlo.

Ese lunes por la mañana, deja lista mi ropa en un bolso, lo más decente que tenía, artículos personales y algunas cosas de Louis, esta semana iniciaba la construcción del hotel, eso quiere decir que había mucho trabajo de por medio. Opté por utilizar una falda tubo color negra, con una camisa blanca manga larga ceñida al cuerpo que enmarcaban mis atributos, por último unos tacones en color blanco y una coleta alta, no era algo que me gustara usar, pero quería impresionar alguien y por ese alguien lo que sea, me maquille un poco y salí rumbo al trabajo.

Al llegar a la empresa y pasar por recepción estaba nada más y nada menos que el señor Víctor Cooper.

-Lucía, tanto tiempo sin verte, estás hermosa- dijo extendiendo su mano, con una gran sonrisa en su rostro.

-Señor Cooper- dije devolviéndole el gesto-con su permiso me retiro, tengo que ver al Arquitecto Howard y me temo voy retrasada- no quería entablar una conversación, solo quería entregarle los resultados al señor Howard e ir a ver a mi futura novia.

Entre planos y suspirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora