Capítulo 19: Hija del fuego

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Inísel, acompañada por algunos guerreros indígenas, el líder Zaidan, Kaelan, su doncella Isra y el caballero Garath, emprendieron el arduo viaje hacia la montaña de los dioses mencionada por Tahiro, el Afentikó. Se desplazaban sobre robustos camellos que soportaban el abrasador sol del desierto, avanzando a través de dunas y terrenos rocosos que parecían interminables. El calor era implacable, haciendo que cada paso se sintiera como una prueba de resistencia.

Zaidan, el líder de los guerreros, cabalgaba junto a Inísel, sus cicatrices resaltando en su piel oscura, recordatorio de las duras circunstancias y peligros del desierto. Durante una de las breves pausas en su viaje, Zaidan se volvió hacia Inísel, con su mirada severa pero preocupada.

—(En dýnami: Ílio ifaísteio, aftó eínai to ónoma tou vounoú sto opoío katefthynómaste, to Valkoúr tou) Ílio ifaísteio, ese es el nombre de la montaña a donde nos dirigimos, su Valkúr. —dijo Zaidan, utilizando el título de reina que Inísel obtuvo en Sabla Urbo. —(En dýnami: Polloí échoun chatheí prospathóntas na ftásoun sto esoterikó tou. Den eínai aplós éna vounó, eínai sýmvolo tis thélisis ton theón kai dokimasía gia ósous anazitoún tin évnoiá tous. Oi Dýnamis tha tin anagnorísoun os tin kóri tis fotiás kai pithanós ti néa tous Ánapse, an apoktísei ta antikeímena, tha kerdísei ton sevasmó tou laoú mou. Allá sas proeidopoió, kaneís, se perissótera apó exakósia chrónia pou prospathoúme na diekdikísoume ta antikeímena pou áfisan oi theoí, den katáfere na ftásei stin kámara ton theón, kai os ek toútou, na vgei zontanós) Muchos han perecido intentando llegar a su interior. No es solo una montaña, es un símbolo de la voluntad de los dioses y una prueba para aquellos que buscan su favor. Los Dýnamis la reconocerán como la hija del fuego y posiblemente su nueva Ánapse, si consigue los objetos, se ganará el respeto de mi pueblo. Pero le advierto, nadie, en más de seiscientos años que llevamos intentando reclamar los objetos dejados por los dioses, ha conseguido llegar a la cámara de los dioses, y por ende, salir con vida.

Garath, siempre atento, tradujo las palabras de Zaidan al idioma común de los tres continentes, para que Inísel pudiera entender claramente la advertencia del líder indígena. Inísel frunció el ceño y miró al caballero.

—¿Ánapse? —preguntó.

Garath asintió e informó:

—Ánapse es una palabra antigua en la cultura dýnami. No tiene un significado exclusivo en nuestro idioma, pero podría interpretarse como "la Esperanza de la Luz". Los dýnamis tienen una profecía. Ellos creen que, en algún momento, la Ánapse llegará y con ella Aelorian podrá resurgir de sus cenizas y volver a ser lo que una vez fue...

Inísel asintió, sus ojos brillando con determinación.

—No creo merecer semejante título, pero haré cualquier cosa para ganarme el respeto de los Dýnamis —respondió firmemente—. He perdido todo lo que una vez tuve y no quiero que nadie experimente jamás semejante dolor. El mundo es un caos y está gobernado por hombres y mujeres ruines que lo transforman todo en miseria. Quiero cambiar eso, quiero darles a mi pueblo, a toda Erial, la estabilidad, fortaleza, vivacidad, dicha y felicidad que se merecen...

Garath, impresionado por la resolución de Inísel, no pudo evitar sentirse fascinado por su fuerza de voluntad. Sus propias tribulaciones palidecían en comparación con el coraje y la determinación que Inísel demostraba constantemente.

Tras dos días más de arduo viaje, enfrentando el inclemente clima y las adversidades del desierto, finalmente llegaron a la imponente montaña mencionada por Tahiro. La silueta de la montaña se alzaba majestuosa contra el cielo, su cima a menudo envuelta en nubes que sugerían una actividad volcánica subterránea.

Inísel, observando atentamente la estructura de la montaña, frunció el ceño. Sus conocimientos geológicos adquiridos en sus estudios le permitieron reconocer la característica forma cónica del volcán.

Saga Deorum consilia (Designios de dioses)  Volumen I {fantasía épica medieval}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora