Capítulo 44

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Taemin debía dejar de pensar en su orgullo, e ir a buscarla. Eso fue lo que se decía _____ cuando miraba hacia el reloj y se encontraba con que no habían pasado ni 30 segundos desde la última vez que había volteado de ese modo. Llegó al punto en que se dio cuenta que lo mejor sería no quitarle la vista al reloj. Así que, por horas indefinidas, _____ se encontró con el reflejo de sus ojos llorosos en el cristal limpio de ese pequeño marca horas de color café arena.
Se mantuvo así, inmutada, hasta que el sonido de su teléfono celular la sacó de sus pensamientos. Se secó sus lágrimas, y se llevó una gran decepción al ver el identificador de llamadas.

- ¡Hola _____! ¿Lista para mañana? - la chica no se pudo evitar sentir renuente ante la feliz y entusiasmada voz de Ian a través del auricular.
- Estoy haciendo maletas - _____ intentó hablar en el modo más alegre que pudo, y pareció funcionar, ya que él no le preguntó nada sobre cómo estaba.
- Perfecto, nuestro vuelo sale a las 6:55 de la tarde, hay que estar en el aeropuerto a eso de las cuatro y nos vamos a Los Ángeles - de repente ese viaje ya no sonaba tan atractivo como antes - Pasaré por ti para irnos, ¡Hasta mañana! - y sin más, Ian colgó.

Sin moverse ni un poco, la chica se recostó en la cama haciéndose bolita. Se abrazó de sus piernas, y se sintió muy sola otra vez. Se empezaba a acostumbrar a esa sensación, y la verdad era que no le agradaba nada eso, pero pensaba en que si ese sentimiento no se iba jamás, mínimo iba a estar acostumbrada a él. Eso era lo único bueno que podría llegar a sacarle a la situación.

El sábado, todo estaba extrañamente calmado en el departamento del chico. Tan calmado que no quiso levantarse para perturbar aquella tranquilidad. ¿Sería acaso que de tanto caos, aquella ya era su calma? Cerró los ojos, no quería pensar en nada. Pero no podía evitar pensar en sus ojos, en sus labios, su cuerpo, su cabello su...

- ¡Taemin! - abrió los ojos de golpe, perturbado - ¡Abre! ¡Maldita sea! ¡Taemin!

Adiós tranquilidad pensó el al levantarse de su cama con prisa.
La voz de Anna era urgente, como si alguien hubiera sido atropellado afuera de su casa y todos los doctores del mundo hubieran muerto, y Taemin por alguna extraña razón fuera el único que podía ayudarlos a todos.
Taemin abrió la puerta, y Anna entró sin permiso y sin vergüenza. Justo detrás de ella llegaba corriendo Kyle, cansado y sin aire. Abría corrido todas las escaleras arriba siguiendo a su novia.

- ¿Mande? - Taemin alzo las cejas, y se bajó de hombros. Anna lo miró por un momento con locura, como si se hubiera vuelto demente. Taemin tan solo le rodó los ojos, y retrocedió varios pasos amenazando con irse a acostar de nuevo.
- _____ se va.

Y esas palabras, de repente, lo habían cambiado todo.

Mientras que Anna tenía a Taemin más pálido que la cal, _____ llevaba su maleta hasta el porche. Ian se bajó de su auto a toda prisa, y la ayudó a cargar su maleta de correa mientras que ella llevaba tan solo su bolso de mano con cosas que no podían faltarle en Los Ángeles.

- ¡¿Por qué no me dijo nada?! - Taemin se movía de manera desesperada a todo el rededor de la habitación, pensando tan rápido y en tantas cosas que pasados unos segundos, se les olvidaba sus pensamientos anteriores. Kyle miraba a los dos locos que tenía enfrente, ambos desesperados, ambos gritando, y ambos totalmente inconscientes de que los minutos esenciales corrían.
- ¡Lo intentó! ¡Nunca contestaste el teléfono! ¡Te dejó cientos de mensajes de voz!

Taemin se quedó pasmado, y miró por sobre su hombro hacia la mesita de noche que estaba junto a su cama. Apresurado corrió hacia ella, y tomó su teléfono; este se encontraba totalmente apagado, sin batería.

- Oh... - musitó él con el poco aire que le quedaba - Pero bien, _____ pudo...
- ¡Ya! ¡Quítate la cara de idiota, que no te queda! - la voz de Kyle hizo resonancia en todo el cuarto - Ahora, ve, búscala y arreglen las cosas. Ser un idiota en esta situación no te ayudará en nada.

Taemin lo miró por dos segundos enteros sin poder reconocerlo; Kyle se observaba fuerte, seguro y bastante serio y sabio. Taemin se sintió abrumado por eso, así sacudió la cabeza un poco, deteniéndose a pensar en todo lo que estaba sucediendo.

Él pensaba, y _____ estaba camino ya al aeropuerto de la ciudad de Nueva York.

- Yo... - Taemin se detuvo ante sus palabras. Cruzó la mirada desde los ojos temblorosos y temerosos de Anna, hasta la mirada fría y segura de Kyle. De hecho, ellos dos se veían bien juntos - No sé... yo...
- Ella te ama, Taemin.
- ¡Se besó con Ian!
- ¡Yo te puedo decir que eso no es verdad! - gritó Anna, aunque sus gritos no se comparaban con las voces de los dos jóvenes que tenía al frente y atrás - Ella no se besó con él, Ian simplemente le estaba dando la noticia de que querían hacerle una prueba de voz en Los Ángeles, ella se emocionó y lo abrazó.
- No le diste tiempo de explicarte nada, Taemin, y lo sabes - agregó su mejor amigo - ella te adora, y tú a ella. Se les nota en todo lo que hacen, y no tienen ni idea de lo estúpidos y patéticos que se han visto el uno sin el otro en los últimos 3 días.

Taemin seguía sin hablar cuando sintió la adrenalina recorrer de arriba a abajo todo su cuerpo. Su respiración se tornó irregular, así como sus ojos buscaban y veían a todas partes con solo un propósito: _____. Cuando la encontrara y hablara con ella, todo estaría mejor. Así que por un segundo, no pensó en su orgullo, ni el de ella, ni en Ian ni siquiera. Pensó en ella, besando sus labios. En su aroma, su esencia. Su sonrisa, su risa y el modo en que fruncía los labios cada vez que algo la enojaba. Taemin estaba totalmente enamorado de ella, ¿Para qué sufrir más, si él mismo tenía la solución frente a sus ojos?
A veces los seres humanos somos bastante masoquistas; La vida es simple, y nos gusta complicarla. Todo es tan simple como atrevernos a hacer las cosas que queremos. Taemin se atrevería a buscar a _____.

- ¿Cuándo sale su avión?
- Creo que a las seis - Taemin lanzó una mirada mortal hacia el reloj que colgaba de su pared lateral blanca, y al darse cuenta de que eran las 2:40 miró a Anna con los ojos bien abiertos.
- ¿Dónde está ahora?
- De camino al aeropuerto.

- Te van a encantar Los Ángeles, es una ciudad que lo tiene todo - Ian hablaba animadamente, mientras que _____ posaba su mirada a través de la ventana en los grandes rascacielos, y cuando un poco de cielo era visible desde su corto ángulo, veía las nubes grises cubriendo al sol, oscureciendo la ciudad, y amenazándola bajo su misma presencia de una fuerte lluvia.
Aunque a _____ no le emocionaba la idea de viajar con ese clima, no dijo nada, simplemente porque no tenía ganas de hablar. Ian estaba tan emocionado, acaparando la conversación, que realmente no fue necesario. Él ni siquiera se había dado cuenta de que en 30 minutos de viaje en coche por la ciudad de Nueva York, ella simplemente había compartido con el solo monosílabos. Pero Ian tenía tantas cosas en que pensar, que eso le resultaba totalmente indiferente.
- Te llevaré a un restaurant de comidas internacionales, para mí es el mejor de Los Ángeles.
- Quisiera primero llegar al estudio, Ian. No quiero desconcentrarme ahora - y esa fue la primera frase que la castaña había compartido con él desde que él apareció por ella al frente de su casa.
La verdad era que _____ ya ni siquiera tenía ganas de ir a ese estúpido viaje de negocios con Ian, pero tampoco le podía quedar mal en ese momento, no cuando ella ya lo había hecho pasar el ridículo. ¿Sería imaginable eso? ¿Qué Ian llegase a solo a Los Ángeles, sin la única razón por la que realmente iba? Se encontraba entre el dolor y su deber. Pero su deber era más importante, así que simplemente ignoró lo primero.
- Como quieras - dijo Ian, y sonrió - pero de cualquier modo, iremos. Ya sea el domingo por la noche antes de abordar para regresar aquí - la miro de reojo, y ella asintió con la cabeza, siguiendo totalmente seria. Ian tragó gordo, y por primera vez se dio cuenta de que algo no andaba bien. ¿Sería algo sobre Taemin? Los rumores habían corrido tan altos, que el pasado jueves cuando había ido a la academia y recibió miradas extrañas de los estudiantes se enteró de todo. ¿En verdad lo suyo con Taemin ya se había acabado? Eso lo dejaba a él con una pequeña ventana de esperanza abierta.

Los minutos parados en el tráfico pasaron, y eran las 4:50 cuando ambos, con la respiración contenida, vieron el gran edificio del aeropuerto. Ese había sido un incómodo-tardado-feo viaje en auto.
Bajaron del coche, e Ian cargó las maletas que eran prácticamente ligeras. Se abrieron paso entre toda la gente y llegaron a la inmensa sala de espera, donde no duraron más de 5 minutos antes de que Ian sugiriera ir a revisión para empezar a ingresar las maletas. Mientras más se moviera, mejor era para ella; así no pensaba tanto.

Taemin maldecía en voz baja todo el tráfico, y Kyle y Anna hablaban y hablaban de tantas cosas que ni siquiera los escuchaba. Para él, las voces de ellos dos eran como ese sonido de voces en un café, cuando no te importan en lo más mínimo.

- ¡Mierda! ¡Avancen! - Taemin apretó el claxon del auto por unos 10 segundos enteros, haciendo enloquecer a Anna.
- ¡El claxon no hará que todos los otros coches vuelen Taemin! ¡Deja de hacer eso!
- ¡Es que no se mueven! - lo apretó por otros 5 segundos, y la chica se llevó las manos abiertas hacia sus oídos.
- Anna tiene razón, no puedes hacer nada ahora más que esperar a que el tráfico se disipe - con la quijada fruncida y el puño cerrado, Taemin veía por la calle a través del parabrisas. Nadie se movía, todos los carros parecían atorados, y el verde del semáforo duraba comparativamente poco con el rojo. ¡¿Es que todos se habían aliado para hacerlo llegar tarde?!
- No puedo dejar que se vaya sin antes hablar con ella - habló Taemin severamente, en un tono grave y rasposo.
- Pero si... - y entonces, Taemin simplemente llevó su mano hacia la manija de la puerta, y salió del coche de un salto.
- ¡Taemin! ¡¿Que estás...?! - pero para el momento en que Anna terminó la frase, Taemin ya estaba corriendo varios coches hacia adelante.

Corrió por toda la calle, llena de autos detenidos que pitaban el claxon y hacían escándalo. Todo eso era bastante surreal.

Mientras Taemin corría por toda la avenida principal, _____ se sentaba en una de las sillas acolchonadas del aeropuerto. Se cruzó de brazos, y miró al reloj. <<Taemin>> susurró su interior, sintiendo el dolor recorrer a todos los extremos de su cuerpo.
Él nunca la volvería a perdonar; el último beso fue realmente el último, esa última sensación de felicidad con él había sido la última que sentiría, todo iba a acabar y a ella solamente le quedaba el recuerdo de la forma de sus hoyuelos cada vez que sonreía, y de cómo sus pestañas parecían infinitas cuando la miraba.
Solo le quedaba el recuerdo de su amor, y ese tipo de recuerdo es venenoso.
Y el tiempo pasaría.
Y él la olvidaría, pero ella estaba segura de que ella a él no.
Ella sabía que aunque el tiempo pasara, aún pensaría en él por las noches.
Y por las mañanas.
Y por las tardes.
Ella sabía que aunque su cabello creciera, su cara se llenara de arrugas y su fecha de nacimiento se hiciera cada vez más lejana, aún lo amaría.
Ese fue uno de esos amores que llegan de imprevisto.
Esos amores son los mejores, los que no esperas, los que no te da tiempo de imaginar lo que ocurrirá, ya que cuando lo vas a hacer ya está pasando.
Y _____ lo sabía, así que se estaba resignando a una verdad universal: Él ya no la amaría, pero ella amaría por los dos.

¿Quién Entiende A Los Hombres? (Taemin y ____)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora