-¿Miedo?-dijo arqueando una ceja.- _______, no voy a obligarte a dormir conmigo.-me dijo. Suspiré.- ¿Te doy miedo?-agregó con un tono de... ¿preocupación?
-Es que no es que me des miedo tú, si no que... sin ofender, eres algo bipolar y de repente te enojas conmigo y dices cosas sin sentido que de verdad me asustan.-dije. Me miró bien, torció un poco la cabeza.- Eso también me da miedo.-dije causando su tierna risita.
-¿Bipolar?-dijo poniéndose serio.- No, no lo creo.-carcajeó.
-¿Ves?-reí.- Puede que no te des cuenta pero de verdad a veces asustas Geoffrey.-le dije. Me sonrió.
-Bueno, iré a un medico.-dijo. Me reí.- No vamos a dormir juntos, no te preocupes.-me dijo.
-Gracias.
-Nunca pensé que una chica me iba a dar las gracias por no dormir con ella.
-Pregunto...-dije.
-Pregúntame.
-¿Te acuestas con la primera que se te cruza?
-No siempre es la primera.-dijo riendo. Negué con la cabeza en tono de reproche.- Tú te me has cruzado un par de veces y ni siquiera me quieres besar.-rió. – Me causa ternura que te sonrojes.
-¡Geoffrey!-dije intentando sonar molesta. Me sonrió.
-Hasta mañana.-dijo y sacó una almohada de la cama.- Capaz que mañana cuando despiertes yo no voy a estar en la habitación, ¿si?
-Si.-dije mientras asentía.- Hasta mañana, que descanses.
Admito que fue lindo de su parte dejarme la cama para irse a dormir a un incomodo sillón donde le sobresalían los pies, era gracioso verlo ahí pero a la vez daba algo de pena. No digo que me importe mucho Geoffrey, pero de verdad el hace mucho por mi, aun que me trate mal, me da un techo y me cuida.
Fui hasta el baño, cepillé mis dientes, até mi cabello en una coleta, lave mi cara quitando todo resto de maquillaje corrido por el agua de la ducha. Al salir abrí la cama y cambié de canal, no encontré nada así que lo apagué.
Me incliné un poco en la cama para ver a Geoffrey que reposaba sobre el sillón mientras miraba el techo. Recosté mi cabeza sobre la almohada dándole la espalda al lugar vacío de Geoffrey en esta cama.
Ahora un nuevo pensamiento invadía mi cabeza.
¿Qué tal si solo es un truco y luego se mete en la cama?
Ya con eso no iba a poder dormir. Cerré mis ojos y respiré profundo.
-________ no exageres, ni que estuvieras en una película de terror.-murmuré para mi misma.
-¿Qué?-sentí que decía. Creo que no lo dije lo suficientemente bajo.
-Nada, nada, hablaba conmigo misma.
-¿Segura?-dijo divertido. Rodé en la cama para verlo.
-Segura.-le dije. Me sonrió.- No te preocupes siempre hablo sola.-dije y volví a voltear.- Descansa.
-Gracias, tu también.-dijo en una risita.
Es una exageración lo que estoy pensando pero... ¿Qué tal si me duerme y se abusa de mi? Okey _______, te fuiste a la mierda con ese pensamiento.
-Es imposible.-murmuré.
-________, dile a _______ que se cierre la boca.-me dijo. Reí.
-Perdona Geoffrey, estoy en una lluvia de pensamientos.- le dije. De seguro el quiere que me duerma rápido para luego...
-¿Segura estas bien?-me dijo. Rodé de vuelta sobre la cama y asentí.- Una persona que esta bien no habla sola.-dijo divertido.
-Créeme, si estuvieras en mi situación hablarías solo.-le dije. Me sonrió.- Ya duérmete.-volví a rodar hasta mi lugar.
Cerré los ojos e intenté dormir, pero aun que yo misma me convenciera no iba a poder dormir teniendo a Geoffrey despierto.
Miré el reloj en mi celular, las 02:13 am. ¿Qué carajo iba a hacer toda la noche? Respiré profundo y solté el aire de golpe.
-Mierda.-murmuré. Oh no, seguro Geoffrey me escuchó.- Geoffrey.-dije despacio. No respondió, gire sobre la cama y lo mire.
Uno de sus brazos caía graciosamente sobre la alfombra y el otro reposaba tras su nuca. Me reí por lo bajo. Tenía la boca un poco abierta y los pies tiesos como un muerto, este chico si que descansa.
Lo di por dormido y volteé de nuevo a mi lugar.
Estaba segura de que no iba a dormir hasta que Geoffrey se fuera del hotel, cosa que pasaría nunca o tal vez dos horas en la mañana.
Me acomodé mirando el techo y comencé a jugar con un almohadón. Tíralo, atrápalo, tíralo, atrápalo, tíralo, mierda... al piso. Me bajé de la cama para alcanzar en almohadón y me metí de nuevo en la cama con el pequeño almohadón en mis manos.
Idea, loca, pero idea en fin.
-Geoffrey.-murmuré. Ni se movió.- Royce.-dije divertida.- Geoffrey Royce Rojas, despierta.-susurré lo bastante alto pero no mucho como para no asustarlo.-Geoffrey, levántate, no puedo dormir.-insistí.
Definitivamente Geoffrey tenía un sueño pesado y me daba mucha ternura al dormir pero igual iba a divertirme un rato.
-¡Un ladrón!-grité mientras el almohadón impactaba contra su cara. Lo quitó rápido y saltó del sillón provocándose una caída en seco sobre la alfombra. Ouuch, eso debió doler. Me reí cuando se sentó sobre la alfombra con la cara roja.
-No fue divertido.-me dijo enfadado. Ahí fue cuando exploté en risas.- ¿De que te ríes?-dijo enojado.- Me dolió y mucho.-se sentó sobre el sillón mientras se sobaba la mejilla.
Me revolcaba sobre la cama mientras reía como una loca maniática. Recibí un almohadazo de parte de Geoffrey pero no me afecto ni en lo mas mínimo.
-¿Por qué no te duermes y dejas de molestarme?-dijo. Lo miré atenta intentando contener mi risa.- Hey, es en serio.-me dijo casi contagiándose de mi risa.
-Geoffrey.-dije respirando profundo para no largarle una carcajada.
-No te rías.-me dijo.- Por favor. De verdad me duele.-agregó.
-Ve a mojarte con agua.-le dije. Se levantó del sillón.- No pensé que te ibas a caer.-agregué. Rió.
-Descuida.-dijo entrando al baño.- Me vengare de esto.-me gritó desde ahí adentro.
En ese momento caí en la cuenta de que me iba a hacer algo, y no iba a ser nada bueno.
-Perdóname.-le dije apoyándome sobre el marco de la puerta.-De verdad no fue intencional la caída.
-Pero si el almohadazo.-me dijo.- Ya pasó, pero veras tu castigo pequeña.-dijo tomándome por la cintura.
-Aléjate Geoffrey.-puse mis manos sobre su pecho y lo empujé levemente.
-Oh, vamos _______, sabes perfectamente que mueres por probar mi boca.-dijo casi suplicante mientras yo volvía a meterme en la cama.
-Sigue soñando Rojas.-le dije. Se rió. Se metió en la cama junto a mí, me senté y lo miré.- ¿Qué crees que haces?
-Tengo sueño, déjame dormir.-me dijo. Le pegué una leve patada por debajo de las sabanas. Se rió.- Quiero dormir contigo.-dijo haciendo voz de nene pequeño.
-Te pones irritante Rojas.-le dije. Me sonrió.
-Ven aquí.
-Vete de aquí.-le dije. Se dio vuelta y me dio la espalda.- Geoffrey.-insistí.- Ve a ese sillón.
-¿Sabes que no es lindo dormir ahí?-me dijo. Esperé que siguiera hablando.- ¿Por qué no duermes tu ahí?-agregó. Arqueé una ceja.
-Geoffrey.-dije en tono de reproché.- Por favor, vete de la cama.
-No quiero.-me dijo secamente.- Y ahora, si me permites, voy a apagar la luz.- dicho y hecho, la apagó.
Me quedé un rato sentada en la cama mientras miraba su espalda. Estaba solo con los boxers y eso no era nada bueno para mi salud mental, me estaba torturando porque sabía que yo no podía dormir teniéndolo a él ahí.. así asdfghjgf
-Es de mala educación mirar a las persona así.-me dijo. Creo que llegué a sonrojarme. Me dí la vuelta sentándome en la orilla de la cama, toqué el suelo con los pies y suspiré. La luz de la lámpara alumbraba la habitación nuevamente.- ¿Qué pasa?
-Nada.-dije secamente.
-¿Segura?-insistió. Asentí con la cabeza.
El tenía vista de mi espalda cubierta por la fina tela de mi ropa de dormir. Sentí una de sus manos sobre mi cintura y luego vi su rostro apoyado en el colchón a mi lado.
-¿Qué pasa?-dijo nuevamente.
Ciertamente no sabía que me pasaba. O sea, si sabía pero no iba a decirle que era lo que me pasaba.
-Nada.-contesté. Hizo una mueca. Hizo un movimiento y se sentó a mi lado. Apoyó su mano sobre la mía.- En serio Geoffrey, no me pasa nada.
-Voy a ir al sillón. ¿Si?-dijo intentando ignorar mis palabras. Me sentí aliviada de que no me fuera a preguntar sobre lo que me pasaba.- Luego de que me digas que es lo que te pasa.-agregó. Sentí un nudo en la garganta.
Bien, es raro, muy raro. Me encontraba pensando sobre el cuerpo de Geoffrey cuando recordé como lo conocí y los recuerdos de mi padre volvieron a mi mente. Ciertamente no me encontraba bien y el hecho de que Geoffrey estuviera a mi lado me hacía sentir mal porque si no fuera por la muerte de mi padre, yo no habría sido la compra de Geoffrey.
-No me dirás.-afirmó.- _____, se que puedo ser un imbécil y todo, pero no voy a juzgarte por nada de lo que sientas.-me dijo. Intenté contener las lágrimas.
-Geoffrey, no es que seas un imbécil o no, que si lo eres.-rió tiernamente.- No voy a decirte mis problemas. ¿Para que?- pregunté mas como una afirmación.- Quédate tranquilo que si piensas que volveré a cortarme, no lo haré.-le dije. Me miró detenidamente.
-No estaba pensando en eso.-dijo quitando su mano de la mía.- ¿Puedes mirarme cuando hablamos?-dijo. Negué con la cabeza. Lo sentí levantarse de la cama y ponerse en cuclillas en frente mío. Hice una mueca. Me tomó por la barbilla y me hizo mirarlo.- ¿Hice algo mal?
-No Geoffrey, no eres tu.-afirmé.- Simplemente son cosas estúpidas que no puedo olvidar.
-¿Tiene que ver conmigo?-preguntó. Negué con la cabeza.- ¿Con quien?
-De verdad, no tiene importancia.-le dije. Me moví en la cama y subí mis pies al colchón. Se quedó mirándome un rato y luego volvió a sentarse a mi lado.
-¿Estas llorando?-me dijo. Bajé aun mas mi cabeza para que no notara mis lagrimas.- Hey, _______, ¿Por qué?
-Geoffrey, no estoy llorando.
-Bueno, como quieras llamarlo. ¿Por qué?
-Porque simplemente siento la necesidad de llorar.-dije casi en un grito. Me miró atento.- Perdona, no quería gritarte.-le dije. Asintió.
-Mírame.-dijo casi suplicando mi mirada sobre la suya.- Mírame.
Lentamente levanté la mirada y me encontré con sus ojos. Nunca, pero nunca, en el tiempo que he estado con el, me había fijado en sus hermosos ojos y el brillo que llevaban. Tiernamente se movió y me envolvió en sus brazos. Sorprendida por su acto, lo recibí. Sus manos recorrían mi espalda pero no en forma depravada, solo quería hacerme sentir mejor.
-No llores _______.-dijo alejándose un poco para mirarme.- Por favor.
-¿Te afecta que llore?-pregunté.
-Si. ¿Crees que es lindo verte llorar?
-No lo...-me calló con un beso.
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"La Bella y la Bestia" (Prince Royce & tu)
Teen FictionSINOPSIS: Que feo es cuando la persona que más ama es la persona más fría del mundo, Que feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida. Que feo es que tú seas la pobre indefensa presa de sus castigos y malas costumbres. Vi...