Capitulo 5

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Danielle P.O.V.

-¿Por qué te trajo Taylor?- preguntó Jackson enojado.

-Porque un tipo ayer me estaba acosando en la plaza, fue a la salida de la prepa. Me dio pánico y se ofreció a traerme a casa.

-¿Y tu bicicleta ?- ¡Chin! Es cierto.. ¿Y mi bici?

-La deje en la cochera, hoy me fui caminando.

-Te estuve marcando a tu celular para avisarte que mamá y papá salieron a comprar comida para la cena, vendrán los Duarte.

-¿A qué?

-¿No te estoy diciendo que a cenar?-preguntó irritado -¿Por qué no contestabas ?- vio los papeles del buzón.

-Porque... Porque lo deje en mi cajón, descargado.

-¿Y por qué no lo cargaste en la noche?

-Porque se me olvidó, ¡deja de hacerme tantas preguntas Jackson!- corrí a mi cuarto y cerré con seguro.

Tenía que estar al pendiente por si sonaba el teléfono. Pasada media hora lo oí sonar y corrí como nunca por él hasta la cocina.

-¡Vaya! Por fin llamas. Necesito mis cosas -no deje hablar a la persona de la otra línea.

-Soy... Dylan, Danielle ¿Apoco esperabas mi llamada?- dijo coqueto.

-No la tuya, la de alguien mas. ¿Que quieres?

-Eres mi tutora ¿o no?

-Pensé que solo seria en clase.

-De ser así no aprobaría nunca.

-¿Estas insinuando que quieres que vaya a tu casa?

-Si- vi a los lados y mi hermano no estaba.

-Solo porque no quiero estar en casa. Llego en media hora...

-¿Sabes mi dirección?

-Fui hace unos meses.

-Oh, pero ya cambie- imbecil- ¿te parece si voy por ti?

-Si, ya que.

-En 15 minutos estoy enfrente de tu...

-¡No!

-¿No?

-Nos vemos una cuadra atrás.

Colgué, agarre una playera de mangas largas y mi saco. ¡¿Qué?! Soy friolenta ¡Déjenme!
Salí sigilosamente y comencé a correr al lugar donde quede con Dylan.

El apareció y nos fuimos a su casa.

Taylor P.O.V.

Esconderme.
Fue lo único que se ocurrió para taparme de este maquillaje de harina, así que aquí estoy detrás de la mesa.

-Hey Taylor, te traje un café de caramelo como te gus... ¿Taylor?

-Hey- saque mi mano para que me viera -no estoy presentable.

-¿Como que no estas presentable ? Por cierto, ¿por qué toda la cocina esta llena de un polvo? -silencio - ¿Y por qué huele a chocolate ?- escuche que se acercaba a mi.

-Voy a salir... Pero no te rías ¿ok? - me puse de pie de espaldas a él- Prométemelo.

-Lo prometo.

Ahí estaba él con una sonrisa de oreja a oreja, su pelo sin gorra y con ropa casual, apretó los labios intentando no reírse.
Se carcajeó, mentiroso.

-¡Dijiste que no te reirías ! ¡Lo prometiste! -me cruce de brazos y me dirigí a las escaleras para ya no oler a harina de chocolate, pero su brazo me atrajo a él.

-Lo siento ...- me sonrió y apunto mi nariz - tienes un poco de harina -tomó una servilleta y me empezó a limpiar - listo.
Sonreí.

-Gracias- estaba muy cerca de mi, retrocedí - gracias por el café, con que te gusta meterte a hurtadillas ¿eh?

-Si... Es una mala costumbre, al igual que tu sigues dejando la puerta abierta- miré la cocina al mismo tiempo que él- por cierto... ¿Que intentabas hacer?
Suspiré.

-Un pastel de chocolate, la batidora está endemoniada- me encogí de hombros- creo que mejor empiezo a limpiar.

-Déjame ayudarte - y así empezamos a limpiar mi desastre con risas y platicas.

Al cabo de media hora ya habíamos terminado- ¿Y para que querías el pastel?- dijo curioso.

Lo miré -¿No puedo cocinar un pastel porque quiero?- me puse seria.

-Yo solo quería... Umh, claro que puedes .. Yo... -me reí viéndolo tan nervioso, se relajó- Ya enserio...

-Hay una cena esta noche y tenemos que llevar el postre -me encogí de hombros- pero parece que no habrá - sacudí mi ropa con mis manos, demonios no se quita- me tengo que empezar a alistar- lo miré y el me sonreía - ¿pasa algo?

-No nada - se acercó a mi y me rodeo la cintura con su brazo - solo tengo una idea...-miré sus labios. ¿Me va a besar? ¡Un momento! ¿Lo besaré?.

Danielle P.O.V.

Llegamos a su casa y ¡wow! No se por que pero empece a sentir un poco de calor y opte por quitarme el saco, aun sentía calor y me quite la playera de manga larga y Dylan solo me miraba raro.

-Si sigues quitándote la ropa te voy a llevar a rastras a mi habitación.

Me quede solo con una camisa de cuadros cafés y arremangada. Me desabroche un botón.

-Hablo en serio. Te lo advierto.

-¡Tranquilo! Traigo una camiseta debajo. Ya, comencemos. Son las 3:25, me quedare hasta las 7, ¿ok?- el asintió. Subió por sus cosas y empece a explicarle verbos.

Tras 4 horas se aprendió verbos y conjugaciones. ¡Genial! Miré mi reloj.

-¡Santo dios! ¡Ya son las 7:30!- comencé a recoger mis cosas y ponerme mi saco.

-Te llevo, ya es tarde- dijo tomando sus llaves del coche.

-¡No! Mejor préstame tu celular-me lo dio y marque- ¡Swift!

*la otra linea*
-¡Que no me digas así!

-Como sea...

-Mi madre me dijo que iremos a cenar y que tu puedes ir, ¡tienes que ir!

-¿A qué hora es la cena?

-11pm

-Bien. Iré y te cuento algo después.

-Aun no cuelgues. ¿De donde me estas hablando? ¿Y tu celular? ¿Por qué no respondes mis whats?

-De eso tengo que contarte. Te hablo del celular de Dylan, nos vemos al rato- colgué.

-¿Una cena?- preguntó Dylan.

-Si y no tengo un vestido, ¡agh!

-Ven- me jalo hacia la planta alta y caminamos por el y los pasillos hasta que entramos a un cuarto.

Por ti, lo que seaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora