Capítulo 15

13 1 0
                                    

*9:59pm, Casa Casioll*

Taylor P.O.V.

"Quizás tuvieron razón en colocar el amor en los libros. Quizá no podía existir en ningún otro lugar."

-William Faulkner.

Leo una de mis frases favoritas y suspiro. Me encuentro acostada en mi cama con teléfono en mano, lo bloqueo y decido salir a tomar aire fresco. Dejo mi celular y me coloco mi chaqueta de nuevo.

Me encamino a la puerta, tomo el pomo y recuerdo que Max sigue afuera. No le he hablado desde que llegamos, los CD's se encuentran debajo de mi colchón asegurados.

Suspiro y salgo sin mirarlo, voy al cuarto de Scott. Toco dos veces.

-Pasa-entro en su cuarto y lo veo acostado en el piso, frunzo el ceño- estoy aburrido.-contesta a mi pregunta antes de ser formulada. Asiento y le aviso que saldré un rato, me deja de poner atención y mira al techo de su habitación. Suspiro y salgo.

Bajo las escaleras, tomo mis llaves y salgo.

-¡Taylor!- me grita Sophia-¿puedo ir contigo?-dice cuando llega a mi lado.

-Umh, si claro.

-¿Podríamos pasar a The Star? Tengo que recoger una blusa-hace un puchero.

-¿A dónde van?-dice Max cuando cierra la puerta de mi casa.

-Solo daremos una vuelta, no tardamos.-digo mirándolo seriamente.

-Voy con ustedes-dice.

-No es necesario que vengas.-le contesto secamente.

-Tengo que ir, Taylor.-mi hermana nota la tensión y da un paso atrás.

-Puedo cuidar de nosotras por un rato- me cruzo de brazos, enojada.

No puedo creer que me tenga que seguir a todos lados, solo caminaremos 7 malditas cuadras hasta The Star. No nos pasará nada.

-Pero...

-Creo que estaremos bien, Max. Solo vamos a The Star y regresamos.-le dice mi hermana interrumpiendolo.

Doy la media vuelta y empiezo a caminar. Será bruto. Sophia llega a lado mío y no me hace preguntas sobre lo ocurrido con Max, lo cual agradezco.

Después de 15 minutos llegamos a la mentada tienda, las puertas están cerradas y su interior está oscuro; unos cuantos maniquíes reciben luz mostrando su mercancía.

-Sophia, ¿a qué hora cierran?- digo más tranquila.

-Recuerdo que cerraban a las once-dice frunciendo el ceño, miro mi reloj de mano.

-Debieron cerrar temprano-hago una mueca y me acomodo la chaqueta.- mañana regresamos- le aseguro y empezamos a caminar de regreso a casa.

Cruzamos una esquina en donde se encuentra un bar se escucha a gente teniendo una pelea, le digo a Sophie que apresure el paso. Pasamos el bar justo después de que saquen a unos tres hombres a patadas del lugar, el olor a alcohol llega a mis fosas nasales a pesar de que estamos a unos cuantos metros de ellos. Cruzamos la calle y escucho el sonido de alguien detrás nuestro, miro sobre mi hombro y veo a dos hombres grandes y fornidos con botellas de cerveza en sus manos, siguiéndonos. Meto mis manos en mis bolsillos buscando las llaves, las tomo en mi mano derecha apretándolas un poco.

Por ti, lo que seaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora