Cartman Round 1 Extra: Creek 1/1

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Fecha: siete de la mañana de un día viernes. 

Localidad: South Park, un pueblito en Colorado.

Craig Tucker se dirige a casa de los Tweak para acompañar a su hijo tras haberle propiciado un fuerte puñetazo dejándole sin visión en un ojo, hacía sólo un día antes ¿La razón? Es tan estúpida que no vale la pena mencionarla. El chico llegó a su destino. Se detuvo ante el timbre para tomar una gran bocanada de aire, en su cabeza esto le daba valor. Sin mas que hacer presionó el timbre. Al cabo de unos pocos segundos abrieron la puerta.

— Hola —saludó la madre de Tweek.

— Hola —dijo un tanto adormilado Craig— acompañaré a Tweek a la escuela.

— ¡Oh! Muchas gracias jovencito, me preocupaba enviarlo solo en ese estado, ven entra —no era necesario tener un sentido del olfato super desarrollado para oler la gran cantidad de café acumulado en el aire, era como cuando alguien fuma en su casa y cuando entras sientes como si entrases a sus pulmones— Tweek está alistándose —Craig sonrió al imaginárselo intentando abotonar su camisa— Te serviré un café mientras tanto, toma asiento —dijo mientras se dirigía a la cocina.

Craig se sentó en el sofá, el olor de café era tan fuerte que comenzaba a marearlo, temía que se impregnara en sus ropas. Intentó disimular su mareo cuando vio a la señora Tweak saliendo de la cocina dirigiéndose a él.

— Ten, no hay nada mejor que un cafecito por las mañanas —le tendió una taza de café negro junto con, ¿Una botella?

— Eh... —Craig se impresionó pues nunca había visto una botella de litro y medio llena de café— ¿Esto...?

— ¡Oh! No hay de que preocuparse, es el mismo café negro que te prepara Tweek y el de la botella te lo preparó él mismo el día de ayer, estuvo toda la noche creando y probando sabores —¡Ahí! Una punzada (de las buenas) al corazón, las primeras emociones positivas del día. ¡Las anfetaminas ya estaban haciendo efecto! — ¿De casualidad conoces al chico que golpeó a mi niño? —Craig se atragantó con el café, cohibiendo su tos para evitar escupirlo en el hermoso sillón color vino. Le miró asombrado, esta pregunta realmente no se la esperaba, acaso ¿Tweek no le contó? ¿Por qué?

— ¡AH! ¡CRAIG! ¿Q-QUÉ HACES AQUÍ? —chilló.

— Hey Tweek v-vine a llevarte a la escuela —Craig estaba rojo como tomate pues esta era una escena típica de las películas de amor que veía Tricia, donde el novio va a casa de su novia y mientras ésta se arregla el novio platica con la suegra— b-bueno, no a llevarte sino a acompañarte porque yo también estudio ahí, je, je.

— ¡Agh! ¡N-no es necesario! ¡PUEDO IR YO SOLO! —gritó exaltado.

— Tweek, tu amigo te llevará a la escuela y punto —dijo un poco molesta su madre.

— ¡P-PERO! —rechistó desde el barandal bajando lentamente las escaleras, con su camisa mal abotonada, sus oscuras ojeras resaltaban más el gran moretón— ¿¡Y SI LO PIERDO EN EL CAMINO!? ¡ES MUCHA PRESIÓN!

— Bueno, nos retiramos señora —se despidió Craig tomando a Tweek del hombro— gracias.

— ¡Espera Tweek! —ordenó la señora dirigiéndose a la cocina de nuevo. Regresó al cabo de unos segundos obsequiándole una enorme taza (según Craig) de café, tan llena se encontraba que con cada leve movimiento el liquido se derramaba— Ten, bebe.

— ¡AGH! ¡G-GRACIAS! —Craig quedó boquiabierto por la rapidez con la que lo bebió y se impactó aun más cuando le vio relajarse segundos después.

Marsh VS CartmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora