Fairy Harem [Nanatsu no Taizai]

XIV

" El precio a pagar"

Ser divinidad era una carga pesada. La confianza de los demás era un frágil equilibrio que podía romperse con facilidad. Era como un ídolo al que, al caer, se le quitaba todo su poder. Desde que Cyra había revelado sus secretos en aquella reunión, la fe en Kyra se había desplomado. Los arcángeles la habían dejado de lado, y las demás diosas la ignoraban. 

La situación era insoportable, sobre todo porque Cyra, la fuente de sus problemas, parecía florecer con cada día que pasaba.

El compromiso con el rey hada Gloxinia la colocó en el pináculo del poder, convirtiéndola en la figura más importante de la resistencia contra los demonios.

Anunció su compromiso con el rey hada Gloxinia, consolidando su posición como líder indiscutible de los movimientos contra los demonios. Junto a Meliodas y Elizabeth, encabezaba la lucha, pero a diferencia de ellos, ahora era venerada como la futura monarca de las hadas, un papel que, a decir verdad, la agobiaba.

Mientras ella ascendía en poder y prestigio, su hermana se hundía en la envidia y el resentimiento. Había intentado, una y otra vez, ganarse el favor del rey hada, pero sus avances eran rechazados con frialdad. Gloxinia, completamente enamorado de Cyra, la ignoraba y la trataba con desdén. 

Era evidente que, en el corazón del rey, solo había lugar para una. Y lo odiaba con toda su alma. Odiaba ser la segunda opción, la que siempre quedaba relegada a un segundo plano. Había soñado con compartir el trono con su hermana, pero la realidad era otra: la envidia y la rivalidad habían envenenado su relación. Había llegado a la conclusión de que su hermana era un obstáculo insalvable, una amenaza que debía ser eliminada.