The end...?

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"Envidias al cielo porque él no tiene miedo a llorar cuando está triste."
Abrí los ojos y veía como los bomberos intentaban sacar el cuerpo  del chico que me embistió con su automóvil al mío.
Los dos autos habían chocado tan fuerte que parecía como si se hubieran fusionado y se hicieron uno solo.
Cinco bomberos sacaron el cuerpo casi sin vida del muchacho, y automáticamente fueron corriendo dos médicos con una camilla.Lo subieron en ella y lo transportaron a la ambulancia, que lo llevaría al hospital en unos segundos.
Los mismos bomberos de antes ahora se dedicaban en mi auto.
Me reí. ¡Si yo estoy parada en la calle justo detrás de ellos!¿aún no se dieron cuenta?
-Hey!no busquen más! Estoy aquí!-Les grité;pero ellos ni se inmutaron.
¿qué pasa?¿por qué no me escuchan?-pensé. Realmente estaba muy confundida...
Hasta que pasó.
Los bomberos sacaron mi cuerpo en el mismo estado que el cuerpo del otro muchacho, lo pusieron en una camilla y se lo llevaron.
No podía hablar.estaba confundida.mareada.no lograba comprender que pasaba,hasta que entendí todo.
Es como Si Decido Quedarme, soy como mi espíritu o algo así.
Tenía ganas de llorar, pero también estaba enfadada, esto solo puede pasar en películas, o en libros como en este caso.
Esto no puede estar pasando, debo de estar dormida, sky despierta!-tomaba mi espiritual cabello con desesperación-SKYLAR!DEMONIOS DESPIERTA DE UNA JODIDA VEZ!- pero mis intentos por despertar eran en vano, lo que significaba que esto era la realidad. Mi cuerpo estaba en el hospital y no sabía en que estado estaba así que debería de ir para allí.
No sabía si podía volar al estilo fantasma, pero no lo intenté por no quedar en vergüenza, a pesar de que nadie me podía ver;así que decidí correr hacía el hospital mientras recordaba cual de los hospitales era, ya que lo había visto escrito en la ambulancia.
Luego de correr unos veinte minutos aproximadamente, entré al hospital sin necesidad de abrir la puerta, pues podía transpasarla.
Mientras buscaba con desesperación la habitación donde yacía mi cuerpo, pensaba en mil cosas a la vez al estilo medias estúpidas para calmarme como "si puedo traspasar las cosas de seguro podría volar" o "cuando encuentre mi cuerpo,¿me tendría que meter en él para volver a la vida? Esto de ser espíritu es difícil, no entiendo nada" y "no es tan malo como Mía(la protagonista de Si Decido Quedarme) lo describía" hasta que me encontré.
Estaba en una cama conectada a un montón de cables y tubos.Muchas heridas tapadas con gasas manchadas de sangre.mi cara estaba con algunas pequeñas marcas de sangre seca, lo que daba a notar que me limpiaron la cara con muy pocas ganas. Mi cabello estaba sucio y enredado,con pequeños metales y pedazos de vidrio del auto y también unas cuantas manchas de sangre.
Había conmigo en la sala unas enfermeras y un médico, y entre ellos tres hablaban de mi inconsciencia y de mi estado de salud. Ese tema me importaba,así que escuché lo que decía el médico.
-No es muy grave,Leticia-Asi de debe de ser una de las enfermeras, pero no se cual de las dos- A pesar del choque que fue muy brusco, solo se quebró el tobillo izquierdo y tubo una contusión en el cráneo, pero nada grave-con eso solté un suspiro de alivio-pero bueno, comuniquense con sus parientes para avisarles de su condición.
Entró una chica flaca y rubia con el uniforme de enfermera a tropezones, como si estuviera muy nerviosa, posiblemente sea su primer día de trabajo.
Le entregó unos papeles al médico y se retiró de allí dando los mismos tropezones de antes.
El médico leyó los papeles que le entregó la rubiesita escuálida y, antes de retirarse le dijo a las enfermeras que se queden cuidandome mientras que él iba a ver a otro paciente. Ellas asintieron y él se retiró.
Ambas se quedaron en la habitación anotando cosas en sus libretas como si fueran detectives o algo así; moviendo cables, ajustando tubos, y se movían tan rápido que parecía que tuvieran un tiempo para hacer todo eso y se les estaba acabando.
Me senté en una de las sillas que se encontraban ahí, observando cada movimiento de las señoritas.
Digo señoritas ya que no parecen de mucha edad, deben de tener como máximo unos veinte o veinticinco.una era algo con sobrepeso, pero nada exagerado; con un cabello ondulado entre anaranjado y rojizo, como teñido hace años una sola vez y nunca más lo volvió a teñir y unos ojos color café claros.la otra enfermera era como el opuesto de la primera; era flaquita pero con las curvas necesarias,unos ojos color azules claros casi grises y un cabello liso color negro carbón y muy brilloso.
Pasaron como dos horas y yo ya me estaba cansando, estaba aburrida, no me divertía ver a Leticia y a Mariana, así se llamaban las enfermeras,como hablaban de su vida, de mi condición, y cosas así.
Ahora que lo pienso,¿se habrán comunicado con mis amigos? Digo, ya que nadie vino a verme desde que entré al establecimiento.
Y como si me hubieran escuchado, Leticia dijo:
-Pobre chica, llamamos a todos sus contactos pero nadie vino-Puso cara triste. Mariana se sorprendió.
-¿Nadie quiso venir a verla?-se notaba preocupada, como si se tratase de ella y no de mí.
-La mayoría dijo que estaban ocupados y que iban a venir en cuanto podían, pero mire que hora es,no?-señaló el reloj de la pared con su mentón y puso cara como diciendo"que idiotas sus amigos"-y los demás ni contestaron.-miró con tristeza al suelo.
-¡Eso es horrible!-dijo Mariana con más tristeza que Leticia, al parecer ella más sensible que Leti.
Mari se acercó a mi cuerpo y acarició mi cabello con amabilidad,pero también en señal de tristeza y consuelo.
Quería llorar. Nadie de mis amigos quiso venir a verme. ¿por qué? Si fui buenos con ellos, o eso supongo.
Sin poder aguantar más las lágrimas, comencé a llorar por sentirme menospreciada, sentirme una mierda, ahora me encontraba sola, luchando sola por mi vida mientras que los demás ni se inmutaron en venir a verme.
Seguí llorando como unos cinco minutos, hasta que una de las maquinas que estaba conectada con mi cuerpo empezó a hacer el ruido como una alarma ruidosa, lo que me hizo sobresaltar y observar que pasaba conmigo.
Las dos enfermeras entraron en pánico.Leticia salió corriendo gritando por el doctor para que venga urgente, lo que me hizo entrar en pánico a mi también, ¿qué estaba pasando?
Mariana se puso a comprimir mi pecho para que mi corazón volviera a latir, lo que me hizo comprender que me estaba muriendo y eso me hizo entrar más en pánico ya que no sabía que hacer y obviamente no podía hacer nada.
El médico entró rápidamente y les dijo a las enfermeras que me colocaran distintos medicamentos mientras que él seguía con lo que estaba haciendo Mariana hace unos segundos.
Yo observaba todo, moviéndome de un lado para otro con desesperación y lágrimas brotaban de mis ojos ya que estaba a punto de morir.
Quería entrar en mi cuerpo y salvarme mi propia vida, pero a pesar de mis intentos por entrar en mí, no pasaba nada.
El médico estaba comprimiendo mi pecho con un poco más de fuerza,aunque parecía que sus intentos eran en vano.

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Este capítulo a pesar de que me parece que fue corto le tomé mucha dedicación así que espero que les guste y que hayan recomendado esta novela
Saludos!

Skylar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora