Skylar.

Hate.

"Ellos no vinieron a verte, ahora es tu turno de ir a por ellos para cobrar venganza."

Mi desesperación aumentaba cada vez que el médico presionaba mi pecho con fuerza para poder volverme a la vida; hasta que los ruidos provenientes de las máquinas cesaron, emitiendo solo un pequeño pitido que señalaba vida en mí.
Abrí mis ojos -los cuales no sabía que estaban cerrados- y vi como me desvanecía, suponiendo que eso significaba que estaba volviendo a mi cuerpo y a la vez, despertando.
Me desperté lenta y perezosamente abriendo mis ojos y estirándome un poco en la pequeña cama de hospital en la que me encontraba.Sentí algo pesado,grueso y duro en mi pie izquierdo;era un yeso por la fractura de tobillo.Perfecto,usaré muletas o silla de ruedas, lo que me faltaba.
Cuando estuve un poco más consciente de lo que pasaba a mi alrededor, me di cuenta que un médico sudoroso y exsausto y dos enfermeras con cara pálida y asustadas me miraban perplejos al verme tan tranquila luego de lo sucedido.
Los miré confundida, pues no sabía que más decir o hacer.
-Pensamos que te perdíamos, señorita Roberts.- Comentó el doctor Marshal Grimmes, según decía su etiqueta en su ropa.
No dije nada, solo me senté en la cama y fijé mi mirada en mis pies tapados por la sábana blanca que me cubría hasta la cintura.
Ambas enfermeras comenzaron a controlar algunos tubos y cables conectados en mí mientras que Marshal me decía cosas que no estaba escuchando ya que estaba concentrada en una pequeña voz que me hablaba en mi cabeza.
Skylar, mátalos a todos, no vinieron a verte en tu peor momento, ahora cobra venganza.
No puedo matarlos, no vinieron por asuntos más importantes...-contesté para mis adentros.
¿Qué puede ser más importante que su amiga en el hospital a punto de morir? Además, la mayoría no contestó porque estaba de fiesta-mientras decía eso, las imágenes de mis amigos en las fiestas de anoche donde miraban su teléfono con una llamada y lo guardaban sin atender aparecían en mi cabeza-  y los que dijeron que estaban ocupados en realidad estaban en sus casas tomando cervezas o haciendo cosas no muy productivas -dicho eso, las imágenes de algunos otros de mis amigos en sus casas riendo aparecieron en mi mente- no te engañes a ti misma, ellos no apreciaron tu amistad ni te valoraron en tu peor momento, prefirieron una fiesta y un par de cervezas en vez de estar contigo, ahora cobra venganza, eres libre de matarlos y hacerlos sufrir de la peor forma.
¿no será,no sé, un poco exagerado matarlos?
Al menos tortúralos, hazles algo para que sufran y para que aprendan a que con Skylar no se meten.
¡HAS ALGO!
Antes de que pudiera contestar, algo me sacó de mis pensamientos; Leticia me estaba sacudiendo preocupada para poder volver en mí.
¿Cuánto tiempo habré estado en ese estado de trance?
Toqué mi rostro y sentí algo húmedo, había estado llorando y no me había dado cuenta.Las sequé rápidamente y miré a Leticia quien me observaba con cautela.
-¿Pasa algo?-Pregunté obviando lo que había pasado hace segundos.
-Como estabas quieta, sin contestar y llorando, me asusté e intenté despertarte de aquel trance en el que te encontrabas-Respondió rápidamente.
-Ah...gracias-me limité a responder.
Ella sonrió y tomó una pequeña libreta.
-Bien...-comentó leyendo lo que había escrito allí- tienes una fractura en el tobillo izquierdo así que usarás un yeso por aproximadamente un mes junto con una muletas y podrás salir de aquí en una semana y media- dicho esto, sonrió y se fue dejándome sola junto a mi pequeña voz en mi mente.
El tiempo que esté aquí lo utilizaré para planear las futuras muertes "accidentales" de mis "amigos".
*una semana y media después*
Estaba lista. Miraba impaciente el reloj mientras que el doctor Grimmes firmaba mi alta para poder irme de aquí y empezar con mi majestuoso plan.
-Todo listo, tome las medicaciones que le recomendé por si siente dolores y cualquier problema sólo llama a mi nombre,¿esta bien?-comentó mientras me entregaba un papel con los nombres de las medicinas que debía tomar.
-Esta bien- contesté con una falsa sonrisa tomando el papel.
Comencé a caminar con dificultad a causa de no estar acostumbrada a usar muletas y me dirigí hacia la calle esperando a que pase algún taxi para ir a mi casa y poder planear con más claridad mi primer asesinato, el cual será esta noche.

Ya de noche y con todo lo que necesito para mi plan, me dirigí hacia la casa de mi primera víctima: Poly.
Tomé un taxi ya que mi auto está en el mecánico por el incidente.
mientras miraba por la ventana, recordaba cada paso que debía hacer y la razón de porque tenía que hacerlo: Ya que ella está con arresto domiciliario, los policías le dieron la oportunidad de ir a verme acompañada de un oficial,pero ella cínicamente dijo que no porque "tenía sueño".
Ahora vas a dormir, pero para siempre.
Llegué a mi destino y bajé cuidadosamente para que nadie ni nada me detectara, tendría que ser muy silenciosa.
Caminé con las muletas hacia el portón de madera que separaba la calle de su casa.
Pasé las muletas lo arriba primero y luego salté yo sin caer en mi pie fracturado haciendo el menor ruido posible.
Caminé sigilosamente hacia el patio trasero y abrí la puerta que daba a la cocina;entré dejando las muletas afuera ya que harían mucho ruido y despertarían a Poly, así que caminé haciendo la menor presión en mi pie posible y sin golpear el yeso ya que,contra las baldosas del suelo, haría un fuerte sonido.
Comencé a buscar todas las ventanas, puertas y todo lo que de hacia el oxígeno de afuera y las bloqueé para no tener contacto con el aire del exterior y estar respirando solo el aire de la casa.
Antes de seguir con el siguiente paso, me aseguré que todo estuviera en su lugar y que no entre ni salga ni un poco de aire.
Acto seguido, fui a donde se encontraba una estufa de gas en una habitación cerca de donde se encontraba ella durmiendo.
Abrí la estufa y rompí silenciosamente el caño de gas del cual salía el mortífero monoxido de carbono.
Me puse una pequeña máscara de gas que traía en mi ropa para no respirar el monoxido y me dirigí lo más rápido que pude hacia la cocina.
Corrí el horno,rompí el caño con mucho más de ese mortífero gas y salí rápidamente de aquella casa cerrando la última puerta desde afuera.
Tomé mis muletas y "corrí" a como pude fuera de ahí hacia la parada de taxis esperando a que alguno me llevara a casa lo más rápido posible.
Me senté a esperar mientras pensaba en que no había dejado huellas gracias a los guantes y no me había olvidado nada que me pueda inculpar.

Cuando llegué a casa, me acosté tirando las muletas a un costado de la cama, me acomodé y antes de dormir me dije:"otro día, otra muerte."
Cerré los ojos.
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Hola buenassss espero que les guste no olviden comentar y dar estrellita si les gustó este capítulo :3
Cualquier cosa me avisan *w* recomienden la novela!
Saludos!