Academia Zwein

Te Quiero II

En el velorio estaban todos los conocidos de mis padres la mitad de todas las personas eran completos desconocidos para mí, también habían ido Mery y Emily ellas dos no se separaban de mi mientras Fernando pasaba saludando a todos los presentes y recibiendo sus condolencias, por alguna razón ver a todas esas personas llorando y dando sus condolencias me hervía la sangre, Mery y Emily querían preguntarme como me sentía pero no eran capaces, en dado momento me levante de donde estaba sentada - estoy bien chicas no se preocupen - les dije antes de alejarme, me dirijo hacia el ataúd donde yacía en cuerpo sin vida de mi madre, mi padre estaba allí dialogando con algunas personas al yo acercarme lo suficiente para que ellos me vieran de inmediato me dieron sus condolencias y decían que esperaban que yo pudiese salir adelante y no aguante más...

- Dan asco - dije a medio gritar

- Sam - me reprendió mi padre

- No papá es la verdad todos aquí dan asco lamentándose por la muerte e mi madre cuando jamás la llamaban, visitaban, jamás les importo que pasara con ella y ahora que está muerta ahora si la quieren, ahora le traen flores, lloran por ella, me da asco saber que hago parte de una familia así - grite, grite esas palabras a todo pulmón, toque el ataúd y en un murmuro dije - yo también te quiero - di media vuelta dispuesta a irme

- A mí me da asco saber que tengo una hija tan insolente como tú, fue un error que nacieras - no, no me lastimo sinceramente quería escucharlo, salí de ese lugar corriendo note que mis amigas y mi hermano iban tras de mí, y empezaron a brotar las lágrimas iba a pasar la calle cuando escuche el chillido de unas llantas al frenar gire para mirar que había provocado el ruido, me encontré con la mirada penetrante de un chico que estaba encima de una moto negra ,escuche a Mery gritar mi nombre, no sé qué rayos tenía en la mente pero rápidamente subí a la moto del chico

- Arranca - chico pa obediente arranco sin refutar, se fue por un montonón de rutas hasta llegar al frente de una cafetería donde se estaciono, yo observe todo a mi alrededor y luego baje de la moto

- Gracias - me gire para irme pero él me tomo del brazo, me gire para mirarle y el me jalo asía el

- ¿Que fue eso? - no debería pensarlo pero me encanta esa voz, le mantuve la mirada fija por unos segundos - pude haberte matado ¿Cómo eres tan imprudente? - ¿Qué? Creí que preguntaba porque subí a su moto o algo así, quede sin palabras, se bajó de la moto sin soltarme y sin quitar su mirada, me soltó y limpio mis lágrimas, no me había dado cuenta que seguía llorando

- Te invito un café - hizo una seña hacia la cafetería yo hice una media sonrisa, ¿Por qué hice eso? - supongo que es un si - ahora la sonrisa fue suya, se encamino hacia la entrada de la cafetería y sin darme cuenta yo iba detrás suyo, el eligió una mesa en el segundo piso un mesa que se encontraba en el balcón, la única que se encontraba en el balcón, corrió la silla para que me sentara y luego se sentó en frente

- Entonces Sam me puede explicar que ha pasado - eso me sorprendió sabia mi nombre como no se

- ¿Cómo sabes mi nombre?

- Una de las chicas que iba tras de ti grito tu nombre antes de que subieras a la moto ¿recuerdas? - realmente no recordaba ese hecho estaba completamente empeñada en salir de ese lugar que no lo note

- Bueno pues no ha pasado nada importante

- ¿por qué llorabas?- insiste , antes de que pudiera responder entra en escena la mesera

- Disculpen ¿Qué quisieran ordenar?

- Un café negro - pidió el chico que tengo enfrente un segundo después la mirada de la mesera se posó en mi

- ¿lo mismo? - lo pregunte al parecer la mesera no lo noto solo se fue el chico espero un poco antes de volver a preguntar

- ¿Por qué llorabas?

- Porque mi madre murió, me encontraba en su velorio

- ¿Por qué saliste corriendo de allí? - no me ofreció sus condolencias al escuchar que mi madre murió como aria cualquier otra persona, adoro a este chico, la mesera volvió con los dos cafés

- Desean algo mas - el no dijo nada. Yo ya me sentía mejor así que...

- Una tarta de chocolate - nuevamente se fue, esta vez demoro menos en traer el pastel, al dejarlo en la mesa nos ofreció una dulce sonrisa y se fue

- ¿Por qué saliste corriendo de allí?

- Que insistente - tomando un sorbo de café, el mantuvo su mirada fija por unos segundos - está bien, salí corriendo porque mi padre dijo que me odiaba y que el dejar que yo hubiese nacido fue el peor error que cometió ademas ya estaba aburrida en ese lugar, muy deprimente - dije mientras llevaba un trozo de pastel a mi boca

- Entonces subiste a mi moto para escapar de tus amigos o familiares que te seguían solo para que no hisieras una estupidez

- Si exactamente por eso

- Y yo que imagine que habías sido secuestrada te habías escapado y tus secuestradores te perseguían

- Es lo más tonto que he escuchado

- Tal vez - en este momento no puedo hacer más que sonreír

- Y tu nombre

- Anthony - ya habíamos acabado de comer, pero él no tenía intención de querer irse, así que yo me levante

- Creo que ya debería ir a casa

- Muy bien yo te llevo

- No, no es necesario ya hiciste mucho

- Dime siquiera sabes en donde te encuentras

- eh, no ni la más mínima idea

- Y por eso yo te llevo a tu casa

- No vas a aceptar un no ¿verdad? - su mirada fue respuesta suficiente - okey vamos - tampoco acepto mi dinero para pagar la cuenta lo cual fue bueno en realidad no llevaba dinero, ya fuera me pregunta

- ¿sabes dónde es tu casa verdad? - saque mi celular y le mostré una dirección que tenía anotada en el celular logro  reprimir una carcajada - bueno eso sirve - subió a la moto y yo le seguí, sinceramente no sé por dónde cogió pero nos demoramos una eternidad en llegar, cuando baje de la moto por poco me caigo como hice para no terminar en el piso no lo sé pero quede recargada sobre las piernas de Anthony, me separe rápidamente sabía que tenía la cara roja pero hice todo lo posible para ignorarlo

- Gracias por todo - le sonreí y camine hacia la casa en la puerta gire para ver si seguía allí pero ya se había ido, al entrar subí derecho a mi habitación y me encerré.