ℳaѕĸed тearѕ - Jikook//Kookmin

Parte 2: costumbre...

capitulo 2 :

Me desperté con el horroroso sonido de mi despertador, si de por sí el sonido era molesto, que estuviera casi estropeado hacía de mis despertares terribles maneras de empezar el día. Con toda la pereza del mundo me levanté de la cama y me dirigí a la ducha para mis cinco minutos de calma bajo el agua.

No tenía ningún tipo de ganas de volver a clase. Lo único bueno de todo aquello es que volvería a ver a momo, la única chica a la que podía llamar amiga. Lo demás sería lo mismo de siempre, profesores despreocupados de sus alumnos, la misma mezquindad de compañeros que sólo te critican y se ríen de ti sin saber que sin su colaboración tu vida ya es un verdadero infierno... Sí, desde luego estaba deseando volver, claro que si jimin-ssi!!

Bajé y preparé el desayuno para los cuatro, claro. No quería volver a casa y encontrarme con la reprimenda de "¿Por qué no has hecho el desayuno para todos? ¿Tan egoísta eres?", umji en esas ocasiones solo me miraba apenada, la entiendo, si algunos de nosotros contesta para defender a el otro recibiriamos una buena abofetada...y si...ya casi eran cosa de mi rutina. Subí, me puse un pantalón cualquiera negro, camisa azul, con una sueter encima, mis botas militares negras y me tire el cabello hacia atras, no tenía ganas de verme bien, ¿Para qué?
Cogí mi mochila y la chaqueta y salí de casa para encaminarme hacia el instituto. Hacía bastante frío, incluso casi me lloraban los ojos y las manos empezaban a entumecerse, mas que habia olvidado por completo mi barbijo, Mientras caminaba veía pasar los coches de algunos de mis compañeros, aquellos que carecían de preocupaciones y de problemas reales, tan sólo que estuvieran bien para los vasallos que suponíamos todos los demás.

-¡Hola!- cuando llegué a la primera me mis clases fui directa a sentarme con Momo. La rubia estaba sentada en el pupitre que cogimos como nuestro desde el primer día. No sé cuántos años llevábamos ya conociéndonos, pero desde luego era una persona en la que podía confiar. Atisbé unas pocas migas en la mesa.
-¿Ya estás comiendo?- le pregunté con una leve sonrisa.
-Oye, tengo hambre- se excusó ella.
-Ya veo- me senté y dejé mi mochila sobre la mesa.
-¿Qué tal tus navidades?- aparte de los golpes y las reprimendas...
-Bueno- me encogí de hombros. No quería que ella supiera lo que era mi vida, no quería meterla en aquel embrollo, suficiente tenía con aguantarme normalmente. – Nada de especial...
-¿Cómo... cómo sigue tu hermano, umji? Ella esta bien ?- noté el reparo que tenía al hacerme esa pregunta, claro que era comprensible.
-Pues...umji esta bien y mi hermano... igual, para qué mentirnos... ¿Qué tal tus navidades?- pregunté rápidamente cambiando de tema.
-Como siempre.

El profesor entró en la clase acompañada de una chica castaña, alguien nuevo supuse, ya que no la había visto antes.

-Chicos, antes de empezar la clase nuestro útil director me ha pedido que haga de nuevo su trabajo y presente a la alumna nueva- dijo rodando los ojos. Se escucharon risas. Éste era uno de los pocos profesores que me caía bien. Su humor sarcástico y cínico eran unos buenos puntos, no sé por qué, me agradaba. – Bueno, esta es...-buscó el nombre en la lista- bae joo hyun... irene – La chica saludó con su mano, algo cohibida porque todas las miradas del aula estuvieran puestas en ella. – Sinceramente espero que sobrevivas en esta jaula de grillos- dijo el profesor sentándose en la mesa, como era costumbre. La chica pasó por al lado del pupitre que compartía con la rubia y nos sonrió, ambos se lo devolvimos, bueno, yo lo intenté. Hacía mucho que no sonreía de verdad. Me dispuse a escuchar la clase no sin antes estirar mis mangas para que llegaran hasta la mitad de los dedos.

El ahora hacía eso por costumbre. Pronto, se convertiría en la manera de ocultar su secreto...