Parte 3: las tentaciones...

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capitulo 3 :

Las clases pasaron lentas y aburridas. No, desde luego el nuevo trimestre no iba a traerme ningún cambio. A la hora de comer, Momo y yo nos encontrábamos sentados en la mesa de siempre.

-Hola- alzamos nuestras miradas, interrumpiendo nuestra conversación, para encontrarnos con Irene delante de nosotras, con la bandeja en sus manos.- ¿ les importa que me siente aquí?- ambos negamos con la cabeza.
-¿No preferirías sentarte con alguien un poco más... normal?- pregunté mirando al resto de gente con cara aborrecida.
-Espero que estés de broma... ustedes son los únicas normales- dijo mirando a nuestro alrededor.
-Vaya, alguien con criterio...- susurré.
-No llevo aquí ni un día entero y ya hay gente a la que no soporto- confesó la morocha.
-Y lo que te queda...- dijo Momo- ve teniendo paciencia.

Al salir de la escuela caminé hasta casa con una ligera esperanza de que hoy Dean no encontrara ninguna excusa para poder golpearme y de segura ya lo hizo con umji ya que no la vio en el colegio. El día había mejorado bastante desde la mañana, ahora lucía el sol, pero seguía haciendo frío, las calles de seoul eran bastantes frias y su cara estaba completamente adormecida por el frio.
Llegué a casa y entré para encontrarme con un Dean furioso. Genial, ahora ¿Qué habría pasado?

-Por favor, cálmate. – mi madre le rogaba-
-¿Cómo quieres que me calme? ¡Es el tercer trabajo del que me echan en dos meses, joder!- Oh, con qué era eso. Por lo visto hicieron caso omiso de mi llegada a casa.
-Encontrarás otro pronto.
-¡Calla de una vez!- vociferó- ¡No haces más que cotorrear en todo el día! ¿Quién te va a mantener si no? ¿El vegetal de tu hijo?- eso me sacó de mis casillas.
-¿Quién te crees que eres para hablar así de Jihyun?- él sólo se giró hacia mí lleno de ira, la cual se podía apreciar en sus ojos. Me esperaba la típica respuesta o comentario despectivo, cosa que podía soportar, pero por lo visto hoy Dean no estaba para aguantar absolutamente nada. No pude ver cuándo ni por dónde venía, sólo sé que de repente sentí un brutal contacto contra mi mejilla, tal, que me hizo ir en dirección a la pared, contra la que choqué rebotando incluso. Mi mano fue directamente a mi mejilla y miré a Dean con los ojos muy abiertos y cristalinos. No era la primera vez que él me golpeaba, pero sí la primera que lo hacía de tal manera. Como siempre, mi madre se quedó parada en el sitio, con sus dos manos en la boca, pero sin acercarse a mí para hacer la típica pregunta de "¿Estás bien?" por mucho que la respuesta fuera totalmente evidente.
-Vete a tu cuarto ahora mismo, no bajes si no es estrictamente necesario. – me quedé dónde estaba, intentando asimilarlo todo, viéndome incapaz- ¿No me has oído? ¡Márchate ahora mismo!- conseguí levantarme y correr escaleras arriba. Me metí en mi habitación y me senté apoyada en la puerta para empezar a llorar. Estaba asustado, verdaderamente asustada. Nunca antes se había comportado de una manera tan brutal, odio ser tan fragil y flacucho en estos momentos.
Después de unos quince minutos sumergido en el llanto me dirigí al cuarto de baño con la intención de lavarme la cara. Al encender la luz algo encima del mueble llamó mi atención. Al lado de las gasas que mi madre se ponía en el tobillo que tenía mal estaban las tijeras. Me quedé mirándolas y una tentación enorme se me pasó por la cabeza. Negué con la cabeza, no, no podía hacerme eso, era una locura. Me lavé la cara y me fui a mi habitación de nuevo, consternada por la locura que se me había pasado por la cabeza.

LAS TENTACIONES SON MALAS, Y LA UNICA MANERA DE DESHACERSE DE ELLAS ES CAYENDO...  

ℳaѕĸed тearѕ - Jikook//KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora