-𝙹𝚞𝚒𝚌𝚒𝚘: 𝙴𝚛𝚒𝚌𝚔

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Pasaron días que se sintieron como años para Jen. La tensión crecía mientras Leslie ultimaba cada detalle del caso. Finalmente, el día del juicio llegó. Jen se sentó entre el público, con las manos entrelazadas y el corazón latiendo con fuerza. Frente a ella, Lyle entró escoltado, vestido con el uniforme de prisionero, pero con la cabeza en alto. Al verla, le dedicó una leve sonrisa que hizo que su determinación se fortaleciera aún más.

Leslie comenzó con fuerza, presentando la defensa basada en el abuso que Lyle y Erik habían sufrido a manos de sus padres.

—Este no es un caso de hijos malvados asesinando a sus padre—declaró Leslie, mirando al jurado—. Es la historia de dos niños que vivieron un infierno y que, en un acto de desesperación, trataron de escapar de ese ciclo de abuso.—

La fiscalía intentó desacreditar las pruebas, pintando a Lyle y Erik como jóvenes manipuladores y ambiciosos. Pero Leslie se mantuvo firme.

Erik Menéndez se levantó lentamente y caminó hacia el estrado, sintiendo el peso de cada paso. Su rostro, normalmente en calma, reflejaba la angustia de los recuerdos que había tenido que guardar durante años. Jen observaba desde su asiento, con la mente preparada para lo que vendría, pero con el corazón golpeado por la crudeza de lo que estaba a punto de escuchar.

Erik comenzó a hablar, su voz temblorosa pero decidida. Leslie, su abogada, lo había preparado, pero las palabras aún se le atoraban en la garganta.

—Erik, ¿puedes contarnos sobre tu relación con tu padre? —preguntó Leslie con suavidad, buscando guiar a Erik para que abriera su alma ante el jurado.

Erik cerró los ojos por un momento, recordando lo que había pasado, y finalmente empezó.

—Mi padre… mi padre nos controlaba. Nos amenazaba constantemente. No era solo el castigo físico. A veces, nos hacía… cosas que no podía entender. Cosas que me destruyeron por dentro.—

Jen sintió cómo su corazón se aceleraba. Sabía lo que venía, pero no dejaba de impactarla oírlo directamente de la boca de Erik. En ese momento, las palabras que él estaba por decir se sintieron como un grito del alma.

—Una vez, después de hacerme lo que él hacía, me dijo que si no lo hacía, le haría lo mismo a Lyle. Para que me mantuviera en silencio. Empecé a hacer cosas para intentar olvidar el sabor, como ponerle limón a mi comida, porque el sabor… me quedaba mucho tiempo.—

Un murmullo recorrió la sala. Algunos miembros del jurado no podían evitar las lágrimas, mientras que otros se mantenían inmóviles, incapaces de procesar la gravedad de lo que Erik acababa de compartir. El fiscal intentó interrumpir, pero el juez no permitió que se detuviera el testimonio.

—¿Cómo te sentías después de eso, Erik? —preguntó Leslie, buscando entender el daño psicológico que sufrió.

—No sabía cómo seguir viviendo así. Pero lo peor no era solo el sabor ni lo que me hacía. Lo peor era el miedo. El miedo de que, si no lo hacía, alguien más sufriría. Y siempre pensé en Lyle, que tal vez él pasaría por lo mismo si yo no lo hacía.

Jen no pudo evitar que las lágrimas se desbordaran. Sentía una mezcla de tristeza y rabia al escuchar el sufrimiento de Erik.

Erik continuó con su testimonio, cada palabra parecía más pesada que la anterior, pero era la verdad. La dolorosa verdad que por fin estaba saliendo a la luz. El abuso, el control, el miedo constante. Cada detalle que contaba era como una carga menos que debía llevar.

—¿Qué sucedió después, Erik? ¿Cómo llegaste al punto de tomar la decisión que tomaron esa noche? —preguntó Leslie, con su voz llena de compasión.

Erik se quedó en silencio por un momento, mirando al jurado, como si esperara una respuesta que no podía encontrar. Finalmente, soltó una palabra, que resonó en la sala como un eco.

—Huir. Fue como si ya no pudiéramos huir de él. El miedo y el abuso nos arrastraron hasta un punto en el que ya no podíamos más. Tomamos una decisión que sentíamos que era nuestra única salida.—

Jen apretó los puños, viendo cómo el testimonio de Erik estaba tocando una fibra tan sensible en todos los presentes. Sabía que el jurado estaba escuchando, pero también podía sentir el dolor de Erik en cada palabra.
































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Ya casi el finalll ay noo! Pero estos capitulos que he estado pues subiendo son recompensa por los días que las dejé abandonadas, una disculpa de nuevo
Si me equivoco en algo avisaan, plis!  El testimonio de Lyle se los dejo hoy por la madrugada o hoy por la tarde, más probable en la madrugada pq ahí tengo más imaginación JAJAJ los ammmoooo<3

𝐓𝐡𝐞 𝐥𝐨𝐨𝐤 𝐨𝐟 𝐥𝐨𝐯𝐞     - Lyle Menéndez. ⁺¹⁸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora