La hermana de Potter/ Draco Malfoy y ________ Potter/ +18. /en curso.

17.Las consecuencias no siempre son malas

— Vete — yo seguí con mi labor, igual en su habitación si hay algo entretenido, aunque no lo creo, todo es demasiado aburrido.

— Nah, me aburro, y ver tu habitación me quita aunque sea un poco el aburrimiento. — él se levantó de la cama, y se acercó a mí peligrosamente, vale, esto está dejando de ser un juego. — ¿Qué haces Draco? — me empujó hacia una pared y me encarceló en ella con sus propias manos, Mierda.

— Te dije que te fueras, no me hiciste caso, ahora te toca cargar con las consecuencias.....

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Las consecuencias no siempre son malas
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— ¿Qué pretendes hacer Malfoy? — estaba demasiado cerca, me empezaba a asustar, no sé qué tiene pensado hacer, pero tampoco quiero que lo haga.

— No se, lo que se me ocurra — se acercó más, tanto que nuestras narices se rozaban, sentí su respiración chocar contra la mía en armonía. — Sabes _____, eres más guapa de cerca, con tus ojos verdes, tu pelo rubio cenizo, tus labios rosados y carnosos, esas minis pecas en tus mejillas, ese leve sonrojo que te sale cuando estás nerviosa.... — sus ojos se encontraron con los míos — eres realmente hermosa.

— Dime algo que no sepa — él sonrío, no sé qué le está pasando ahora mismo.

— Potter, ¿nunca dejas que nadie sea amable contigo? — yo bufé.

— Proviniendo de ti, nada es un halago. — rio por lo bajo, ¿qué le hace tanta gracia?

— Me gusta verte siempre a la defensiva, como si temieras que alguien te hiciera daño, o algo así, dime _____, ¿me tienes miedo? — agarró mi barbilla con sus dedos para que lo mirara solo a él.

— ¡Claro que no, imbecil! — me soltó la barbilla y negó con la cabeza.

— ¿No te cansas de ser tan fastidiosa?

— ¿Por qué me tienes aquí acorralada? — él devolvió su vista a la mía, haciendo que conecten de nuevo.

— Me gusta verte a mi disposición, es divertido ver cómo te resistes a mis encantos. — yo negué

— ¿A esto le llamas encantos tú? — el asintió. — Pues ya vamos mal...

— ¿A qué te refieres Potter? — soltó con soberbia.

— Solo estás soltando estupideces por la boca, y encima te atreves a llamarlo "encantos", Eso es muy patético, que lo sepas — volvió a coger mi barbilla pero esta vez de una forma menos delicada.

— Ya no puedo decir que eres hermosa, porque ahora hasta eso son "estupideces", tú sí que eres patética — rodé los ojos como respuesta.

— Me da igual lo que pienses o lo que dejes de pensar sobre mí, solo déjame irme de una vez, que quiero dormir. — el negó

— ¿Recuerdas que hace unos minutos te dije que te fueras y no me hiciste caso? — giraría la cabeza, pero con la presión que está haciendo en mi barbilla se me hace imposible — Ahora te toca cargar con las consecuencias.