Una Mentira, Un Error, Un Amor {Z.M}

Capítulo 7- Álbum de fotos.

Ivy.

Sentí como alguien me movía por mi hombro. Alguien me llamaba, pero mi sueño era más fuerte que él. Después de varios intentos noté que era Zayn quien intentaba despertarme.

— ¿Qué pasa? —dije adormilada.

—Vamos… hay que bajar —abrí un poco más los ojos y vi que todo ya estaba encendido.

—Oh, va veo.

Me ayudó a bajar de la cabina. En cuanto lo hice, una ráfaga de frío me inundó por completo. Zayn me pasó el oso antes de que él saliera. Con tanto frío que hacía me abracé al oso al tiempo que bajaba de la plataforma del juego.

— ¿Tienes frío? —me dijo Zayn a un lado de mí.

—Demasiado.

—Ven —me abrió sus brazos y no dudé en ir a ellos.

—Ahora no tendrás frío —me dio un pequeño beso en los labios. Tras ese pequeño gesto comenzamos a caminar.

— ¿Y las chicas? —pregunté.

—Ya están en el auto, Doniya tiene llaves.

— ¿Cuándo las llamaste?

—Cuando dormías. Y… te ves linda durmiendo —me dio un beso en mi cabeza.

—Gracias —sentí como me ruboricé.

Me abrazo más y más. Al llegar al carro, vimos que las chicas ya estaban a punto de quedarse dormidas. Les pedimos las llaves para poder meter el gran oso en la cajuela.

— ¿Doniya puedes conducir? Estoy un poco cansado —dijo Zayn en cuanto entramos al auto.

—Sí, claro.

En lugar de irse en el asiento del copiloto, se sentó a un lado de mí en el asiento trasero, haciendo que yo quedara en medio.

En cuando Doniya comenzó a conducir me recargué en el hombro de Zayn y lo abracé. Él recargo su cabeza sobre la mía, sabía que tenía tres miradas posadas en nosotros pero no nos importaba. Comenzó a acariciarme el cabello y fue cuando me quedé dormida otra vez.

Sentí como alguien me cargaba entre sus brazos y subía las escaleras. Quería verle el rostro pero tenía demasiado sueño para ver. Alguien dijo algo que no pude escuchar o entender. Abrieron la puerta y me recostaron en mi cama, lo sabía porque mi cuarto tenía un olor característico.

—Buenas noches cariño, sueñas lindo —dijo Zayn casi en susurro para después darme un beso en la frente—. Bueno Xime… me voy antes de que mis padres me regañen. —volvió a decir ya en el umbral de la puerta.

—Te acompaño a la puerta —dijo ella.

—Gracias.

Cerraron la puerta y salieron.

Fue cuando desperté. Caminé hasta la ventana y vi como cruzaba la calle para irse a su casa.

Zayn.

A la mañana siguiente despertamos todos temprano para que nuestros padres no se dieran cuenta de que llegamos ya tarde a casa, por suerte para las chicas y para mí ellos llegaron más tarde que nosotros de cenar.

Waliyha y yo hicimos el desayuno: waffles, jugo de naranja y fruta picada. Al terminar de desayunar, decidí que quería hablar un poco con los chicos para decirles sobre Ivy.

— ¡Zayn! —escuche gritar a Harry desde el otro lado de la línea.

—Hola Harry.

— ¡¿Quién es, Hazza?! —grito Lou antes de que pudiera decir algo más.