Capítulo 8- Películas & dulces.

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Ivy.

Al terminar de comer Zayn y yo nos fuimos a la sala a seguir viendo las caricaturas.

— ¿Crees que en verdad tenga una junta? —solté de la nada.

—Lo dudo. Me parece que está saliendo con alguien.

—No lo sé… no lo creo.

— ¡Oh, vamos! Eres una chica, sabes que ustedes se arreglan cuando es una ocasión especial.

— ¿Cómo lo sabes?

—Vivo con tres chicas… bueno con dos chicas y media. — Hubo un silencio— ¡Uy! —me giré hacia él y vi que tenía una gran sonrisa.

— ¿Qué? —comencé a reírme.

— ¡Uy! ¡Tu mamá tiene novio!

— ¡Cállate! No es cierto.

—Esta celosa —me dijo entre risas.

— ¿Celosa? ¿Yo? ¿Y eso?

—No lo sé… se me ocurrió.

— Eres un tonto —le di un pequeño golpee en el brazo.

—Me dijiste tonto… —me dijo con fingida tristeza.

— ¿Me perdonas? —dije tiernamente.

—No lo sé… Me dijiste tonto… —bajó la vista—. Y eso me dolió.

—¡Oh, vamos! —comencé a darle pequeño besitos en los labios—. ¿Sí me perdonas?

—Uhm, está bien —dijo con media sonrisa.

Nos acercamos otra vez y nos volvimos a besar, esta vez fue uno más profundo. Sentía una especie de paz, de diversión o tal vez armonía al sentir sus labios junto a los míos.

—Espera… —me dijo y se separó un poco de mí—. Tengo una llamada.

Asentí y me senté donde momentos antes había estado. Zayn sacó del bolsillo de su pantalón su celular. Tenía unas ganas terribles de saber quién era el que había interrumpido ese bello momento para mí. Después de colgar me miro con una gran sonrisa.

— ¿Quieres rentar películas? —me preguntó con una mirada que me derretía.

— ¡Sí! —Me fascinaba la idea—. ¿Y también compramos dulces?

—Excelente idea —se paró del sofá.

—Espera… no le he pedido permiso a mi mamá.

—Tranquila, ella fue la que me llamo —pausó divertido—. ¡Seré tú niñero!

— ¿Qué? ¿Es en serio? —no podía parar de reír. Me imaginé a Zayn con varios niños chiquitos y él lleno de papilla.

— ¿Ya me imaginaste lleno de papilla, cierto? —me dedicó una mirada asesina para después soltarse a reír conmigo—. Ya mejor vamos —me extendió la mano y se la tomé.

—Está bien, mi dulce niñero. —Tomé las llaves de la casa y salimos. Cerré con seguro.

— ¿Podemos pasar por algo a mi casa primero? —me preguntó.

—Sí, claro. —Entrelazamos manos y cruzamos la calle hasta su casa. Al llegar no vimos a nadie.

— ¿Me esperas en la sala mientras busco a mis padres en su habitación? —asentí y me dio un tierno beso sobre los labios.

Zayn subió las escaleras y yo me senté en el gran sofá de la sala que estaba frente a la TV. Al otro lado de la sala había un estante en la esquina. Me paré cuidadosamente y comencé a caminar hasta el estante en silencio. Al llegar vi que eran fotos de todos. ¿Cómo era posible que jamás hubiera visto esto?

Una Mentira, Un Error, Un Amor {Z.M}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora