Una Mentira, Un Error, Un Amor {Z.M}

Capítulo 13- Zayn Malik de One Direction.

Ivy.

Llegamos a un restaurante hindú. Gordon estacionó el auto frente a la puerta del restaurante haciendo que el Valet Parquin se hiciera cargo de estacionar el auto. Un chico de la edad de Doniya me abrió la puerta. Tomó mi mano ayudándome a bajar.

—Cuidado señorita —dijo él percatándose de mis tacones.

—Sí, gracias —le dediqué una media sonrisa.

Comencé a caminar junto con mamá y Gordon. Él había reservado una mesa que estaba un poco apartada del resto, tomamos asiento y comenzamos a checar el menú para ver que ordenar. Tras 10 minutos, los cuales conté debido a mi nerviosismo, el mesero tomo la orden.

En cuanto el mesero se fue, mamá se excusó para ir al baño. Me quedaría a solas con Gordon. Debía de hablar con Gordon sobre lo que vio. No quería que le contara a mi mamá. ¿Cómo se supone que le diría?

—¿Gordon? —comencé a decir. Se notaba el nerviosismo en mi voz.

—Dime —dijo él. Hice un esfuerzo sobrehumano para dejar mi nerviosismo a un lado.

—Quería pedirte un favor —hice una pausa—. ¿Podrías no decirle a mi mamá lo que viste al llegar a casa?

— ¿Te refieres al chico con el que estabas? —asentí—. No diré nada, pero ¿él y tú son novios? —sentí como al pronunciar esa frase se me vino de nuevo el color al rostro.

—Sí, pero no queremos que nadie sepa lo nuestro.

— ¿Y eso? Se supone que si dos corazones se aman van a querer que todo el mundo sepa sobre su amor.

—Yo lo amo y sé que él también lo hace, ahí no hay problema. No queremos que nuestros padres lo sepan porque habría problemas.

—Entonces ten por seguro que Caroline no sabrá nada de esto.

—Muchas gracias.

Le mostré una tímida sonrisa a la que él respondió. Pronto llegó mamá y se sentó junto con nosotros. No podía dejar de pensar que se veían muy felices los dos y lo feliz que yo me sentía al ver a mamá volver a enamorarse.

Gordon era una persona de mente abierta, gentil, amable, sincera, buena persona, entre demás cosas. Estábamos hablando de algunas cosas cuando mamá interrumpe la conversión.

—Gordon, creo que ya es tiempo —dijo ella.

— ¿Estas segura? Pensé que esperaríamos hasta llegar a casa.

— ¿Mamá? ¿Qué está pasando? —intervine.

—Hija… —tomó mi mano y volteó a verme a los ojos—. Gordon y yo tenemos saliendo más tiempo del que tú crees.

— ¿Cuánto tiempo?

—6 meses aproximadamente —intentó sonreír—. Y tal vez es un poco apresurado, pero Gordon y yo pensamos en que sería bueno que él se fuera a vivir con nosotras… y queríamos saber qué opinas al respecto.

Me quedé callada por varios minutos asimilando lo que mamá me había dicho. Esto era algo nuevo para ambas: un hombre en casa. No estaba segura si eso podría llegar a ser seguro, pero teníamos que tomarnos ese riesgo. Apenas y conocía a Gordon, pero por las pocas horas que llevaba de conocerlo me había parecido el hombre correcto para mamá.

— ¿Ivy? —escuché la voz temblorosa de mi madre.

—Sí, me gusta la idea. Si eso te hace feliz, entonces a mi igual —le sonreí.

— ¿No quieres tiempo para pensarlo? —me preguntó Gordon.

—No, sé qué harás feliz a mi mamá y con eso me basta.