Capítulo 11- Gracias por la ayuda.

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Zayn.

Estuvimos un poco más de tiempo en casa de Ivy hasta que papá me habló, teníamos que volver a casa. Cuando las chicas se fueron me quede un rato más con Ivy. Había vuelto a comenzar a llorar.

—Ojitos…, por favor no llores.

—Siento que si te vas ahora… te irás para siempre.

—Eso no pasara, no me iré hasta… hasta… —mi voz se entrecortó.

—… hasta que te vayas —terminó ella la frase.

—Sí —bajé la cabeza.

—Es… es mejor que te vayas antes de que tus padres te regañen…

—Gracias por recordármelo.

En el umbral de la puerta, me despedí de ella con un beso en sus labios. Crucé la calle mis muchas ganas. Al llegar a la entrada de la casa saqué mi teléfono y marqué el número de Xime.

¿Bueno? —contestó ella.

—Hola Xime, soy Zayn. Tengo un problema y creo que tú me puedes ayudar.

¿En qué? —se escuchaba preocupada.

—Es sobre Ivy, estuve a punto de decirle la verdad.

¿Y qué pasó? ¿Por qué no se la dijiste?

—Estábamos hablando sobre mi regreso a Londres y… verla así de frágil me hizo decirle quien soy. Pero, supe cómo reaccionaría y… no quise que me mirara con odio, no podía aguantarlo.

¡Diablos Zayn!                No podemos hablar de esto por teléfono, ¿puedes venir mañana a mi casa?

—Claro, pero ¿Y Ivy?

Acompañara mañana a su mamá al centro comercial y según sé estarán ahí caso todo el día

Tras acordar la hora para vernos al día siguiente me despedí y colgué. Entré a casa y me topé con que mis padres estaban mirándome fijamente mientras veían la televisión. Con el ceño fruncido caminé escaleras arriba hacia mi habitación.

Cerré la puerta y me dejé caer sobre la cama. Mis pensamientos seguían fijos en decirle la verdad a Ivy. Detuve mis pensamientos en cuanto alguien tomó la puerta.

—Adelante —Doniya apareció en ella.

— ¿Puedo pasar?

—Sí.

Nos miramos por lo que me pareció una eternidad. Mi hermana me veía con una mirada seria mientras que yo lo hacía con el ceño fruncido.

—Ellos sospechan —soltó rompiendo el silencio.

— ¿Qué sospechan? ¿Quiénes?

—Nuestros padres. Piensan que Ivy y tú pasan demasiado tiempo a solas.

— ¿Te interrogaron? ¿Qué les dijiste?

—Les dije que si pasan demasiado tiempo juntos era porque le ayudabas con su tarea y habían vuelto “los mejores amigos”. Pero… ellos creen que ella es un juego para ti.

— ¡¿UN JUEGO?! —me levanté.

Mi respiración era rápida, todo mi cuerpo se llenó de calor y lo único que quería era gritar todas las cosas que me molestaban.

—Sí, piensan que solo es un juego porque aquí te sientes solo, pero cuando llegues a Londres te olvidaras de ella.

— ¿Olvidarme de ella? ¡NO! Te diré algo Doniya: ¡YO LA AMO! Ella no es un JUEGO para mí.

Una Mentira, Un Error, Un Amor {Z.M}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora