Capítulo 30- Perrie Edwards.

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Ivy.

Las chicas y yo caminábamos hacia el pequeño departamento en el que vivíamos desde que llegamos a Londres. Nos encontrábamos riendo sobre un viejo chiste. Eran tan fuertes nuestras carcajadas que por poco no escucho como mi teléfono sonaba. Rápido lo saqué de la bolsa.

Las tres nos detuvimos. El número que se encontraba en la pantalla me era desconocido.

— ¿Bueno? —dije pasados los segundos, cuando contesté.

— ¿Con Ivy Klumm? —era una voz femenina.

— ¿Quién habla?

—Oh, lo lamento. Soy Perrie Edwards.

— ¿Perrie? ¿Pasa algo?

—No, nada importante. Últimamente he tenido y voy a tener mucho tiempo libre… y me preguntaba si podríamos ir a comer o tomar algo.

— ¿Tú y yo?

— ¡Claro! Ningún chico, sería una plática de chicas.

—Suena… suena bien —respondí no muy convencida.

— ¿Qué tal mañana?

—Sí, ¿en dónde?

—Hay un restaurante italiano a unas cuadras de tu colegio.

—Uhm, creo que sé dónde está.

—Se llama Gino’s.

—Oh, sí. Ya sé cuál es.

— ¿Qué tal a las cuatro?

—Por mí está bien.

—Entonces nos vemos allá.

Tras esa pequeña charla colgué. De inmediato escuché los reclamos de Xime. “¿Por qué aceptaste?", “¿En qué estabas pensando?”, “Perdiste la cabeza”. Eso y mil cosas más, comenzó a decir ella. Al final le pedí que habláramos de eso en un lugar menos público.

No iríamos directamente a casa. Como ya habíamos comido en el colegio, decidimos ir a una cafetería que estaba prácticamente frente al departamento. Al llegar nos fuimos directo a la planta alta, donde no había mucha gente. Xime ordenó unas galletas de chocolate y un capuchino vainilla, Nicole unos panques y un frapuchino, yo ordené un té chai y una rebanada de pastel.

Esperamos a que el mesero se fuera para comenzar a platicar bien.

—Ahora sí —dijo Xime viéndome directo a los ojos.

— ¡Esta bien! —Acomodé un poco mi cabello y solté un largo suspiro—. Quiere que vaya a comer con ella.

— ¿Ira Zayn? —preguntó Nicole.

—Por lo que ella me dijo, no. Será mañana a las cuatro en Gino’s.

—Algo no me huele bien.

— ¿Por qué lo dices?

—Perrie te habla de la nada para invitarte a comer. ¿Cómo supo tu número y del restaurante cerca del colegio? Dudo mucho que Zayn le haya dado esa información.

— ¿Alguno de los chicos?

—No lo creo.

—Puede que… puede que haya tomado el teléfono de Zayn sin que se diera cuenta y anotará todo eso.

—Es lo más razonable.

— ¿Iras?

—Le dije que sí.

— ¿Sola?

— ¿Qué tiene de malo?

—No me lo tomes a mal, pero no me gusta para nada esta situación.

Una Mentira, Un Error, Un Amor {Z.M}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora