│┈¿Me odias?┈│
En las manos equivocadas este poder podría ser un gran desastre, pero en la mente de Loki todo está fríamente calculado, odiaba a ese testarudo humano.
Pero no podía negar aquella atracción que sentía por él, ver sus manos cuando pasaba su cabellera mojada por el sudor cuando se ejercitaba o duchaba en el lago le provocaba que su lasciva entrada comenzará a lubricar, a sentir ese hormigueo para ser follado duramente por él.
— Mírame —demando Loki entre murmullos y rápidamente los ojos de Rasputín estaban puestos en él.
Sonreía triunfante que, a pesar de ser un humano que pocas veces obedecía a otros, pudiera meterse en su mente para hacer lo que él quería.
Esa tarde las cosas se salieron de control, unos dioses entraron en un especie de celo por alguna bebida que estuvo circulando en el panteón. La deidad de las mentiras había sido tan astuto de saber quién era la persona culpable de ello y los lugares donde dejó las bebidas.
Evitó a toda costa caer en esa trampa dirigida solo para ellos, querían que todos los seres del plano astral sufrieran un especie de celo para así violarlos, pero a él nadie lo tocaría.
Solo un estúpido ser humano, tan distraído, recibió la bebida por agradecimiento y simplemente la bebió.
El sabor era diferente, un poco amargo al contacto con su lengua, pero aun así no dejó ni un poco en el envase.
Su corazón latía rápido mientras se escondía en un callejón, su verga estaba tan dura que dolía, por más que se masturbara, no bajaba un poco su libido.
Quería más, quería sentirse aliviado sin encontrar cómo sentirse bien.
Loki pasaba por fuera de aquel callejón, al ver la caótica escena de cómo uno a uno caía presa del presunto celo, decidió retirarse lo más lejos de la zona, sin pensar que un sujeto lo iba a atraer.
Los dulces suspiros llegaron a sus oídos, dobló en una esquina hasta hallar donde estaba el enemigo de Rosa Rusia, al ver a ese humano que derroto a Anubis tirado en el piso, semidesnudo, le dio un sentimiento raro, de por fin podía tenerlo a sus pies.
— Mamushka—llamó el monje, arrastrándose a sus pies, en cuanto lo tuvo cerca empezó a restregarse en sus piernas como si fuera un gato necesitado.
— ¡Suéltame! —. Demandó y de inmediato Grigori se retiró.
El control mental aún seguía estando, escaneo todo el lugar y lo amarró de las manos, usando sus habilidades logro transportarlos a su hogar -específicamente- a la habitación del dios, lo acostó en la cama y se subió encima de él.
Bajo sus pantalones y la grandiosa vista que tenía el alfa hacía sacar aún más sus colmillos, Loki era uno de los pocos seres que nacieron con genitales femeninos que había en la población divina, se relamió los labios por probar esa deliciosa vulva —¡Hazlo ahora! —demandó el peli verde y gustoso el moreno saco su lengua mientras sentía como se sentaban en su rostro.
Las manos de la deidad se recargaban en el pecho del místico que hizo caer a la dinastía rusa, la lengua de Rasputín pasaba por todo su clítoris, el dios daba pequeños brincos por la excitación.
Su lengua subía y bajaba por toda la zona, estaba extasiado bebiendo los jugos que provenían de aquella vagina, sabía delicioso.
Pronto la fuerza del alma humana rompieron las ataduras que había hecho en sus manos y ahora estas pasaban delicadamente por la piel contraria.
Su cuerpo se erizaba por el toque, en menos de un segundo estaba completamente desnudo y debajo del cuerpo músculos, recorrió su cuello dejando varias marcas de posesión, aquellas manos se aferraban a su cintura.
Estaba perdiendo el control de sí mismo por la fricción que se daban en su cuerpo.
Rasputín bajaba por su pecho jugando con sus pezones, mordisqueándolos y dejándolos tan rojos como una cereza.
Sus gemidos eran de puro placer. Loki pasó sus manos para agarrar la dura verga del alfa y empezar a jugar con ella.
— Dios —susurró bajito el dios al sentir ese miembro tan firme y grande, lo acarició con cuidado, como una pieza de arte que temiera romper, sus dígitos sentían cada una de las venas que lo alimentaban y esa textura, junto con la abrumadora cantidad de feromonas le estaban haciendo perder la razón— qu-quiero —expresó en un gemido apenas audible.
— ¿Qué pasa? —Preguntó el monje con un tono de burla—, te volviste muy dócil de repente —esbozó una pequeña risa.
—¡Cállate, no sabes cuando te odio! —Estaba convencido de sus propias palabras y aún así, no conseguía soltar el miembro viril de su contrario.
—¿Por qué me odias? —Preguntó altanero.
—N-no te incumbe —cerró los ojos un momento, fue inevitable aspirar fuerte, sentir como el aroma del perfume del monje lo hacían delirar y perder la compostura—, cierra la boca y méteme esta maldita cosa —expresó entre dientes, dejando salir sus deseos en señal de aceptación del humano
El más alto no dudó en obedecer, su instinto amenazaba con robar todo atisbo de raciocinio y fue por ello que lo penetró de una y hasta el fondo. Un grito se desgarró en la garganta de Loki, era una locura, le acababa de ordenar al sujeto que más odiaba hacer algo de lo que seguramente se arrepentiría y si era así, ¿por qué el dolor de sus paredes internas estirándose, eran tan disfrutable?
— Así que ¿un virgen? ─deslizó la lengua por el cuello del mayor, era una presa a su entera merced—, no más bien ─apriciono los brazos del más bajo en un abrazo─ es la primera vez que tienes una verga así de grande, es perfecto, porque no permitiré que seas de nadie más, voy a reclamarte como mío.
El bombeo de las caderas del azabache tomó ritmo, ver las lágrimas escurrir del rostro opuesto, sus gemidos ahogados entre espasmos de placer y dolor y la forma en perdía la compostura ante su ataque, todo ello se había vuelto la imagen más sublime existente en el planeta.
Sintió un candado romperse en su interior y ganó mayor fuerza y movilidad en sus estocadas.
El control mental se había roto. Ahora era una bestia sin cadena, lista para decorar a su pequeña presa.
—Más —susurró Loki, comenzando a mover también su cuerpo, en busca de profundizar el contacto. Pronto su cuerpo estaba boca abajo en el colchón y su cadera levantada y la cabeza anclada abajo, mientras los fuertes impactos del otro revolvían sus entrañas con fuerza—, ¡me encanta... Sentir tus huevos contra mu culo! —admitió perdido en el placer.
— Y a mí polla le gusta sentir tu coño húmedo y apretado —Rasputín soltó un carcajada y luego incrementó la fuerza de sus penetraciones— voy a derramar mi semen dentro de tu matriz, pero no por qué lo pidas, lo haré porque verlo derramándose en tu interior te enseñará a ser más obediente con tu dueño.
Era una locura alcanzar el orgasmo juntos, Loki jamás había experimentado algo similar y Rasputín no pensaba en nada más que convertir a ese chico en su propiedad. Aún cuando el clímax crecía empujaba con fuerza, tratando de llegar aún más dentro del otro.
—¡Mío! —Era lo único que podía gritar, mientras sus instintos lo convertían en una máquina de sexo.
Las horas pasaron de forma apresurada y cuando Loki abrió los ojos, vio junto a él al humano que tanto detestaba.
Había manchas de semen por todo el colchón, su entrepierna dolía como el infierno y notó el líquido escurriendo de sus partes íntimas.
Quedo mirando un rato al ruso, este lo tenía bien abrazado evitando que se escapará y fue cuando noto que esa polla del demonio seguía allí, metida hasta lo más profundo de su vagina.
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࿐ཽ༵𝑰𝒏𝒄𝒐𝒓𝒓𝒆𝒄𝒕 𝑸𝒖𝒆𝒔𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔〣𝑹𝒆𝒄𝒐𝒓𝒅 𝒐𝒓 𝑹𝒂𝒈𝒏𝒂𝒓𝒐𝒌
Random┈┈╭⛓️❏🖤🌹🥀❒🍷 ⋘ 𝑙𝑜𝑎𝑑𝑖𝑛𝑔 𝑑𝑎𝑡𝑎... ⋙ ➩𝐈𝐧𝐭𝐫𝐨𝐝𝐮𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧 : ┊⛩️⃝ 𝐶𝑜𝑛𝑣𝑒𝑟𝑠𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑦 𝑜𝑛𝑒-𝑠ℎ𝑜𝑡 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑠ℎ𝑢𝑢𝑚𝑎𝑡𝑠𝑢 𝑛𝑜 𝑉𝑎𝑙𝑘𝑦𝑟𝑖𝑒/𝑅𝑒́𝑐𝑜...
