The Enchanted Forest (Justin Bieber y tu)

-capitulo 12-

Vueltas vueltas y más vueltas daba el auto, parecía que esto nunca acabaría, mi mente sólo pedía a Dios que me ayudará. Sentía que estaba en una montaña rusa, mi estómago estaba totalmente revuelto, y el miedo que sentía en ese momento era casi inexplicable, caiamos por lo que parecia ser un precipicio que terminaba en la orilla de un río, el auto chocó contra un árbol de costado quedándose atascado en el mismo, pero , por la fuerza de el choque y a causa de no llevar el cinturón de seguridad puesto, salí volando por la ventana cayendo de lleno en el agua, no conforme con eso, la fuerte corriente comenzó a arrastrarme haciendo que me golpeara con algunas rocas en distintas partes de mi cuerpo, trataba de luchar contra ella pero era casi inutil hacerlo, de momentos me hundía en el agua pero lograba salir a la superficie otra vez, con la poca fuerza que me quedaba, me sostuve de una rama que tenía cerca y comenze a impulsarme hacía la orilla, al estar lo suficientemente cerca hice fuerza con mis brazos y piernas para luego por fín poder pisar tierra firme.

Me levanté del suelo pero en el momento de hacerlo sentí un dolor punzante en el tobillo de mi pié derecho al igual que en varias zonas de mi anatomía, lo que causó que cayera al piso. Tenía que levantarme rápido, necesitaba atención médica urgentemente, y aparte estaba en el bosque absolutamente sola.

Me senté en una roca y cerre mis ojos soltando algunas lagrimas de dolor, observé mi pié y me arrepentí de haberlo hecho, estaba destrozado y lleno de sangre, duré varios minutos sentada sin saber que hacer ya que no sabía donde estaba cuando el sonido de algunos jadeos y varios auyidos llegaron a mis oídos, me levanté con mucho esfuerzo y observé todo a mi alrededor frenéticamente, miedo, puro y total miedo sentía en ese instante, no sabía de dónde provenían esos extraños sonidos.

Me quedé petrificada al momento que pude distinguir a una especie de lobo salir de entre las sombras con el hocico repleto de baba y mostrando sus filosos dientes a la vez que gruñia, el olor a sangre lo atrajo hacia mi, segundos después logré ver otro y luego otro mas saliendo de entre los árboles, éste definitivamente era mi fín.

El primer animal se me lanzó encima pero una extraña sombra en un movimiento veloz se posicionó frente a mí impidiendo que éste lograra tan si quiera rozarme, los lobos al darse cuenta de ésa presencia comenzaron a retroceder a la vez que bajaban las orejas y la cola, y comenzaban a chillar de miedo, enseguida dieron media vuelta y se fueron del lugar, yo aún seguía parada en el mismo sitio con mi corazón latiendo a mil.

–Sigueme– susurró la extraña sombra cerniendose entre los arboles.

No sabía que hacer, el miedo me dominaba, no estaba segura de querer seguir a esa cosa, pero por otro lado, si me quedaba acá, esos lobos podían volver, así que obedecí su mandato.

Seguí la sombra a través del bosque, no podía caminar a causa de mi tobillo por lo tanto estaba cojeando, el dolor invadía mi cuerpo y sentía que mi cabeza explotaria en cualquier momento. Muchos árboles era todo lo que podía observar a parte de la figura que se encontraba guiándome.

Despues de casi 20 minutos observé las luces del castillo, un enorme alivio recorrió mi cuerpo, la figura se detuvo y luego desapareció cuándo supo que llegaría sana y salva, comenze a caminar rumbo a la entrada, no tenía ganas de hacer preguntas, sólo quería llegar y que un médico me revisara.

Al acercarme, pude divisar a Matt en el patio trasero hablando por teléfono, giró su rostro y al verme su boca formó una gigantesca o , soltó su celular y comenzó a correr hacia mi.

Mis fuerzas se agotaron, sentí mis piernas flaquear , cerré mis ojos esperando sentir el frío suelo pero unos brazos me tomaron por la cintura, luego vi todo negro.

(***)

Desperté a causa de unos constantes y molestos pitidos a mi lado, abrí mis ojos lentamente tratando de acostumbrarme a la luz, observé a mi alrededor y al parecer me encontraba en la habitación de un hospital, mi cabeza dolía demasiado.

–_____ despertaste–

Giré mi rostro y me encontré con Matt parado a un lado de la camilla, Verónica veía la televisión y mi padre estaba sentado en el sillón, ambos al verme se acercaron a mi.

–¿Cómo te sientes?– preguntó Matt.

–Como si un camión me hubiese pasado por encima– respondí adolorida.

–Valla, eso si es grave– sonrió.

Mi mente comenzó a recordar lo sucedido y ... Demonios, se me había olvidado por completo.

–¿Donde está James?– pregunté mas que preocupada.

–El esta bien, lo que le pasó no fue tan grave, logró llamar a la ambulancia pero no sabía nada de ti. Nos tenías muy preocupados– habló mi padre.

Suspire de alivio, el dolor en el pié incrementó y mordi mi labio para no llorar.

–¿Que sucede?– preguntó Verónica al ver mi expresión.

–Tengo un dolor horrible en el pié– respondí.

–Llamaré a la enfermera– dijo y salió de la habitación, segundos después una señora entró por la puerta y se acercó a mi.

–Te colocaré un calmante– tomó una inyectadora y vacío el contenido en la bolsa de suero, a los minutos el sueño me invadió por completo.