-Capitulo 2-

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–Querida cuanto tiempo sin verte, estas hermosa– saludo mi abuela para después aproximarse a mi y abrazarme luego de darme un beso en la mejilla.

–gracias abuela, lo mismo digo– respondí con una sonrisa un tanto fingida sin despegar los labios.

hey, y para mi no hay un abrazo pequeño monstruo?

Gire mi rostro y observe a mi tio Thomas saliendo de la cocina aproximándose a mi, mi sonrisa se ensancho, el era el único que me agradaba de esta familia por ser el mas humilde y no creerse el centro del universo.

TÍO THOMAS...– corrí hacia el y me guinde de su cuello en un abrazo que el correspondió al instante con una sonrisa en su rostro –te extrañe tanto–.

–Yo mucho mas mi pequeña– sonreí por eso. –ahora ven, vamos al salón que esta repleto de muchisisisima comida– asentí sonriendo divertida.

–Vamos Thomas, deja de estar enseñándole tus malos hábitos a _____ por favor– replicó mi padre a nuestro lado.

–Ya Ralph, no seas tan amargado, deja que la chica se divierta, me imagino como de aburrida estará la pobre en su casa contigo hablando siempre de tu amadisima empresa–.

–Ese no es tu jodido problema– escupió mi padre.

–Modera tu vocabulario Ralph– hablo mi abuela con su respectiva elegancia. –ahora vamos todos al salón como personas civilizadas a compartir con la familia y no quiero ningún tipo de problema otra vez–  su molestia se hizo notar en ese momento cuando sus ojos se posaron en sus dos hijos para después comenzar a caminar al salón principal, acto que nosotros imitamos tras suyo.

Al llegar, el salón estaba repleto de toda mi familia, los saludos y abrazos fingidos se hicieron presente a los segundos, algunos eran mas cercanos que otros pero igual era toda mi jodida familia reunidos en un mismo lugar vestidos como si de una gala estuviéramos hablando y no de una reunión navideña, eso era lo que me molestaba de todos ellos, el creerse mejor que los demás, el no poder contar con ninguno por causa de la hipocresía que los dominaba, gracias a Dios pude distinguir dos figuras a lo lejos que, por la expresión de sus rostros, también sentían el mismo rechazo que yo por estas personas, esas dos figuras un tanto delgadas eran mis dos primas, mis dos amores,  me fui acercando por detrás y cuando estuve lo suficientemente cerca de ambas, alce un poco la voz a la vez que decía un BOO en sus oídos, lo cual provoco que se sobresaltaran soltando gritos, yo no podía parar de reír en ese momento, pose mis manos en mi estomago y me encorve un poco tratando de parar mi risa pero no podía hacerlo, al momento que las dos se giraron hacia mi sonreí casi al mismo tiempo que ellas y nos fundimos en un abrazo totalmente sincero.

–Joder peque, casi nos matas del susto– dijo Veronica la mayor de ellas.

–No puede ser, tenemos casi un año sin vernos , no puedo creer que estemos otra vez las tres mosqueteras reunidas– esta vez hablo Michelle haciéndome recordar la vez que nos quedamos en mi cuarto y comenzamos a decir que eramos las tres mosqueteras. –estas muy linda _____, no puedo creer que hayas crecido tanto en un solo año–. Expresó con nostalgia.

–Que dices?, estoy exactamente igual– sonreí. –Hey chicas vayámonos de aquí  de verdad que estar entre todos estos me aburre, vamos a mi habitación, tengo un año sin entrar allí, que dicen?–

No hubo necesidad de que respondieran cuando ya tenia a cada una arrastrándome por el pasillo hacia mi habitación para poder divertirnos aunque sea un minuto, de verdad amo a estas chicas.

The Enchanted Forest  (Justin Bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora