Cap.3

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PD: Ignacio narra en tercera persona.

Seminario

Noha no podía estar más aburrido. Había sido obligado a asistir a ese seminario, porque nadie más quería ir y él no pudo negarse cuando el profesor se lo pidió como un favor. Lo peor de un seminario de liderazgo es que no conoces a ninguno de los otros nerds que van ahí, solo rostros aburridos o muy concentrados, nadie sonreía. Por suerte en el programa existía un receso de quince minutos o ya estaría muerto. Salió a la recepción donde daban bocadillos y vasos de plumavit con té o café, de inmediato las miradas se posaron sobre él, aunque no las percibió. Caminó hasta los dulces y sacó el último pastel de hojaldre con manjar, un profundo: "aaah, pucha" se escuchó a su espalda y no pudo evitar voltear a ver a quien le había arruinado la ocasión. Cuando sus miradas se cruzaron no pudo evitar sonreír.

-¡Oh por dios Noha! ¿Cómo estás?- dijo emocionado el chico de cabellos castaños.

-Tanto tiempo sin verte Ignacio- rió jovialmente este.

Un tercer participante quedó cautivado por la reacción tan juvenil que vio en el hermoso pelinegro, se veía tan agradable con esa sonrisa ¿por qué tenía que ser un antipático? Los chicos junto a él continuaron hablando alegremente, desentendiéndose de su presencia. Incluso el pelinegro le regaló el pastel al más joven y acarició su cabeza de un modo que parecía tan agradable. Realmente Noha era hermoso, no había forma de negarlo y viéndolo actuar de esa forma tan dulce y amable de verdad se le antojaba ser su amigo.

-Noha ¿recuerdas a Vicente? Es el hermano de Almendra, la amiga de Karla.- interrumpió Ignacio, sorprendiendo al susodicho y al pelinegro, que no se había percatado de que él se encontraba ahí.

De inmediato Vice pudo ver cómo la actitud de Noha cambiaba, incluso su postura vario. Su cuerpo que balanceaba el equilibrio sobre las piernas semiflectadas y la espalda curva, ahora estaba recto y amenazante como una pantera dispuesta a atacar. En sus ojos ya no se veía el brillo de diversión y jovialidad, estaban opacos y centrados en él. Vicente sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal ¿tanto le desagradaba a ese chico? Bajo la vista intimidado y un poco avergonzado, por un momento había deseado ser más cercano a él. Ignacio pudo percibir la oscura atmosfera que se formó cuando Noha se dio cuenta de que su amigo estaba ahí, incluso fue consciente del cambio de actitud de él y lo mal que se había sentido Vice.

-Hola- se obligó a pronunciar Vice, sin olvidar sus buenos modales- ¿cómo estás?

-Hola- contestó este y devolvió la vista a Ignacio- Entonces ¿qué me decías?

Ante este completo desaire Vice no supo cómo responder y solo atino a alejarse un poco. Sentía algo horrible en la boca de su estómago y tenía la garganta apretada, miró el piso fingiendo que era divertido ver las figuras en la cerámica y no se separó de su amigo Ignacio durante el rato que el chico estuvo hablando con el mayor. Cuando sintió el brazo del castaño encerrar sus hombros y acercar su rostro peligrosamente al de él, reaccionó con un sonrojo como si lo hubiesen descubierto haciendo algo malo.

-¿Qué pasa Vice?- susurró Ignacio aprovechando que alguien más se había acercado a hablar con Noha- ¿te cae mal Noha?

-No es eso, creo que yo le desagrado a él.- susurró girando su rostro hacia el de su amigo.

-No sé qué le pasa, suele ser muy amable y además es muy agradable. Quizás esté envidioso de ti, ya sabes, la gente que trata mal solo tiene dos razones: envidia o coraje. Y dudó que él te odie.

-¿Qué podría envidiarme?- se rió por primera vez en ese horrible seminario.

-Tus hermosos ojos- sonrió su amigo.

...

Daniel iba camino al mesón donde entregaban café cuando divisó ese cabello inconfundible, y lo descubrió besando a otro chico. ¿Así que era gay? Solo podía ir a reírse de él a la cara. No se contuvo. Con paso firme se dirigió hasta la pareja feliz y se rió burlescamente a sus espaldas para llamar su atención. Funcionó. El castaño se giró a ver quién era y encontró al antipático chico que le había roto la Tablet, deseó gritarle los improperios de ayer en ese momento, pero de inmediato comenzó el otro a insultarle.

-¿Quién diría que nos encontraríamos de nuevo?- dijo sarcásticamente- Ayer pensé que eras una mujer y parece que no me equivoqué.

-¡Oye! ¿Qué te pasa?- le defendió el de ojos almendrados.

-¿Te tiene que defender tu pareja? ¡Que divertido! Seguro ayer ibas pensando en lo bien que te iba a follar cuando chocaste conmigo.- se burló.

Ignacio trataba de contenerse, pero eso era el límite ¿no? Una cosa era insultarlo a él, pero una muy distinta era involucrar a sus amigos y menos al mejor de ellos.

-Si ese fuera el caso, al menos me darían- ironizó- porque estoy seguro que a un narcisista egocéntrico como tú, ni su mamá lo soporta ¿Qué mierda tienes en la cabeza? ¿Crees que por ser "atractivo" tienes el derecho de pisotear a los demás? Ni siquiera me llegas a la punta del dedo del pie y piensas que puedes insultarme. Pareces un mocoso de pre kínder queriendo llamar la atención, si es lo que quieres deberías unirte al circo. De seguro te aceptan como el fenómeno.- su voz fue subiendo de tono a medida que la ira iba creciendo, quería decir muchas cosas más, hablarle en miles de garabatos pero estaba tan desacostumbrado a usarlos que temía no pronunciarlos bien.

Daniel estaba acostumbrado a ser respetado e idealizado, por lo que quedó en shock un momento, pero se recuperó rápido.

-Mejor eso a ser un marica- le refutó casi gritando.

Vice no aguantó más que insultaran a su amigo y empujó al chico frente a él con todas sus fuerzas, dispuesto a botarlo y luego patearle hasta que se cansara. Su lado violento había despertado, por toda la ira acumulada y era el momento perfecto para deshacerse de él. Pero no funcionó, apenas logro que el cuerpo del mayor se balanceará y estaba dispuesto a recibir el golpe que venía de respuesta cuando Noha intervino. Había sujetado la muñeca del mayor con fuerza impidiendo que su puño siguiera avanzando, a su lado Ignacio se interponía entre Daniel y Vicente. Todos alrededor miraban la escena sorprendidos y nadie movía un musculo para detener la discusión.

-Sigues siendo el mismo imbécil de siempre- la voz aterciopelada de Noha lleno el espacio como un gruñido amenazador. Sus ojos fijos en los del otro, como igual, trataba de oprimir su alma- ¿Cómo mierda le hablas así a alguien que no conoces? ¡Qué te pasa Daniel!

-¿Qué haces aquí?- su voz sonó seca y libre de sentimientos, como si hablara con una pared- No te entrometas donde no te llaman Noha, deja de aparentar ser el chico bueno.

-Y tu deja de creerte superior ¿o acaso no recuerdas que alguna vez me rogaste que...?

-¡Cállate!- el grito de Daniel, los sorprendió a todos. Que ese chico egocéntrico perdiera así la compostura por algo que aún no se decía, era algo increíble.

Se dio cuenta de que todos le miraban y por una vez en su vida no le gusto tanta atención. Fulmino una última vez a Noha con la mirada y luego se marchó. Ignacio no se sentía para nada bien pero tenía que mantenerse fuerte frente a todas esas personas, no podía dejar que lo vieran herido por unas simples palabras de un idiota egocéntrico, pero dolía y mucho.

Si les gusto sería agradable que comentaran o me dieran ideas respecto a lo que puede suceder después. Una estrellita tampoco estaría mal :) thanks.  

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