Cap. 19

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Dedicado a Unlindopanda porque es demasiado linda y la amo mucho <3 ¡Espero la estrellita!  BFF

Vicente tenía una resaca del demonio. Ni siquiera era capaz de pararse de la cama, sin caer de nuevo encima. Ni hablar de la luz, encerrado como estaba cualquiera pensaría que era un vampiro. Su madre y su hermana habían entrado a su habitación varias veces ofreciéndole algo para que se sintiera mejor, pero él solo quería dormir. 

Pasada las tres de la tarde, al menos podía abrir los ojos y en un intento de recuperar fuerzas fue a la cocina y calentó algo de comer. No fue su mejor idea en la vida. Un par de minutos más tarde estaba devolviendo todo en el baño. Volvió a recostarse. Un dolor punzante presionaba contra sus sienes y detrás de sus ojos, era como si alguien estuviera apretando su cabeza con duras correas de hierro, como las que usaban en la edad media y lentamente lo torturara. Se tragó un par de drogas, también conocidas como pastillas y volvió a dormir. A las dos de la mañana volvió a despertar. Ya no se oían ruidos en la casa, pero su celular no paraba de emitir una alarma. Tenía diecinueve mensajes de Nicolás "¿Dónde te fuiste?""¿Dónde estás?""¿Estás bien?""¡Maldición Vicente contéstame!""Al menos dime que estás bien""Responde""Vicente""Vicenteeeee""VICENTE""Contesta maldita sea""Por favor dime que estás bien""Llame a tu casa""Me dijeron que estabas ahí y estabas bien""La próxima vez que me asustes así te mato""Estaba preocupado""Llámame cuando despiertes""¡Deja de dormir flojo!""Vicente llámame""Me voy a suicidar" Vicente despertó del todo ante ese mensaje y de inmediato marcó el número de su amigo. Logró llamarlo al tercer intento. El teléfono sonó largo rato y nadie contestó, salió el buzón de voz. Volvió a marcar aún más desesperado ¿Y si de verdad se había suicidado? Un tipo alcoholizado es capaz de todo. Nuevamente la contestadora. Llevaba llamando casi cinco minutos y ya comenzaba a maldecir ¡¿Por qué mierda no le contestaba?! Llamó a su casa, su mamá no sabía de él hace horas. Empezó a caminar en círculos mientras continuaba llamando, ¡Nadie respondía!. El dolor de cabeza ya había desaparecido, no sentía nada más que angustia ¿Por qué Nicolás no le contestaba? Se dio una última vuelta para volver a escuchar el buzón de voz y decidió marcharse. Tomó la ropa del piso ¡No importaba si olían a alcohol! y se vistió lo más rápido que pudo. Tomó las llaves y su billetera, y abrió la puerta. Antes de poder siquiera cruzar el umbral, alguien lo sujetó de la cintura y tapando su boca, lo alejó de la salida. Escuchó la puerta cerrarse y comenzó a patalear como loco. La persona que lo sujetaba lo tiró a la cama y lo aprisionó contra esta. Vicente seguía forcejeando, aunque fuera inútil. En esa completa oscuridad no podía ver el rostro de quién lo aprisionaba y la fuerza con que lo sostenía era demasiada para él. Intentó los ataques bajos, pero fue descubierto y no resultaron. Finalmente cedió y se quedó quieto, tenía unas ganas horribles de llorar. Pero ya no había nada más que hacer, estaba demasiado cansado para seguir luchando.

-¡Ves lo angustiante que es que no te contesten el teléfono!- susurró una voz junto a su oído, y él la reconoció de inmediato. Un extremo alivio lo recorrió y se abrazó a su captor.

-¡Oh Dios estaba tan preocupado!¡Idiota no vuelvas a decir eso!- se quejó, mientras escuchaba la suave risa de su acompañante y era correspondido en el abrazo.

-Créeme que me sentí peor, cuando no te encontré en el bar ¿Que pasa si alguien lo secuestro? Eres demasiado adorable para defenderte. ¡Mírate ahora!¡Cediste de inmediato!¿Cómo quieres que viva tranquilo con tu muerte en mi consciencia?- Nicolás giró sobre la cama y quedó recostado junto a Vicente.

-Lo siento- susurró, habían llegado a ese acuerdo de forma tácita.- no volveré a asustarte así ¡Pero qué clase de psicópata asalta a alguien en su habitación!- alegó.

-Estaba preocupado, así que vine a verte. Pero tu mamá dijo que dormías y no quise decirle ¡No me importa, me deja pasar porque le voy a patear el culo! así que me fui. Y como sabía cual era tu habitación, me colé por la ventana.- sonrió, Vicente lo supo incluso aunque no lo veía- Deberías ponerle seguro o algo, cualquiera viene y te viola.

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