Todos estamos muertos, pero no asustados

Bendita Familia

    Paseando por la calle leo el siguiente rótulo: Se chupan pollas. Suena bien.

    Una ciudad realmente lo es cuando la cruza un río... Sus puentes, sus avenidas. Jóvenes cogidos de la mano. Niños corriendo. Saltos nocturnos a las frías aguas.

    Jack:-  El momento mejor de mi vida -hasta ahora- fue cuando conocí a una madre y a su hija. Acabé en su casa. Bebimos un poco. Estaba sentado en el sofá y salieron de su habitación sólo con una camisa de pijama cada una. La madre se abrió de piernas y se me sentó encima. Nos besamos. La hija me sacó la polla del pantalón y me la empezó a chupar, hasta que su madre le dijo:- Hija, métemela en el coño. Y así lo hizo con su diestra mano...

    Solo de pensarlo se me pone como la picha de un caballo.

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    En el bar:

    Jack: Buongiorno, Sam; café y whisky.

    Teodoro Guevara: Te veo muy bien de buena mañana.

   Jack:  Vengo de casa de Virginia. Me abre la puerta y, un tanto nerviosa , me dice que me vaya, que su marido está en la ducha. La cojo por la cintura. La beso. Sentí su cuerpo a punto, tibio, bajo una fina bata. Me guió hasta su dormitorio. Se abrió el camisón azul. Se tumbó. Me la cogió besándome y se la metió dentro. El agua resbalaba en el cuarto de baño y, yo, corriéndome en su divino agujerito. Un beso rápido y caliente de despedida. Y hasta aquí. Tan feliz.

    Teodoro: Hay que tener en cuenta que el 30 % de los hijos no son del padre que se supone.

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