Estaciones de Servicio

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    Jack:  Voy con mi Amor por la autopista. Paramos en una estación de Servicio. Voy al lavabo. Estoy meando junto a dos tíos. En estos momentos entra Ella sonriendo. Se acerca a mí, me la coge mientras meo... Se me entona. Uno se pone nervioso, se le corta la meada y se larga. El otro se coloca de tal manera para que mi Amor se la vea. Ella entra en un baño que queda enfrente de los dos; nos quedamos mirándola cada uno con su polla en la mano. Se levanta el sencillo vestido y se baja el tanguita negro -la puerta abierta- y empieza a mear de pie... Nos mira fijamente a los ojos con una pícara sonrisa, mueve graciosamente sus caderas. Me acerco, me enseña sus pechos, los deja al aire. La cojo por el pelo pelirrojo y la amorro a mi polla. El otro capullo se acerca, se la menea. Ella me la chupa con ganas. Sé que la siente en su garganta, le apetece a todas horas el flujo salado, fuerte, su olor intenso.

    Le doy la vuelta, las manos apoyadas en la pared. El capullo ese está fuera de sí, con la polla a tope. Le pongo la mano en el pecho: "Quieto, ahora me la follo yo, luego ya veremos lo que dice Ella".

    Entré en Ella con violencia, para romperla. Resuenan en las paredes mis quejidos. Me la follo como un animal, aplastándola contra la pared mientras le meto todos los dedos que puedo dentro del culo, adentro, fuera, sin parar... Y me corro como una bestia dentro de su chocho al mismo tiempo que suben los dedos lo más arriba posible dentro de su culo. Pienso: "mi Amor es una máquina de follar". Mi Amor mira al otro, tiene el culo dolorido, seguro, pero su flujo chorrea por sus piernas. Me aparta con cariño y echa el culito atrás, en pompa. El tipo se la enchufa de golpe, empujando como un poseso. Una sonrisa malévola se dibuja en la cara de mi Amor. El gilipollas se larga, satisfecho. En su puta vida pegará un polvo como este.

    La beso en los labios, los muerdo de rabia; sale un hilillo de sangre. Me mete sus dedos ensangrentados en la boca. Los chupo, le meto los dedos en el coño y luego en su boca. Leche y sangre.

    Está claro que somos la pareja perfecta.


LAfrontera: Todos estamos muertos pero no asustados. En bubok.com

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Todos estamos muertos, pero no asustadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora