𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒𝐓𝐑𝐔𝐂𝐊 [Rubius X Tú]

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Dos días después estábamos regresando a Andorra. Sin duda había sido un buen viaje para mí, a pesar de que después de los premios había sido obligada a convivir con personas que me trataban como si me conocieran y se sentían con la libertad de hacerme mil bromas

—¿Crees que todo esté bien con los gatos y Titi?.— cuestionó Rubén mientras estacionaba el auto frente a la casa 

—Llevamos algunos días fuera de casa y hasta ahora preguntas por ellos.—  me burlé —Están bien, recuerda que le pedimos a Diego que viniera a verlos.—

Rubén asintió y soltó un suspiro mientras bajaba del auto. Yo imité su acción y bajé. Sacamos las maletas del maletero y cuando nos dirigimos a la puerta de la casa pudimos ver que estaba abierta... Eso era malo

—¿Crees que haya alguien adentro?.— pregunté en susurro

—Acá nunca ha pasado nada malo.— dijo para dejarme tranquila 

Tenía razón en eso, vivíamos en una ciudad tranquila... Bueno, era tranquila si no teníamos en cuenta a Felipe.

Mi novio estuvo a punto de entrar, pero tomé su brazo para detenerlo, no quería que se enfrentara a algo peligroso, prefería llamar a la policía

—Llamemos a la policía y esperemos. — pedí sin soltarlo

—Miyu, necesito ver si mis gatos siguen en casa.— exclamó con bastante tranquilidad —Si la puerta estaba abierta es probable que uno se haya salido.—

—Tengo miedo de que haya alguien esperando en casa.— confesé en murmuro —Los gatos no importan tanto esta vez, la última vez que vi a Felipe tenía un...—

Iba a contarle que mi ex tenía un arma, pero él jaló su brazo haciendo que lo soltara, yo lo miré confundida 

—No puedo creer que hayas insinuado que mis gatos no importan tanto.— habló, se lo había tomado muy personal —Si se salió uno sería desastroso, son como mis hijos.— 

—Lo sé, no quería dar a entender eso.— expliqué —Lo siento.—

Rubén simplemente asintió y sin dejarme decir nada más entró a casa. Yo quedé estática, tenía un poco de miedo y no me atrevía a decir o hacer algo más... miré su maleta, la había dejado afuera

Pasaron pocos minutos hasta que lo vi salir de nuevo, suspiré aliviada al ver que estaba bien y traía a Wilson en sus brazos

—Hay una buena y una mala noticia.— avisó —¿Cuál quieres?.—

—La mala.— respondí confundida 

Siempre elegía las malas noticias primero, así cuando me dijeran las buenas me sentiría un poco mejor 

—Esperaba que eligieras la buena primero.— confesó —Entonces te diré esa; todos los gatos están bien, Titi también está donde debería.—

—¿Y la mala?.— alcé una ceja con curiosidad 

—Debes verlo tú misma.— indicó entrando de nuevo 

Tomé tanto su maleta como la mía y entré mientras cerraba la puerta. Las dejé junto a la entrada de la casa y caminé buscando a Rubén, pero me detuve al ver a mi hermano prácticamente tirado en el sofá.

—¿Diego?.— cuestioné mientras lo movía un poco 

Frente a él habían muchas latas de cerveza vacías, como si hubiera estado bebiendo bastante. Rubén apareció de nuevo, pero ahora sin su gato y se acercó a mí

—Parece estar en un coma o algo así, ya intenté despertarlo.— dijo y soltó un suspiro —Solo porque es tu hermano no tengo problemas con encontrarlo en mi casa en ese estado.—

A Diego le habíamos dado las llaves para que viniera a jugar y a darle de comer a nuestras mascotas mientras no estábamos. Supongo que esto ya era pasar los límites de confianza 

—Perdónalo, sabes que suele ser muy responsable.— dije, Rubén asintió 

—Pediré algo para comer.— avisó sacando su celular —Haz que despierte para que coma con nosotros.— 

—Está bien.— le sonreí mientras se alejaba 

Moví a Diego con más fuerza. Necesitaba que se despertara para que me ayudara a limpiar el desorden que había hecho

—¡Cinco minutos!.— exclamó 

—¡Ni cinco ni nada, levántate!.— pedí molesta 

Él al escucharme se levantó y llevó una mano a su cabeza como si le doliera mucho

—¿Qué te pasa?.— cuestioné preocupada —No sueles tomar tanto y menos entre semana, tienes que ir a trabajar.— 

—Mi vida se acabó.— se lamentó de repente, lo miré confundida 

—Solo me fui unos días.— exclamé —¿Qué pudo pasar para que digas eso y estés así?.— 

Se sentó y talló su cara con bastante frustración, realmente no entendía lo que estaba pasando

—Me despidieron.— fue lo primero que dijo —Después mi novia me pidió "un tiempo".—

—¿¡Qué!?.— pregunté bastante exaltada 

—Mi jefe dijo que había faltado bastante a la oficina durante los últimos meses.— resumió —Y mi novia dijo que estaba pasando por una situación familiar que necesitaba arreglar, que no quería hacerme cargar su sufrimiento, pero ¿no crees que es injusto que riamos juntos y no pueda compartir su dolor? ¡ella me ayudó con todo el tema de mamá!.— 

Vi que iba a llorar así que lo abracé, no solía ver a mi hermano tan vulnerable, era incluso raro verlo así. Sin duda estaba más que enamorado de aquella chica, era obvio que la ruptura le había dolido más que su despido 

—Tú vida no se acabó, ya verás que todo se solucionará, solo hay que ser positivos.— intenté animarlo, él se alejó de mi abrazo para mirarme 

—Perdí todo.— dijo entre lagrimas —Primero perdí al que consideraba mi mejor amigo, después mamá se fue, ahora mi trabajo y mi novia. Lo único que me queda cerca eres tú, pero soy consciente de que estás haciendo una vida al lado de tu pareja y no puedo estar de entrometido.— 

Mi hermano era el mejor chico que podía existir, no podía creer que estuviera con el corazón roto después de lo mucho que se esforzó para conquistar a la persona que le gustaba 

—Te voy a cuidar hasta que sanes.— hablé, él me miró —Tú estuviste ahí cuando me dejaron con todo el amor en las manos. Me escuchaste llorar, me dejabas listo el desayuno y me hacías reír con lo que se te ocurría. Por eso es mi turno de hacerlo.— 

Rubén entendería que tendría que pasar algunos días en casa de mamá para estar con mi hermano. No lo dejaría hundirse, yo sería su chaleco salvavidas como él había sido el mío durante toda mi vida