Miranda entra a la habitación junto con Madison, le sorprendió la noticia del accidente, tanto que había dejado caer el pastel que estaba preparando.
-Mamá -dice Chace y trata de sonreír.
-Chace... -la voz de su madre sale en un susurro. Miranda trata de ser fuerte y no llorar.
-Tranquila mamá, estoy bien.
-Lo sé hijo -lo abraza y sonríe-. No sabes el susto que me hiciste pasar.
-Perdón mamá.
-No tengo nada de que perdonarte hijo, solo te digo que debes ser más precavido.
-No sé mamá, estoy seguro de que el auto estaba en perfectas condiciones.
-Lo que sea hijo, igual ten cuidado.
-Está bien mamá -sonríe y suspira. Sigue sin entender cómo ocurrió el accidente. -Madison, hola pequeña.
-Hola -lo abraza y le besa en la mejilla-. Me asustaste.
-Lo siento, esa no era mi intención.
-Yo lo sé, pero igual lo hiciste. ¿Y Mía?
En ese momento la cabeza de Chace hace clic y recuerda por qué estaba conduciendo en la madrugada.
-Tengo que ver a Mía. ¿Cómo está mamá?
-Está bien, hemos preguntado por ella cuando llegamos. En un rato ha de estar por aquí. Todos tus amigos están afuera.
-Ya quiero verlos. ¿Vino Jordan?
-Sí, llegó con nosotras y dijo que te va a dar una paliza por ser idiota.
-¡Mamá!
-Yo solo repito su mensaje -ríe y se sienta a su lado-. Estaba muy preocupado por ti, a penas se enteró quisó venir.
-Ese idiota pensó que ya se había librado de mí.
-La verdad sí hermano -Jordan entra sonriendo.
-Hermano -Chace sonríe y chocan los puños para luego terminar en un abrazo.
-No sé que hubiese hecho si te pasaba algo.
-¿Seguir con tu vida?
-Tendría que crear otro plan, buscar un padrino para mi boda e hijos, buscar un nuevo mejor amigo. Nah, eso sería imposible, nadie podría ser mi hermano al igual que tú. Además, es mucho trabajo.
-Que cursi te has hecho hermano.
-Ni te creas, he ensayado durante todo el camino lo que te diría al verte. Hasta busqué ideas en Google.
-Mentira. Eso ha salido de tu corazón.
-Nope. Puro Google y Yahoo respuestas.
-Por qué los niños nunca pueden decirse lo mucho que se quieren -Madison se coloca en medio de los dos-. Siempre tratan de quedar como fuertes, como si fueran de roca y no les doliera nada, pero saben qué, son más frágiles que las niñas. Y eso de que el varón nunca llora son puras tonterías, ¿por qué no llorarían? Todos tienen sentimientos a pesar de que no lo demuestren.
Tanto Chace como Jordan se quedaron con la boca abierta.
-Cuánto has crecido pequeña.
-Mucho, ahora déjense de pavadas y digan lo mucho que se quieren -ninguno dice nada-. Ahora. Y rápido porque no nos hacemos más jóvenes en especial ustedes.
Miranda ríe al ver a su hija dándoles un sermón a los chicos.
-Los sigo esperando -coloca sus manos sobre su cintura y mueve uno de sus pies.
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Up falling in love
Teen FictionLa vida de Mía, nunca fue fácil, a los seis años es abandonada por su padre en un orfanato y lo único bueno que le a traído ese lugar, fue conocer a sus dos mejores amigos: Emma y Elliot. Y parece que nuevamente, la vida se empeña en jugarle malas...