Capítulo 1: "La muerte una buena amiga"

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Todo comenzó así...

  Hace ya un tiempo mi hermano Alán se consiguió una novia, la chica más popular de toda la escuela, Samanta, no lo puedo negar es muy hermosa, parece como un ángel del cielo, pero cuando trato de hablar con ella siempre esta a la defensiva, eso es algo prácticamente común la más linda es algo misteriosa.  

Era un día normal en el liceo,  no había algo que lo hiciera especial, cuando de repente hubo un disturbio frente del instituto, eran los alumnos del liceo "Paz y Brisas"; por lo visto, en su colegio lo menos que le enseñan es sobre la paz, siempre hubo un roce contra ellos, nunca nos llevamos bien, lo único que ellos querían era hacernos pasar un mal día. Todos los profesores trataban de proteger a los estudiantes, cuando no vi a mi hermano Alán lo fui a buscar, estaba solo en ese liceo con todo eso sucediendo, no me dio miedo, lo que realmente me importaba era ver si mi hermano estaba bien, cuando lo encontré estaba peleando con unos chicos, le estaban ganando, agarre una pala y le di un golpe a uno de los chicos que estaba peleando con mi hermano, eso los hizo enojar y de repente uno de ellos saca una pistola...Amenaza con matarnos; en ese mismo momento, no sabía qué hacer.

  Mi hermano por protegerme salto y corrió hacia ellos, cuando vi que el chico iba a disparar, empuje a mi hermano y la bala impactó sobre mi pecho. Todo se oscureció, sentía un frío que recorría todo mi cuerpo no pude estar más de pie y caí en el suelo que tenía una textura muy suave para ese momento.

Desperté en otra dimensión, había muchos colores , podía controlarla con mi mente, era algo tan hermoso que no tengo palabras para explicar lo que vi en ese lugar maravilloso. Todo parecía grandioso, cuando de la nada venían unos sonidos espeluznantes como gritos de dolor, pena y desesperación, quede petrificado en ese momento, unas gotas cayeron sobre mi cabeza, pensé que iba a llover; pero reflexione, no sé que lugar estoy parado... ¿Era producto de mi imaginación? O realmente ¿ya estaba muerto?, las gotas caían más y más, esos terribles gritos eran más fuertes, no podía soportarlo, de alguna manera sentía todo el dolor de esa persona que gritaba así que comencé a llorar también, cuando una de esas gotas de agua cae sobre mis ojos, un resplandor hermoso empezó a salir, se veían unas figuras borrosas cuando pude dilucidar bien esas imágenes,  me di cuenta que era mi hermano, lo primero que vi fue sus ojos,  todos rojos e hinchados con lagrimas sobre sus mejillas y gritaba "Mi hermanito, ¿Por qué? ¿Dios por qué no me llevaste a mi?" puse todas mis fuerzas, moví mi mano y tome la de él y le dije con mi voz algo débil "Hermano aquí estoy contigo"...

Ahí solo pude sentir su fuerte abrazo , escuchaba mucho ruido, diferentes voces todas a mi alrededor,  no podía respirar  bien, algo estaba atorado en mi garganta, me fije bien y era mucha sangre que salía de mi boca y de mi nariz, también de mi pecho donde me impactó la bala, sentía mucho miedo no quería morir, toda mi vida paso por mi mente, tantos planes, todos mis sueños, las cosas por que luchar, tampoco he podido decirle a mi familia y amigos que los quiero muchísimo que sin ellos soy nada. Comencé a sentir un dolor inmenso los más probable eran por las heridas, estaba luchando, estaba resistiendo, estaba decidido a no rendirme, no tirare la toalla, cuando dije casi gritando ¡No perderé esta batalla, mi vida no termina aquí!

Unas personas llegaron, me alejaron de los cálidos brazos de mi hermano, aun podía escuchar su llanto de dolor, me acostaron en una camilla, cuando me llevaban a la ambulancia ya estaba muy lejos del lugar donde estaba mi hermano, ahí pareciera que el dolor aumentaba cada centímetro que me separaba de él, lo único que pensé fue que el amor de mi hermano contenía el dolor físico de esas heridas, pensé que era algo místico pero las cosas no eran muy claras.

 Estaba preocupado por mí, por si realmente me llegare a salvar, entramos a la ambulancia, mi cuerpo ya estaba fatigado había perdido mucha sangre, tenía un poco de sueño, mis parpados se cerraban solos pero yo sabía que si los cerraba... Tal vez no los vuelva a abrir nunca más.

El hospital se encontraba un poco lejos de mi liceo, el recorrido hasta allá me parecía eterno, los paramédicos que estaban junto a mi intentaban mantenerme despierto, pero no pude, cerré mis ojos...

El Aura DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora