- Buenos días Dan - saludo rapidamente a la conserje del edificio donde ahora vivo, aún no consigo acostumbrarme al exceso de colorete en sus mejillas, ni sus ojos verdes pintados de azul hasta las cejas, así que trato de no mirarla directamente para que no pille mi expresión - Buenos días Ken - responde con su voz chillona caracteristica, no sé en qué momento se creyó con el derecho de llamarme así, pero no me molesta demasiado y lo dejo estar.
Paso de largo del cajón de correspondencia cuando veo que no hay nada para mi y subo al ascensor con Makes me Wonder de Maroon 5 sonando en mis oídos. No soy una chica adicta al ejercicio en realidad, pero las calles de Glasgow son particularmente más tranquilas a las 4 de la mañana y no soy de dormir muy tarde así que no tengo problema en levantarme muy temprano para salir a correr y despejar mi mente con la música.
Llego a mi piso y pierdo un poco la tranquilidad al darme cuenta con pesar que siguen habiendo cajas desperdigadas por toda la extensión del lugar, por suerte es espacioso, de lo contrario ya estaría perdiendo la cabeza. Me quito los auriculares y los dejo con mi teléfono sobre la mesa de la entrada conectando el cargador y me desvisto con desánimo. Hoy es un día especialmente interesante, así que me tomo mi tiempo; oprimo el botón de encendido de la cafetera y me recargo en la pared sentada en la encimera de la cocina. Tomo el libro que he dejado por la mitad el día anterior, mi favorito, lo he leído ya en cinco ocasiones y jamás me canso, El marqués de Sade. Me detengo en una frase marcada en uno de los pequeños papelesque suelo pegar en las orillas de cada libro que leo, en éste, cada vez son menos los espacios entre las hojas... "Vamos a darnos indiscriminadamente a todo lo que sugieran nuestras pasiones y siempre seremos felices.. La conciencia no es la voz de la naturaleza, sino la voz de los prejuicios"... Me quedo meditando como siempre lo hago, en éste fragmento. Será que de verdad las pasiones son mejor decisión que la razón, la metodicidad... planear todo con calma todo el tiempo '¿?'
El aroma del café me saca de mis pensamientos y lo sirvo humeante en la enorme taza amarilla que tengo junto al lavaplatos, la única que he desempacado y que me ha servido para la sopa, el cereal y la leche hervida; ahora el café de mi primera mañana de trabajo en el nuevo apartamento.
Me acerco a la mesa de la entrada para chequear que aún le queda 30% de batería por cargarse a mi celular y tengo 30 minutos para salir del edificio y dirigirme al taller.
Después de retirar lo que me queda de ropa y ponerla en algún lugar de mi enorme cama que me suplica que me meta en ella, paso de largo y entro con cuidado en la cabina para dejar correr el agua y que la temperatura suba en ella, uso el inhodoro y con la palma de la mano rectifico la temperatura del agua. Recojo mi cabello en una dona y me introduzco en la ducha; el baño es rápido pero me reconforta. Salgo del cuarto de baño desnuda y encuentro la toalla olvidada en el sillón al lado norte de mi cama; me seco y la sostengo con mi axila mientras rebusco en el armario qué ponerme.
Me decido por un top de tafetán blanco cubierto por completo de encaje a tono y una falda acampanada con la cintura alta, calzas negras y unos tacos de plataforma verde esmeralda. Me suelto el cabello y me siento frente al tocador para mi corta y perezosa rutina de maquillaje. Un poco de base, polvo traslúcido, algo de color en las mejillas que resalte mi piel blanca, máscara para aumentar un poco el espesor de mis pestañas y está lista mi cara; aplico un poco de espuma para peinar a mis rizos sueltos naturales, son probablemente la parte de mí que realmente amo con fuerza y agradezco a mi madre; me pongo el abrigo rojo carmesí, empaco la tablet, boligrafo, agenda y mi libro y después de una última mirada al espejo y un poco de brillo, salgo del piso.
Después de despedirme de la particular cuidadora de mi edificio, salgo de él y el húmedo frío viendo de Glasgow me golpea la cara, sonrío con satisfacción, no puedo amar más éste clima. Mi auto aún está en reparaciones, pero el taller a dónde se dirige mi primera visita antes del lugar de trabajo que me ha permitido dejar de ver a mi hermano, no queda lejos de allí - ventajas de vivir en un lugar nuevo - digo en mi mente.
ESTÁS LEYENDO
CAPSIZING || Justin Bieber
Fiksi Penggemar'Nunca me había detenido a pensar sinceramente, el porqué de mi vida tan solitaria... Pero sí, es precisamente eso lo que responde todo. Siempre he estado sola, aún estando físicamente en compañía de alguien... En las relaciones siempre pierde algui...