CAPSIZING || Justin Bieber

Capítulo 7

- Clinton me agrada porque es exactamente como yo. Es metódico, organizado y perfecto siempre - digo sentandome en un rincón del suelo de la cocineta, mientras Jordan prepara algo 'más fuerte', según ella.  

- Pero el otro - continúo - el otro es un chico tranquilo. Me refiero al sentido de relajarse, tomarse todo con calma. Es de esos que piensan día por día, no planifica nada, no le importa la hora exacta, y no anda con la cabeza llena de información todo el tiempo. No debe saber nada sobre controlar su vida. - exhalo con preocupación y Jordan me entrega una copa de vino pequeña con un liquido algo tibio mirandome con los ojos muy abiertos.

- Bebe. Te ayudará; es solo un trago. Le hago caso y mi expresión cambia entre el descontento y la aceptación.

 - No está mal - aparece mi imprudente boca otra vez. Esas son las palabras que debes evitar decirle a Jordan, o me obligará a empezar a beber hasta acabar todo el alcohol de Escocia. - ¿Qué es? - le resto importancia a mi comentario anterior, he intento fruncir el ceño con desaprobación, aunque si me haya gustado y ella lo sepa.

- Coñac, ayuda bastante. Créeme - dice tomando un sorbo del suyo.- Estás consternada. Son cosas nuevas para ti; pero enserio debes vencer ese miedo a perder el control. No vas a ser feliz nunca. Solo vas a ..... Ser - dice buscando la palabra y encontrando una perfecta al instante para lo que quería hacerme entender. 

- No puedo, a veces sé que debería intentarlo, pero es que ésto es lo único que yo puedo decir que me pertenece. Mi vida es mía. Y no es porque sean ellos en particular. Es mi vida en general. Además, no sé si son imaginaciones mías  - digo tratando más de convencerme a mi misma que a Jordan.

- Pues entonces arriesgate y te darás cuenta - me responde ella segura y con una sonrisa de oreja a oreja - ¿Porqué crees que le gustas a Clinton? ¿Así se llama tu jefe verdad? - pregunta acomodandose frente a mi con las manos en mis rodillas flexionadas.

Cuento a mi amiga los acontecimientos del día y cuando termino, me dice convencida. - Definitivamente de imaginaciones no tenemos nada. Algo quiere contigo amiga. - levantandose del suelo - Vas a irte hermosísima a trabajar por el resto del tiempo que lo hagas allá y caerá rendido a tus pies a confesartelo todo en cualquier momento. - termina, recogiendose el cabello para limpiar un poco la cocineta. - ¡Ah! Y al misterioso si es más que absolutamente obvio que le gustas; he presenciado la persecución - deja salir de golpe. - Bueno, una parte. - termina de aclarar guiñandome un ojo con una sonrisa y yo la miro con expresión inentendida para que se explique.

- Hoy, en la uni. Vi cuando llegó tras de ti. Tenía buen lejos, probablemente cuando lo conozca entrará en mi lista de chicos más guapos que he conocido en mi vida - continuando con sus labores. - ¿Existe esa lista? - le pregunto ridiculizando con mi tono, tal barbaridad; pero no dice nada. Se limita a mirarme frívola entrecerrando los ojos.

- Vale. - digo rendida y sigo con lo importante de la conversación - ¿Cuándo lo conozcas? Pérmite que me ría. No sé absolutamente nada de éste tipo y tu ¿ya estás pensando que lo conocerás? Tu optimisto ha aumentado peligrosamente amiga - digo con una carcajada, desempolvando el trasero de mi pantalón después de levantarme.

- Si sabemos. - se da vuelta y acomoda su posición recostada en el mesón - Sabemos que probablemente es millonario, por el auto que conduce. - comienza a enumerar - Sabemos también que vive en Glasgow, probablemente cerca de tu casa, y sabemos que le gustas mucho al parecer. - finalizando sus conclusiones con una levantada de cejas divertida y satisfecha. - Su nombre, edad, profesión y número de teléfono, los sabremos cuando se conozcan oficialmente. Lo cuál sé que no tardará mucho. - espeta segura echando un vistazo a su reloj - Y ahora deja tu pensadera incómoda y espera a que todo simplemente se dé. - traga e inhala para explicarse - sigue controlando lo que siempre has sabido controlar y deja al destino controlar el resto del mundo. Relajate un poco y vámonos a casa; éste sitio me espanta a veces en la noche. - riendo mientras empaca sus cosas.