No demoro mucho en el camino y me decido a dejar el auto aparcado en mi edificio; al fin y al cabo, no lo usaré por lo menos hasta la media tarde.
Entro al café y un acto reflejo hace que mire a la esquina donde estaba aparcado el encanto misterioso el día anterior. No está, el lugar parece más vacío para mi. Me represndo por mis pensamientos; pero hay algo que de fuerte manera me hace quejarme por la realidad de que no vuelva a cruzarse en mi camino.
El ruido de un motor de alta potencia, me saca de mis cavilaciones y al mirar por la ventana, veo a Clinton bajando de un Jaguar azúl océano; que le entrega la llave al vallet y entra desabrochando su abrigo y dirigiendo su sonrisa a mi. Jamás se había visto tan guapo a mis ojos - Pero ¿Qué es lo que te pasa Kenzie? - digo para mí, sin darme cuenta de que salió de mi boca.
¿Qué pasa por qué Kenzie? - pregunta al llegar a la mesa. Ha escuchado mi regaño a mi misma, ya estoy fantaseando con dos hombres y solo ha pasado una semana de cambios.
Nada, olvidé algo en Access, es todo - me apresuro a decir y él sonríe a modo de aprobación.
¿Qué desean tomar? - dice amablemente acomodando el antebrazo en la mesa.
Lo de siempre cariño - digo yo a la chica que nos atiende mirando a Clinton como si estuviese bajo un trance hipnótico.
¿Y el caballero? - dice ella tratando de ocultar el temblor de su voz en presencia de la innegable imponencia del hombre que me acompaña.
Un latte expreso cargado, sin azucar y con un poco de crema - dice con una sonrisa.
¿Algo para comer? - dice dirigiendose a mi. ¡Donas! - digo con un poco más de emoción de la que pensaba expresar; el ríe y la chica apunta el resto del pedido y se aleja tras el mostrador sin despegar los ojos de Clinton.
¿Y bien? - digo tratando de entrar en terreno laboral, intentando olvidarme del estruendo sexy que ha sobrellevado mi vida en los últimos días.
- Ah, sí, mira quería reunirme contigo más que todo para darte la bienvenida oficialmente a la compañía. Espero pases muy bien porque no quiero que sea el último proyecto del que te encargues - dice con encanto y mi cerebro empieza a derretirse obligandome a abrir los ojos como platos - ¿Está coqueteandome? - me pregunto y él toma una de mis manos mirandome fijo a los ojos - Definitivamente me está coqueteando - me respondo y doy gracias al cielo cuando la chica del café llega con una bandeja para ponerla en medio de ambos.
- Bueno, salud con latte por tu bienvenida - dice levantando su vaso con la mano y ofreciendome un brindis.
¡Salud! - me fuerzo a esbozar una sonrisa que pueda ocultar el nudo que tengo en la garganta; estoy absolutamente confundida y exhasperada con todo lo que ha estado sucediendome éstos días.
Después de un poco de plática acerca del terreno, pregunto a qué hora llegará el auto de la empresa por mi, y él me dice que iremos en el suyo; y me siento diminuta cuando termina la frase con una sonrisa de oreja a oreja - éste tipo no se parece en absoluto al que conocí hace una semana.
Paga la cuenta y a las 12 menos 20, estoy dentro de su auto espectacular. Él enciende el sonido en un intento de eliminar silencios incómodos; Coldplay me inunda la mente y me relajo un poco.
Faltando 5 minutos, estamos aparcando y un carro de golf nos espera.
Todo está un poco polvoriendo - dice cuando me ve observando el espectacular vehículo, con una ezpresión inentendida.
Rodolf ya nos espera al lado del carrito y exactamente a las 12 que guardo mi teléfono en el abrigo, para colgarme la cámara fotográfica, estamos frente a él.
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CAPSIZING || Justin Bieber
Fanfiction'Nunca me había detenido a pensar sinceramente, el porqué de mi vida tan solitaria... Pero sí, es precisamente eso lo que responde todo. Siempre he estado sola, aún estando físicamente en compañía de alguien... En las relaciones siempre pierde algui...