Capítulo 4

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¿8.500 libras? Ésto tiene que ser una puta broma - digo secandome la boca con un pañuelo, después de parar de toser y ponerme de pie al lado de la encimera, creo que eso cuesta el apartamento donde vivo y pago algquiler. Tiene que haber un error - digo en voz alta y me sorprende el tono que descubro en mi voz, de querer que en realidad no lo haya.

Termino el café y saco la tarjeta del sobre, guardandola en mi billetera. Los datos del depósito los escribo en un post it y los meto a mi libro. Empaco todo, me pongo el abrigo y desconecto el móvil antes de salir dando pasos largos.

Entro en el auto y lo miro imaginandome el que podría comprarme en menos de un mes si quisier. Me deshago de mis pensamientos cuando Love don't love de Justin Timberlake me inunda los oídos, es una canción un poco sexy para mi, pero me gusta.

Me desconcentro del volante por un segundo y debo frenar en seco cuando un idiota no escucha el mando a distancia y se atraviesa frente al auto.

Perdona, venía distraído. No fue tu culpa - sonríe mientras me impide bajarme del auto con un gesto de sus manos. Al parecer siempre estás distraido - digo recordando al tipo rubio de ojos miel que me tiró el portaplanos el día anterior llegando a la uni y él al reconocerme vuelve a sonreír con encanto.

Relájate un poco nena, vive la vida - termina de decir antes de continuar su camino. Tomo la derecha y para mi mala suerte sigue por el mismo lado caminando en la acera y yo tengo unos cuantos autos delante que no me dejan acelerar para evitarlo.

Al menos ahora sé donde vives linda - dice con convicción de sí mismo.

So you can cry de Ne-yo empieza en el auto y subo el volúmen para alejar lo que dice el rubio tondo de mis oídos. Encuentro un espacio y él lo nota, antes de que arranque vuelve a sonreír y me dice - Adiós linda.

Acelero al máximo y llego al aparcamiento de la empresa con escasos cinco minutos para subir - Maldito estúpido - pienso para mi.  Nunca llego tarde, ni con el tiempo tan preciso a un sitio, y preciso hoy, tengo que bajarme del auto casi en marcha, porque si el idiota no se me hubiera atravesado, habría pasado antes del camión de residuos y no habría perdido tanto tiempo en el trancón, ni con el semáforo - continúo reprochando en mi mente. Llego al elevador con rapidéz y oprimo el mando con prontitud. Se abre y finalmente llego al décimo piso con un minuto de tiempo para que me vea Dara. Llego corriendo tratando de acompasar mi respiración y ella sonríe como si se preguntara el por qué de mi prisa.

Llego justa y precisa a un lugar corriendo, por primera vez en mi vida - le digo apoyandome en la encimera del cubiculo al lado de mi oficina. No tiene por qué correr, solo marcamos tarjeta los empleados. Los ejecutivos casi siempre se ... - busca las palabras - ... toman su tiempo - termina guiñandome un ojo.

Dijiste 4:30 y de 1:15 a 4:30 puedo estar fuera. Soy muy quisquillosa con la responsabilidad así que es un descanso lo suficientemente largo como para encima llegar tarde ¿Me ha llamado David? - pregunto entrando a la oficina con Dara pisandome los talones - No, mando un mensaje a tu correo corporativo, diciendo que te espera mañana a las 4:30 para evaluar lo que necesitas de los contratistas. Tu eres quien elige finalmente los proveedores ¡Oh! Lo siento - dice de un momento a otro - La miro espectante para que me explique - Estoy tuteandola, disculpeme - la miro con una risa amenazando con salir y la tranquilizo diciendole que puede hacerlo sin problema y ella asiente - Ya está la cita en su agenta y la que tienes con Clinton y Rodolf a las 12:35, para ir a ver el terreno. Mañana no vienes en la mañana, el auto de la empresa va por ti a tu casa para llevarte al lote y luego te llevará de vuelta allí para que descanses antes de verte con el Sr. Allen.

¡Okay! - digo digiriendo la información - Una pregunta - agrego.

¿Qué cosa? - dice Dara - ¿Cuál es mi horario? ¡Preciso! - digo enfatizando la última palabra. 

10 am - 1:15 pm / 4:30 pm - 7:00 pm - dice señalando puntos al azar en su agenda y después de que le agradezca, sale de la oficina sonriendo.

Respondo el correo de David, aunque desde el correo corporativo ya lo ha hecho Dara y le digo que necesito que me llame. Recibo su llamada y quedo con él para tomar un café a las 8:00 pm. Termino de organizar algunas listas de proveedores y a las 6:00 pm ya he terminado. Dara toca la puerta, la dejo pasar y me encuentra desocupada. 

Puede retirarse si ya terminó Kenzie - dice sin más - ¿Como sabe? - pienso y miro si hay cámaras a mi alrededor como gesto reflejo.

No hay cámaras - responde leyendo mis pensamientos con una sonrisa - Solo que siempre al primer día, no es mucho el trabajo y cuando escuché que dejó de teclear y tenía libre el teléfono, supe que había terminado por hoy - dice con dulzura.

Perfecto, entonces creo que iré a casa - la miro con la pena de que me haya convencido y me levanto para arreglar mis cosas y cuando procedo a organizar los pocos papeles que hay desparratados por el escritorio, Dara me detiene explicandome que esa es su última tarea de tosos los días y yo asiento levantando las manos vencida y lanzando un bufido, ésto es el spa de los trabajos, definitivamente. 

Me despido de Dara y salgo rumbo al ascensor con mi abrigo y bolso en la mano, me lo pongo al entrar al ascensor y envío un texto por whatsapp a David para ver si puede quedar más temprano. Al llegar al parqueadero veo su respuesta negatica y respondo que entonces a la hora original. Salgo del edificio a las 6:20 y llego a casa en 15 minutos. 

Recuerdo al rubio tonto al activar el mando a distancia que abre la puerta del parqueadero y muevo un poco la cabeza al notar que acabo de sonreír pensando en ese idiota ¿Qué es lo que me pasa? - digo para mi misma. Entro y dejo el auto en el lugar de siempre, tomo mis cosas y me dirijo al elevador. Mi maquillada conserje no está así que paso desprevenida y llego rápido al piso. Lanzo todo en el sofá y conecto el movil. 6:39 pm marca el reloj, me recojo el cabello con el lápiz y siento el alivio que no había sentido en todo el día. Así es como decido ponerme a organizar lo que pueda hasta que falten 15 minutos para mi cita con David; por suerte, el café donde quedamos, es en la esquina de mi edificio y él siempre suele tardar 5 exactos minutos después de la hora acordada para llegar a una cita.

Me pongo en marcha y en 15 minutos ya he acomodado la biblioteca y hay 3 cajas menos rodando en la sala. Saco el resto de mi ropa y la cuelgo con detenimiento en el armario y la que ha perdido el planchado, la dejo sobre la cama para llevarla a la tintorería al día siguiente. Dos cajas menos. Finalmente pongo los platos que aún faltan en el aparador de la cocina, las tazas pequeñas para el café y vacío otra caja más. Solo me quedan dos. Una de zapatos que acomodaré mañana y una con todos los planos que hice durante mi carrera. He tenido más portaplanos que cuadernos en mi vida escolar. Voy al pequeño esduio donde acabo de organizar mi bella biblioteca y dejo allí la caja para ordenarla luego. Retiro el papel chicle que protegía mis otros tres hermosos muebles y por fin admiro mi hogar con más orgullo. 

Decido lavarme la cara y cambiarme. Abandono los tacones de nuevo en el closet en lugar de ponermelos otra vez, escojo unas bailarinas con punta en negro y cambio la camisa de tafetán por una camiseta sencilla de algodón. Me dejo el cabello recogido, no me maquillo y me pongo el abrigo. Desconecto el móvil y apago el sistema de sonido que me acompañó en mis tareas y salgo con 7 minutos rumbo al elevador. Camino con calma por la acera una vez fuera del edificio y vislumbro con incredulidad al tonto rubio en un Bugatti Veyron 64 Grand Sport color chocolate, observando con detenimiento la entrada de mi edificio; arranca en cuanto me ve y quedo confundida pero sigo mi camino hasta el café. Llego y pido un late expreso cargado con mucho azucar y crema extra; me lo tomo en tiempo récord pensando en la cuenta que llena mis bolsillos ahora y veo como David baja de su Porshe frente al pequeño negocio. Me saluda amablemente con un abrazo y correspondo pidiendo luego los cafés para los dos.

Hablamos del nuevo trabajo, y de lo demás y siento que todo se tensa en mi cuerpo cuando me dice que mi sueldo en Access, aún está vigente, teniendo en cuenta que 'B&B' es solo un cliente especial. Pero... el sueldo que me dan allá ya es enorme ¿Voy a tener dos ahora? - digo sin creermelo.

David sonríe - Si, al parecer así es. No aumentaré tu salario en Access en una buena temporada, pero sé que no sufrirás por eso - riendo al terminar su café.

Nos despedimos y salgo caminando a casa evidentemente consternada. 

CAPSIZING || Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora