7.Blanco como la nieve.

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Una semana llevaba con las clases de Derek. Ahora nos llevábamos un poquito mejor, ya no peleábamos tanto.
Estaba dándome una ducha cuando alguien timbro, me tuve que secar rápido, me puse una remera que me quedaba grande con unos pantalones largos para hacer deporte, mi pelo iba mojado, goteando. El timbre no paraba de sonar, baje corriendo las escaleras, casi me mato.
Abrí con mala cara.

-¿Qué?- dije borde al abrir sin percatarme quien era, Derek.

-¿Te has despertado de mal humor?

-Idiota, no estaba dormida. Me estaba duchando- señalé mi pelo mojado- hasta que alguien empezó a timbrar.

-Yo creía que estabas dormida, por eso no paraba de timbrar- entró dentro de mi casa y sentó en el sofá, yo lo seguí.

-¿Qué quieres?- me quede parada en frente de él, me cruce de brazos.

-Ya me acuerdo de quien era la chica que llevó esa colgante. Se llama Crystal. Lo que no entiendo es como llegó ese collar a tu madre, tu madre no era mujer lobo.

- Ni idea. ¿Entonces has venido solo para decirme eso?¿No será una escusa para verme?- se rió.

-Muy graciosa Becca. Si quiero venir a verte no pondría una escusa, vengo y ya- se levantó, estábamos bastante cerca.

-Si, claro- sonrio, lo miró fijamente a los ojos-¿Sabes qué?Nunca te he visto transformado en hombre lobo.

-Tal vez es porque no me transformo como los demás, sino en...- me mira a los ojos, noto que también me mira los labios- un lobo- susurra sobre mis labios para luego alejarse, se pone en la entrada del salón.

-¿Cómo?

-Algún día ya lo verás-sonrió -Me tengo que ir, ¿mañana nos vemos para entrenar?-asientó, abre la puerta irse pero antes añade-Has mejorado mucho Becca- y se va.

Voy para arriba, a mi cuarto, a secarme el pelo, aunque ya esta algo mas seco que antes.
Cuando termino voy al cuarto de mi madre, sonrió al encontrar un álbum de fotos. Al parecer las fotos del álbum era de la época en que iba al instituto, allí es donde tuvo que conocer a mi padre. Tenía muchas fotos con él, no podía evitar emocionarme, se veían tan lindos juntos.

-Como os echo de menos- toco la foto en la que salen juntos y sonriendo.

-¿Son tus padres? - me gire y vi que era Malia, me había asustado, no me entere de cuando llegó , estaba tan metida con el recuerdo de mis padres.

-Si- me sonrió y se sentó a mi lado-¿Cuánto tiempo llevas ahí?¿Y cómo entraste? - la última pregunta no tenía sentido, esta claro que tuvo que haberme roto la cerradura. Otra vez tendré que llamar para que me la arreglen-Olvida la última, ya lo sé.

-Acabo de llegar. Quería como estabas, y también cuenta algo el echo de que estoy aburrida.

-Para la próxima prueba a llamar al timbre, por favor. Me voy a gastar todo mi dinero en arreglar la puerta cada vez que quieres venir a visitarme- se rió y asintió.

-¿Hacemos algo?Ya sabes, me aburro.

-¿Me puedes enseñar este lugar?- le señaló una fotografía en la que sale mi madre y se ve todo el pueblo, era una vista hermosa.

-Está en el bosque. No creo que sea buena idea ir allí, tal vez Allison te vuelve a atacar.

-Pero voy contigo. Entre las dos nos podemos defender. Por favor, quiero ir a ver esas hermosas vistas.

-Están mas lindas cuando es de noche- le rogué con la mirada- Vale, te llevaré, pero antes cenamos algo.¡Tengo hambre!

-¿Pizza?

-¿Ciervo?

-No sé cocinar, y dudo que tu sepas. Así que pidire una pizza- saqué mi móvil del bolsillo e hice el pedido.

Después de comer la pizza y reírnos un poco fuimos al bosque. Malia me llevó al sitio que le dije, y si tenía razón. Las vistas estaban mas hermosa cuando era de noche. Se veían las luces de las calles, de los coches..., hasta creo que desde aquí veía mi casa.

-¿Te gusta?

-Son hermosas - dije con una sonrisa -Aquí fue donde mi padre le confesó a mi madre que era un hombre lobo.

-¡Qué suerte tienes! Yo apenas sé cosas de mis padres..., ni siquiera los conozco tanto como debes tú conocer a los tuyos- su mirada reflejaba tristeza.

-No creas, no los conocí como me hubiese gustado. Mi madre murió cuando tenía siete años, y mi padre, bueno apenas lo veía. Sé cosas de ellos gracias a mi abuela, ella era quien me cuidaba- esbozamos una sonrisa.

De repente oímos un ruido procedente detrás de los árboles. Me concentro y oigo que son pisadas, pero no son pisadas humanas. Las pisadas se acercan a nosotras. De entre los arboles sale un lobo. Un lobo blanco como la nieve de ojos azules. Malia se transforma, yo no, solo me quedo mirándolo. El lobo me mira a mi, me doy cuenta de que lo que esta mirando es el colgante del amuleto blanco.



PERDÓN PORQUE SEA TAN CORTO, MAÑANA LO HAGO MAS LARGO. ¿QUÉ OS PARECIÓ? BESOS.
ATT:LA AUTORA.

[Teen wolf] Luna llena ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora