Te amo idiota

cap 27

Cap 27

-Bien-digo resignándome a oírlo

-No dirás nada primero? –me mira expectante.

-Nos acostamos, verdad?-contesto suspirando fuerte- Dios y ni siquiera lo recuerdo- sollozo-soy una puta.

-No digas eso, no lo eres de acuerdo-dice tranquilo mirándome sin embargo mis ojos están en todas partes menos en él.

-No escuchaste lo que dije-murmuro- ni siquiera recuerdo haberlo hecho contigo.

-Porque no lo hicimos-dice y alzo mi mirada hacia él deprisa.

-cómo? Pero yo.. y tu-digo entrecortadamente.- Que paso?

-Solo dormimos-responde

-pero cuando desperté estaba solo con tu camiseta y tú estabas en bóxer, creí que-digo apresuradamente.

-Creíste que tuvimos sexo-dice seguro, bajo mi mirada y asiento avergonzada.-Pues no paso, tranquila.

-Que paso entonces James?-contesto esperando que me diga lo que paso para llenar ese espacio en mi cabeza.

-Bueno , al comienzo si lo íbamos a hacer , y bueno mientras, tu sabes, estábamos en eso , bueno , te quedaste dormida -dice riendo y me sonrojo avergonzada de algo que ni siquiera recuerdo haber hecho.

-Sigue-digo

-Luego de un rato, te puse mi camiseta –concluye y para este momento ya lo miro directo a los ojos y suspiro aliviado.

-así que casi lo hacemos pero me quede dormida –digo y asiente.

-Hay por dios lo siento tanto-digo arrepentida y cubro mi cara.

-Nena, fue el alcohol descuida-dice me abraza- y ahora que dejas de huir de mí. Se acerca lentamente evaluando mi reacción y después de una pausa acorta el espacio y me besa lentamente, muerdo su labio y gruñe. Luego de un ato de platicar sobre cosas triviales, se va y corro en busca de mi celular para llamar a mi mejor amigo.

-Pudes venir?-digo apenas contesta.

-Claro en cinco minutos estoy en tu puerta-cuelga y bajo los escalones lentamente mientras reviso mi celular.

Al cabo de los cinco minutos tocan la puerta, abro rápidamente y lo jalo dentro hacia mi habitación. Sorprendido por mi reacción pero me sigue el paso y se sienta en mi cama apoyado en sus manos hacia atrás mientras yo estoy parada caminando por toda la habitación.

-Y bien?-dice impaciente, mientras sonríe.

-Hablamos y me dijo que no pasó nada entre nosotros, bueno si paso, pero el punto es que puedo estar tranquila-digo apresuradamente sonriendo.

-qué?-pregunta

-no hicimos nada-digo tranquila y alegre a la vez, es quitarme un peso de encima. Me lanzo a sus brazos en un ataque de felicidad y tranquilidad y cuando nos acercamos demasiado y ambos lo notamos, nos apartamos.

-Que paso entonces?-dice curioso y vuelve a sentarse en mi cama.

-yo..-tartamudeo pero luego empiezo a relatarle lo que James me dijo y cuando le cuanto sobre mi desmayada en medio de eso empieza reír mientras se revuelve en el suelo riendo a carcajadas, le lanzo almohadas para que se calle , suficiente con saber lo que paso y avergonzarme para que venga y se ría en mi cara.

Me levanto mientras sigue riendo y casi llorando de la risa y cojo un vaso con agua helada , regreso a mi cuarto y sigue en el suelo pero un poco más tranquilo respirando agitadamente.

Le lanzo el contenido del vaso y deja de reír inmediatamente y me mira fijamente, oh no, retrocedo hasta entrar en el baño y cierro la puerta con seguro mientras golpea diciendo que pagare haber hecho eso.

Luego de un rato se instala un silencio al otro lado de la puerta y escucho sus pasos alejarse, abro la puerta un poco y verifico que no haya nadie, salgo tratando de no hacer ruido hasta el pasillo pero no arrepiento al instante cuando veo su sombra detrás de mí.

Corro menos de tres metros cuando me tiene sobre su hombro camino al baño mientras grito que me baje desesperadamente mientras pataleo. Me recuerda cuando nos volvimos mejores amigos siempre solía hacerme esto y sonrió inconscientemente.

-No, no, no, no, no- repetía tratando de salir de su agarre y nos veía movernos hacia la regadera, mierda.

Lo escucho correr la cortina y en menos de un segundo estoy completamente empapada de pies a cabeza con agua helada, mi pijama se adhiere a mi cuerpo y en un acto de venganza tiro de Matt dentro conmigo mientras rio por su cara al contacto con el agua.

Luego de una tregua en la cual ninguno quería ceder, llegamos a un trato, no se venga de mí y le seco la ropa o de otra manera lo iba a mandar mojado a la calle, así que sin remedio alguno tuvo que aceptar si no quería estar enfermo las próximas semanas.

A las ocho de la noche sale de mi casa mientras se abrocha la camisa recién sacada de la secadora y se encamina a su casa , me llama cuando llega a su casa y me relajo, era una costumbre que teníamos para asegurarnos que estábamos bien de otra manera podía haber sucedido algo.

Arreglo mi cuarto el desastre que causamos al salir mojados y leo alrededor de una hora y me voy a la cama, recordando los sucesos del día de hoy y pensando en quedar con las chicas mañana para hablar de lo sucedido, con una sonrisa en mi cara, sin llevar ninguna culpa encima y en instantes me quedo dormida en el calor de mis cobijas.