David y Valeria se sentaron juntos en el metro, cogidos de la mano. Valeria iba apollada en el hombro de David mientras éste la revolvía el pero cariñosamente.
-Qué tal te lo has pasado, petarda? -la susurró David al oído.
-Genial.-respondió Valeria a la vez que se incorporaba.-Y tú?-le colocó cariñosamente el pelo desordenado, a la vez que esbozaba una sonrisa.
-Me lo he pasado muy bien!-alegó-Qué crees que le pasa a Abby?-preguntó curioso.-últimamente está muy callada, y eso me preocupa.
-Yo la veo igual que siempre.-señaló Val.-Además,-prosiguió-si la pasara algo nos lo contaría, no crees?
-Supongo.- Valeria volvió a apollarse en su hombro, yDavid continuó revolviéndola el pelo con la mano.
Pasados unos minutos, metro se paró y entró gente, salió mucha más de la que entro. Así que el vagón quedó casi desierto. Sólo quedaban ellos con una pareja joven con dos hijos(niño y niña), una mujer anciana sentada en frente de ellos, y un hombre de estatura media , que no debía pasar de los 35 años. El hombre parecía tenso, nervioso. A David le pareció curioso el hecho de que llevara unas gafas de sol en plena noche. Pero decidió no prestarle mucha atención.
Valeria estaba casi dormida, pero David la dio un par de toques en el brazo para que despertara.
-Val,-la llamó- Valeria,-la llamó un poco más alto y se incorporó.-no te duermas, anda, que en seguida llegamos, no queda nada.
-Si no estaba dor..-en ese momento, Valeria abrió los ojos y se quedó unos momentos en shock, sin poder acabar la frase. Segundos después empezó a gritar.-Sácame! Socorro! Ayudadme! Ah, no, aparta!-lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.
David, quien se había puesto en frente suya y había empezado a sacudirla y a gritar su nombre, vio como el hombre salía corriendo hacia otros vagones y, segundos después de que el tren se parara, abandonaba el tren como alma que lleva el diablo.
Un corro se había formado alrededor de Valeria, quien estaba sentada en el suelo, con las manos tapándole la cara, zarandeándose y gritando. Entre un par de personas consiguieron sacarlos a los dos del metro, para poder pedir ayuda.
Pasaron un par de minutos hasta que se desmayó. David no tardo un segundo en cogerla para llevarla corriendo hasta el hospital más cercano.

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31 días para enamorarte.
Teen Fiction"-¿Y si te mato a cosquillas? -¿Y si me matas a besos?" Siempre han sido un grupo inseparable, pero la fuerza del tiempo hará que nuevos obstáculos se presenten en su camino, obstáculos que no saben si podrán superar.