31 días para enamorarte.

IV

-En qué piensas?-preguntó Mike inesperadamente.
Becca y Mike se habían ido juntos ya que sus casas estaban casi al lado. Habían permanecido en silencio durante todo lo que llevaban de camino.
-En nada... Y tú, en qué piensas?-respondió Becca intentando entablar conversación.
-Yo.... Yo creo que ha sido una gilipollez lo que he hecho hoy. No debería haberme liado con esa... Bueno, pasado pisado, no?
-Sí, supongo... Pero si crees que es una gilipollez, por qué lo haces?-preguntó Becca con aire curioso.
Becca no sabía a donde iba a parar esta conversación, pero tenía curiosidad por saberlo.
-Es que... Bueno.. No lo entenderías.
Estaba clarísimo, Mike quería hacerse el interesante, Becca no tenía ninguna duda de ello. Pero, por simple curiosidad a ver hasta dónde era capaz de llegar, le siguió el juego.
-No soy tonta, Mike. Me lo puedes contar sin problemas.
-No es el momento.
Esta respuesta de Mike despertó toda la curiosidad de Becca. Cómo que no era el momento? Y si no era ahora, cuándo lo sería?
-No es el momento de qué?-preguntó Becca ardiendo de curiosidad.
-Tú qué prefieres: una relación larga o un lío de una noche?-estaba clarísimo que Mike tramaba algo, pero Becca no sabía el qué ni cómo pararlo.
-Y este cambio de tema inesperado?
-Nunca te hago caso. Siempre estoy con Andrea y Carlos y ni me fijo en ti y mucho menos en Abby.
Becca se quedó sin palabras. No sabía qué decir. A qué venían esas confesiones? Por qué había dicho eso sin venir a cuento?
-Me gustaría conocerte más.-prosiguió Mike.
Becca estaba estupefacta. Aquello le había pillado por sorpresa.
-Em... Y por qué ahora?-Becca quería llegar al final del asunto cuanto antes.
-Porque... Me he dado cuenta de que tú eres diferente. Contigo los celos no funcionan. Sabes lo que quieres y no te conformas con otra cosa. Y eso me encanta.-soltó Mike con sinceridad.
-Desde cuándo lo sabes?
Becca no sabía qué más decir, así que intentó sonsacarle información.
-Desde hace dos meses por lo menos. Os escuché hablar a Abby y a ti cuando creíais que nadie os oía.-Mike hablaba en un tono sereno, como si no tuviera la menor importancia lo que estaba diciendo- no me lo creía-prosiguió-después de tantos meses creyendo que pasabas de mi y... Eso? Te juro que no me lo creía.
Las palabras de Mike entraban en la cabeza de Becca como flechas. Becca no estaba segura de qué es lo que sentía en ese momento. No sabía si sonreir, enfadarse, llorar...
-Siento decirlo así pero... Sé que tú solo quieres un lío pasajero. Y yo no, así que siento decirte que, por mucho que me duela, seguiremos siendo amigos si siguen así las cosas.
Becca se quedó atónita después de estas palabras. De verdad había sido capaz de darle calabazas al chico que le gustaba? Esperaba que su respuesta fuera un simple <<tú te lo pierdes chica>> o algo por el estilo. Pero no. Al parecer, Mike sabía cómo jugarse sus cartas.
-Tienes todo el derecho del mundo a pensar así. Me esparaba esta misma respuesta. Qué ibas a pensar de un chico que se lía con mil para darle celos a una? Que es un gilipollas. Claro está.
Mike hablaba bastante relajado, como si supiese perfectamente lo que iba a pasar. Becca esperaba que acabase así la conversación, los dos incómodos e incapaces de dirigirse la palabra. Pero la conversación no terminó ahí.
-Y si te demuestro lo contrario?
-Que?
Becca cada vez estaba más sorprendida, no salía de su asombro.
-Te voy a demostrar cómo soy en realidad, cómo puedo hacer que cambies de opinión y convencerte de que no soy tan imbécil como parezco.
-Cómo pretendes conseguirlo?-preguntó Becca. Esa situación hacía que la intriga se adueñara de ella.
-Tengo 31 días para enamorarte, qué te parece?
En ese momento, Mike se puso muy cerca de Becca, casi podía sentir su respiración.
Sus ojos. Esos ojos perfectamente marrones hacían que Becca se enloqueciese. Estuvieron así varios segundos, hasta que Mike, decidido, acarició la cara de Becca y la besó.
Un bonito beso. Que duró pocos segundos. Pero los suficientes como para que los dos tuvieran ganas de más.
-Este será el primero de muchos. Adiós, Rebecca.
En ese momento, Mike le dio a Becca un beso en la frente y salió disparado en dirección contraria a Becca.