Se limpió el brazo y se puso un par de tiritas tratando de que no se notara. Se le había esparcido todo el rímel por la cara y la tenía negra. Trató de quitárselo con unas toallitas. No podía dejar que su madre la viera así o se daría cuenta de que había llorado. Se limpió la cara como pudo y se subió a su cama a escuchar música.
Encendió el ordenador y vio que Rebecca estaba conectada en Skype, así que decidió hablar con ella. La envió una solicitud de charla y comenzaron una videollamada.
-Hola Abby!-dijo Becca entusiasmada.
-Hola, Becca. Qué te pasa? Por qué estás tan emocionada?- preguntó Abby con curiosidad.
Tras prometer que no se lo contaría a nadie, Becca le contó a Abby todos y cada uno de los detalles de su vuelta a casa con Mike.
-Y bien? Qué opinas?-preguntó Becca buscando el visto bueno de Abby.
-En serio te ha dicho eso? Bueno, si en verdad quiere demostrarlo, deja que lo intente, pero con la más mínima mirada a otra chica, le daré una ostia.-soltó Abby un notable aire de frialdad.
-Eres toda una jefa!
Becca comenzó a reírse sin poder parar. Abby hizo como que se reía para no levantar sospechas. Pero fue inevitable, Becca paró de reírse y vio que su amiga no se encontraba bien.
-Qué te pasa, Abby?
-A mi? Nada, qué me iba a pasar?
-Has llorado. Se te ha corrido el rímel, se te nota en los párpados.
Abby se quedó atónita. Sabía que su amiga era muy observadora con ese tipo de cosas, pero no sabía que llegara a tanto.
-Es que me he duchado y se me ha olvidado quitármelo, y se ha esparcido todo, ya sabes.
-Aah vale. Pero una cosa, te has duchado y te has vuelto a poner la ropa de antes?
Estaba atrapada, no tenía salida alguna. Podía decirle la verdad o mentirla. Aunque sabía que mentirla sería inútil, pues su amiga sabía a la perfección cuando Abby mentía. Era un maravilloso don para ella, pero no tanto para Abby.
-Es que... Estaba viendo unas fotos de la boda de mis padres y... Me ha recordado a mi padre.
-Ah vale! Joe Abby no te avergüences por eso, soy tu amiga y estoy aquí para apoyarte, jamás me reiría de ti por eso.
Había tenido suerte esta vez, había colado. La excusa de su padre le había servido de salida varias veces. Aunque fuera mentira. Tanto Becca como todos los demás del grupo creían que el padre de Abby había muerto en un accidente de coche. Más quisiera Abby. La verdadera razón por la que vivía sola con su madre era que su padre estaba en la cárcel.
Le condenaron por violencia de género y acoso al menor. Así es. El padre de Abby pegaba a su mujer diariamente y acosaba de varios modos a Abby. Lo ocultaban en silencio hasta que un día Abby no aguantó más fue corriendo a la policía a denunciarle. Tenía pruebas, la hicieron un análisis y comprobaron que no mentía.
Abby y su madre se mudaron de ciudad y se cambiaron los apellidos, perdieron contacto con familia, amigos... Fue duro, pero después de visitas al psicólogo, consiguieron seguir adelante.
-Becca, estoy muy cansada, te veo mañana, vale?
-Adiós Abby.
Abby colgó y se metió en la cama, trató de contener las lágrimas, pero no pudo, comenzó a llorar desconsoladamente mientras se oía Not About Angels de Birdy.
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31 días para enamorarte.
Teen Fiction"-¿Y si te mato a cosquillas? -¿Y si me matas a besos?" Siempre han sido un grupo inseparable, pero la fuerza del tiempo hará que nuevos obstáculos se presenten en su camino, obstáculos que no saben si podrán superar.