El miedo cada vez era mayor que el segundo anterior al igual que las fuerzas de mi cuerpo para poder mantenerme de pie y no caerme. Sin embargo mis piernas no aguantaron más y me desplome en el suelo cayendo de rodillas en el duro asfalto.
- Kelly!!.- espera ¿sabia mi nombre? ¿a quien narices tenia detrás?
Pero no pude ver quien era esa persona misteriosa ya que mis párpados empezaban a pesar y acabé cerrándolos lentamente, pero aun así no me desmayé; porque pude pronunciar:
- Al hospital no por favor, por favor...
Al despertar me encontaba tendida en una cama que me resultaba familiar pero no lograba saber de que, girando mi cabeza pude inspeccionar un poco mejor el cuarto y definitivamente si lo conocia. Era una habitación de mi casa, en específico la de Harry pero él no se encontraba en esta.
Intenté levantame pero estaba demasido débil como para hacerlo, de todas formas estaba comoda y sabia que no estaba en un hospital por lo que no tenia que sentirme incomoda o intentar escapar.
-Señorita Parcks? Por fin ha despertado, lleva casi durmiendo 24 horas, debía de estar realmente débil .- irrumpió alguien entrando en la habitación en la que me encontraba.
-¿Quién es usted?- pregunté después de aclarar un poco mi garganta.
- Me ha contratado el señor Styles. Ya que no quiere ir a ver a un médico o un hospital me ha pedido q venga a cuidar de usted hasta que se reponga totalmente de su accidente .- volvió a contestar esa persona. Ahora pude ver que se trataba de un señor de unos cuarenta y tantos que estaba vestido con una bata blanca como la de los médicos.
-¿Donde está Harry?- miré hacía la puerta, pero estaba cerrada impidiéndome ver si él estaba allí.
-Me temo que no puede ver al señor Styles en este momento señorita. -un maletín asomó por la parte trasera de su espalda y un mal presentimiento se apoderó de todo mi cuerpo al ver que del maletín sacaba una pequeña jeringuilla que contenía un líquido amarillento.
-Q...qu...que hace?- tartamudeé.
-Tranquila, no sentirás ningún dolor .- cada vez estaba mas cerca y me daba la impresión de que lo que contenía la jeringuilla no era algo bueno para mí como el había asegurado.
Empecé a asustarme e hiperventilar con el miedo de que ese señor me hiciera cualquier cosa. Estaba totalmente cansada, pero aún tenía algunas fuerzas gracias a que había dormido bastante, así que antes de que lograra llegar hasta mí me levanté y salí corriendo por la puerta seguida por él.
-HARRY, HARRY AYUDA!!!- grité a todo pulmón esperando que por un milagro me escuchara.
Nadie contestaba, incluso llegué a pensar que le había hecho algo a Harry y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo por el temor a que algo le sucediera y yo no pudiera impedirlo.
Llevaba corriendo un rato y ya no podía más, aún así lo intentaba. Pero al chocar contra la pata de una mesita sin poder evitarlo me caí al frío suelo de mi apartamento.
- Por fin te quedas quieta .- volví a escuchar la voz de ese hombre que ahora había sustituido la jeringuilla por un arma.
No tenía ni idea de como, pero sabía que iba a morir en este momento a manos de este hombre, una muerte fría como yo lo he sido todo este tiempo y probablemente sea lo que merezco por ser como soy, aunque me hubiera gustado haberle dicho unas últimas palabras a Harry antes de que esto pudiera suceder. Quizás confesarle mi amor por él al igual que él hizo conmigo, porque aunque no lo sepa yo sí estaba consciente ese día en el hospital.
Lágrimas de impotencia salían de mis ojos, quizás una de la pocas que había llorado. Este era el final.
- ¿Unas últimas palabras?- preguntó apuntándome con el arma.
-Que te jodan.
Cerré mis ojos esperando mi final cuando oí dos disparos. Pero no habían llegado a mí, rápidamente abrí los ojos viendo dos cuerpos en el suelo. Al señor con un disparo en la cabeza y a Harry con uno en el abdomen.
-NOO...!!
Gateando me acerqué hasta llegar a él y ver la gran cantidad de sangre que rodeaba su cuerpo. Más lágrimas salían de mis ojos mientras veía aquella escena devastadora para mí.
-Tranquila, no me duele.... no siento nada. - habló Harry mientras me cogía débilmente la mano.
Yo no podía decir nada, simplemente lloraba sin parar a su lado mientras apretaba su mano; pero veía que cada vez estaba más débil, se estaba muriendo por mi culpa. Para salvarme a mí.
-Te quiero .-pronuncie haciendo que una sonrisa se formara en su boca.
- Yo también te quiero, no lo olvides jamás .- hablo con voz rota cada vez más débil.
Y sin más cerró sus ojos dejándome sola.

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"Broken" [ H.S]
Fanfiction"No está en mi naturaleza ocultar nada. No puedo cerrar mis labios cuando he abierto mi corazón" -Charles Dickens