QECEE *editando*

Capítulo 3.

Me despierto a causa de el gran follón que hay de buena mañana en la calle y miro la hora con el ceño fruncido.
-¡Dios mío!¡SARA NOS HEMOS DORMIDO! -alzo la voz para que me oiga.
-¿Qué?- la oigo levantarse rápidamente.

Pero... ¿cuanto hemos dormido? Anoche con el cansancio se me olvidó poner la alarma. Con suerte llegaremos a la cuarta hora de clase. Rápidamente me coloco la ropa que nos dejaron la noche anterior porque sé que nos llamarán. Meto a presión todos los libros y para cuando salgo, Sara ya está abriendo la puerta de entrada.

-Madre mía, se nos olvidó...- echa una carcajada y me hace reír a mi también.
-Que desastres somos- suspiro.

Hasta que llegamos a la uni, hablamos de cosas como el tiempo y cuando, entramos por la puerta, estamos literalmente, perdidas.

-Perdone- pregunto a la chica de recepción- somos de último año, pero vamos un poco perdidas...
-¡Ale, Alex!- grita de pronto y dos rubias idénticas se giran- éstas van a vuestras clases, anda, ayudarlas.
-Si, claro- contesta una de ellas amablemente- Hola, yo soy Ale, ella es Alex, somos gemelas como veis, pero la gente nos distingue por nuestros collares.
-Gracias por ayudarnos, realmente vamos muy perdidas- le dedica Sara una sonrisa ahogada en nerviosismo.
-Oh, no os preocupeis, la verdad es que nos vendrá bien un poco de compañía- sonrie Ale- perdonad a Alex, es un poco tímida, no se le da muy bien esto.
-A nosotras tampoco- digo para que las cuatro riamos.

No sabíamos si encajaríamos bien, pero por lo visto, no es tan difícil como pensabamos. Verdaderamente necesitamos algo de distracción y ellas, son lo que necesitamos.
Al acabar las clases, decidimos ir las cuatro a tomar algo, pero como nos llaman del trabajo a las cinco de la tarde, quedamos en cenar y tomar algo esa misma noche.
Setecientas cuarenta y cinco fotos después, Helen nos dice que hemos acabado, miro el reloj y son las nueve de la noche. Cojo el teléfono y llamo a Alex.

-¿Hola?- me contesta su voz aguda.
-Hola Alex, soy Paola, ya hemos acabado- suspiro.
-Estupendo quedamos en media hora...¿En la pizzeria Broken?
-Genial, ahí estaremos- cuelgo y nos preparamos para salir.
Tras media hora, estamos esperando en la puerta a que vengan.

-¡Sentimos el retraso!- dicen girando la esquina- hemos tenido que arreglar algunas cosas- ríe disculpandose Alex.
-No os preocupéis¿Entramos?- dice Sara señalando la puerta.

Nos sentamos en un rincón un tanto aisladas, pero lo agradecemos porque así podemos reirnos de las cosas que hablemos.

-¡Camarero!- dice Sara con un tanto de brula mientras nos reimos de por qué la gente trabaja aquí en vez de sacarse una carrera.
-Buenas noches señoritas- dice una voz algo ronca.
-Bien, queriamos una pizza de...
-Bueno, bueno¿Pero que tenemos aquí- prosigue el chico interrumpiéndome.
-¿Qué?¿Como?- reacciona Sara y deja un poco la sonrisa de lado.
-¡CORY!- grito al darme cuenta.

Y millones de recuerdos pasan por mi mente.

-¿Que hacéis aquí?- nos abraza.
-Hemos venido a trabajar- Sonrío- en DOLCE.
-Ostias- dice alucinando- si que os cuidais.
-¿Y tu? Siempre pense que ascenderias a algo más- bromea Sara.
-La verdad es que solo gano un sueldo hasta que acabe mi carrera- comenta orgulloso de si mismo.
-¿A si que el Cory malo ya pasó?- enarca Sara una ceja.
-Bueno, la gente cambia,¿Y estos dos bellezones?
-Ellas son Ale y Alex- le explico.
-Mi turno acaba en media hora, ¿Nos tomamos algo?

Y así de puntual, a la media hora acaba y los cinco estamos saliendo a tomar algo. Pero cuando Cory elige el bar, una oleada de aire caliente me inunda.
Entramos y observo, no ha cambiado nada. Las paredes, las personas... Nada.
Nos sentamos en la barra y esperamos a que el grandullón ahora con pelo blanco nos atienda.

-Bien,¿ y que querrán estas dos bellezas?- dice sin mirar.
-Lo de siempre Frank- dice Sara mirando hacia otro punto de la sala.
-¿¡QUE!?- Exclama el barbudo.
- Lo oido- repite Cory, para así entrar en una terrible confusión.
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Bieeeeen, hola de nuevo, creo que no he tenido tiempo para poder explicar lo ocurrido. Dejé de escribir hace muchísimo tiempo, si. Porque me desilusioné. Pero la verdad es que nunca dejé de escribir porque la hice a papel y ahora que la tengo entera, voy a acabarla aquí para wue podáis leerla. Con todo ello, espero que os guste como a mi y que la disfrutéis como yo lo hago escribiendo.