Capítulo 9

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POV HARRY
Desde que Alex me habló de que habían llegado unas chicas nuevas a la ciudad llamadas Paola y Sara no puedo dormir. Tengo pesadillas constantes y no deja de aparecerse en todos mis pensamientos. Cuando la vi en la taberna, borracha, millones de recuerdos invadieron mi cabeza e hicieron que la carne se me pusiera de gallina.
Se que soy un capullo, no debería haberla dejado de aquella manera, pero no creo que sea lo suficientemente bueno para ella. No podía dejar que siguiera queriéndome.
Durante varios años, intenté asimilar que lo había dejado con ella. Comencé a meterme en problemas de nuevo, emborracharme e incluso intentaba follarme a cualquier chica que me pasara por delante. Pero no servía. Nadie me calmaba eso que yo tenía dentro, nadie como ella. Al final acababa cascándomela pensando en ella.
Una noche iba algo borracho cuando vi a Alex. Era buena, sensible y cariñosa. Ojos marrones, pelo rubio y rizado y tez morena. Igual que ella. Pensé que me serviría. El paso de los años me ha saciado ese recuerdo, pero cuando la volví a ver supe que eso no era así, sabía que solo la quería a ella y nadie podría cambiar eso nunca. Pero nadie me va a querer en la vida. Soy un maldito capullo que odia a la gente. Y ellos me odian a mi. Menos ella. Es tan jodidamente perfecta que me ha querido con cada uno de mis defectos. Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los dejó en las tinieblas a la espera del jucio final. Eso es lo que soy yo. Un terrible demonio.
Le hice daño, mucho daño. Pero es por su bien. Ellas corren peligro en Reino Unido. Pero ahora que la tengo aquí cerca no puedo dejarla marchar, aunque nos odiemos, necesito verla. Ah, también soy egoista.

Estoy tumbado en mi cama, viendo el televisor mientras Alex hace la cena. Estoy viendo una mierda de documental sobre como construir un puto armario. Pero, literalmente me la suda este documental así que, apago la tele, me quito la camiseta y me pongo los pantalones de pijama. Bajo abajo a ver como va la cena y me encuentro a Alex cantando mientras prepara una ensalada de pasta.

-Que bien huele nena- digo cogiéndola por las caderas.
-Se que te encanta esta cena- sonríe y se da la vuelta-¿O prefieres otra cosa?- se ruboriza al encontrarle el doble sentido y se rie. Como hacía ella.

No entiendo porqué lo comparo todo a lo que hacía Paola, bueno sí lo sé, quizás es porque sigo paranoico por ella pero no me quiero dar cuenta.

-Mmm... Me gusta la idea- y le doy un suave beso en el pómulo. Ella sonríe y sé que me quiere, pero desde que intentó irse la otra noche pero no la dejé, sus ojos brillan de otra manera.

-¿Qué pasa nena?- frunzo el ceño.
-¿Porque.. - para y se muerde el labio.
-No te muerdas el labio- la acomodo encima de la encimera- Porqué que- suspiro ya un poco agobiado. Y me preparo para la pregunta.
-¿Porqué te pones tenso cuando hablo de mi amiga Paola?- se enrosca en mi nuca con las manos.
-Esa chica no me gusta para ti- le miento.

Y una oleada caliente empieza a recorrer mi cuerpo. Furia.

-Es genial Harry, es muy buena conmigo.
-Quiero dejar el tema- suspiro besándola.
-Harry por favor, ultimamente gritas su nombre en sueños- deja caer y me entra la risa.
-¿Eso hago?- sonrío como puedo- pues no se, será otra Paola o algo.
-Puede ser- se encoge de brazos y me besa.

Y por un instante, cierro los ojos y pienso que es ella.

-Podemos pasar al postre si quieres- gruño cogiéndola de los muslos y rotando 180° hasta llegar a la mesa donde cenamos cada noche.
-Al cuarto- me responde como señal.

Nos magreamos hasta llegar a la cama y la tumbo. Me siento en una silla frente a la cama y sonrío.

-Déjame ver como te desnudas- digo mientras me levanto y voy hasta el pequeño minibar que tenemos en el cuarto. Me pongo un poco de wiskhy cargado de hielo.

QECEE *editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora