Capítulo 10

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Me despierto con la almohada húmeda a causa de los llantos. Hoy, mi ventana está cerrada y el libro justo donde lo dejé anoche. Me duele la cabeza y no tengo ganas de hacer nada. Suspiro y me recojo el pelo en un moño.
No se oye nada, ni la tele, ni la música, ni siquiera a Sara. Justo cuando voy a levantarme, mi móvil suena.

-¿Cómo estás?- me pregunta.
-Bien, gracias- me desperezo.
-Te he dejado algo de comida, me he ido con las gemelas a tomar algo, Alex me ha dicho todo lo de anoche- susurra lo último.
-No quiero hablar de ello- suspiro- fue un desastre.
- Pero Alex no está enfadada contigo- admite- dice que si es cosa del pasado, pasado es.

Y entonces sé, que es una buena amiga. Una amiga de verdad.

-Esta noche hay una fiesta- me dice como si nada- Ale nos ha dicho que vayamos.
-No, yo no quiero ir- digo después de un rato.
-Iremos a arreglarnos a casa de Ale- intenta convencerme.
-No quiero Sara, compréndeme- voy a la cocina y me hecho café en una taza.
-Sí, te entiendo- suspira- bien, iré a la tarde para coger mis cosas, yo sí voy.
-De acuerdo- y cuelgo.

El día se pasa muy lento. No dejo de pensar en las palabras que Harry me escupió anoche.

"No te quería"Me cansé de ti"Puro placer"
Cuando me doy cuenta, estoy llorando de nuevo.
Me despierto y miro la hora, son las nueve, Sara está cogiendo sus cosas.

-Prometo no volver muy tarde- me lanza un beso y cierra la puerta.

Pero entonces pienso "¿Voy a quedarme toda la noche llorando por cosas del pasado?"

-No- digo en voz baja. Y me dirijo a la ducha.

Me pongo lo más guapa que puedo. Esta noche voy a olvidarlo todo. Absolutamente todo.
Mi cuerpo lo envuelve un vestido color rosa palo algo ajustado. La espalda está completamente al aire y solo dos tiras plateadas la cubren hasta llegar a la tela del vestido. Es un poco más corto de por las rodillas. Los zapatos, un plateado brillante a juego con los tirantes y el pelo suelto y rizado.
No necesito más problemas en mi vida aparte de los estudios.
Me pongo una chaqueta bastante gorda porque hace frío, pero con ropa de entretiempo porque sé que allí dentro hará calor. Meto mi bolso dentro del coche y conduzco hasta una casa que ya conozco.
Las Cross.
Aparco y ya puedo ver gente intoxicada de alcohol por el jardín dando vueltas.
Entro y parece que nadie se da cuenta de mi presencia. Nadie salvo Ale que me grita desde la otra punta de la casa:

-¡Paooo!- corre de la emoción- has venido- sonríe y me abraza- Dios vas guapísima.
-¿Y Alex?- digo divertida por sus gestos de chica achispada.
-Ha venido con él- dice Sara seria.
-No me importa- le digo en voz alta por el bullicio de la gente.
-Así me gusta- viene hacia mi y me quita la chaqueta.

Y veo mil miradas encima de mi. Y me gustan. Me gustan todas, sobre todo una. No se porque me siento bien al ver como me mira.
Harry está setado en un sofá de cuero marrón con Alex en su regazo. Ella le dice algo al oido, pero intuyo que sólo a mi me presta anención. Pero he venido a pasarlo bien. Muy bien.
La música sube, y con ella, el nivel frenético de la gente bailando. Todo el mundo baila y salta al ritmo de ella y yo, con mi copa de más, hago lo mismo que todo el mundo, por el contrario, algo topa conmigo y, cuando me giro, le he tirado ya la copa a alguién en la camisa.

-Ai, lo siento- me disculpo riéndome- soy muy torpe.
-No te preocupes.

Y su sonrisa me cautiba. Sus dientes blancos de tres años de brakets y esos labios carnosos junto a una acumulación de pequitas en sus mofletes y esos ojos azules que acompañan al tupé castaño.
Y lo reconozco. Sé quién es.

-¿Paola?- sonríe.
-¡Fred!- le abrazo y el hunde sus yemas e mi cintura.
-Cuanto tiempo,¿Como estás?-me mira inspeccionándome- ya veo que bien- se muerde el labio.

QECEE *editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora