QECEE *editando*

Capítulo 5

Hoy, Helen nos ha llamado a las nueve de la mañana. Nos ha aclarado que a las once teniamos que estar en Trafalgar Square para una sesión de fotos, así que hemos llamado a las gemelas para decirles que no iremos a la universidad.
Alex, personalmente, me ha comentado que le sirvió lo que le dije que hiciera y me alegro mucho de que ahora, la cosa marche bien entre ellos.
Acabamos quedando en que esa misma noche volveremos a la taberna. Llegamos a Trafalgar y es un parque enorme con una estatua en medio. Hay mínimo 20 modelos, aunque calculamos que, para las seis de la tarde ya estaríamos libres. A las dos y media hace un calor bochornoso aún estando a 5 de Octubre y pensamos que nos ibamos a achicharrar. Varios fotógrafos nos han dicho a lo largo de estos tres días que serviríamos como modelos, pero mejor dejar todo tal y como está.
Más o menos a la hora que hemos dicho acabamos, pero de Trafalgar a casa hay casi una hora.Cogemos el coche y ponemos el GPS que sabemos que nos lleva hasta casa, comemos una ensalada, nos montamos en unos tacones seguidos de unos vestidos y nos vamos donde hemos quedado. Cory nos ha dicho que ellos ya están allí, que él y Ale están teniendo algo pero no sabe el qué. También nos ha comentado que Alex tardará un poco más, pero juramos esperarla.
Cuando llegamos, Ale y él estan sentados en una mesa circular. En la mesa donde hemos vivido tantos recuerdos, y Cory lo sabe. Nos pedimos una copa cada una para hacer tiempo a Alex y a su novio, pero tras la tercera ronda, yo ya estoy mareada y ellos aún no han llegado.

-Tengo- digo señalando la puerta riéndome- tengo que ir a tomar un poco el aire, pedirme otra mientras- me levanto y me tambaleo un poco.
-No tendrías que beber más- me asegura Ale, pero no le hago caso.

Salgo riéndome yo sola. Cojo un poco de aire y veo que pasa un coche negro que llama mi atención, un Land Rover del 2014. Frunzo el ceño y sacudo la cabeza. He bebido mucho. Me siento en una silla y estoy mirando mis zapatos cuando me gritan desde fuera.

-¡Pao!¡Ya hemos llegado, perdona la tardanza!- y lo veo.

"Has bebido mucho" me repite mi subconsciente.

Alto, tez morena, ojos verdes, ancho de espalda y musculado, pelo largo y rizado... Hoyuelos.
Y me entra un ataque de risa que hace que derrame lágrimas y el estómago me duela.

-No puede ser- carcajeo, pero cuando esos ojos esmeralda me miran fijamente no puedo apartar la vista de ellos. Entonces unos brazos me rodean, me giran y me miran- Hola Frank- intento serenarme, pero no puedo y sigo riéndome a carcajadas-¿Has visto a ese chico que acompañaba a Alex? Es irónico, era igual que Harry- vuelvo a reírme.
-¿Cuanto has bebido?- me dice serio.
-Lo suficiente como para ver fantasmas de mi pasado- me limpio las lágrimas alegres que caen por mi cara.

Pero oigo a Alex gritar por detrás mia.

-¡Harry no te vayas, vuelve!- y sus tacones resonando.
-Ves, si hasta se llama igual que él- sonrío- es muy gracioso todo.
-Bien, ves al baño, lávate la cara y ve a dormir a casa- me deja en el suelo con aspecto serio y se va.

Ando valanceándome un poco y, como puedo llego al baño, me siento en el suelo e intento calmarme. Respiro hondo, me abanico un poco con la mano y recojo mi pelo rizado en una coleta. "Tampoco he bebido tanto" pienso, y entonces dejo de respirar durante cinco segundos. No podía, no podía ser él. Él estaba... Él está muerto. Yo lo vi con mis ojos. Estoy tan centrada en eso que no me doy cuenta que estoy derramando lágrimas, esta vez de tristeza y Sara está hablándome.

-Pao, Pao, será mejor que nos vayamos- me sacude- ¿Qué ocurre?¿Qué has visto?¿Porque lloras?
-¿Qué?Eh... Nada- le miento- es solo que he bebido mucho- sonrío como puedo- será mejor que nos vayamos.

Me sostengo junto a ella mientras nos despedimos de Cory y Ale y después nos sentamos en el coche. Y mientras vamos, en el trayecto, no me saco los ojos esmeralda de la cabeza. Sara abre la puerta, deja todo tirado y me pone el pijama, me deja encima de la cama y me mira de nuevo.

-Eh, vamos, porqué lloras- me acaricia el pelo.
-He bebido mucho, solo es eso- me encojo de hombros y aparto la vista.
-Me estas mintiendo- dice dándome golpecitos en la nariz- vamos, cuéntamelo.
-No, es solo que, cuando Alex os ha llamado diciendo que no iban a venir, yo estaba fuera- acabo susurrando.
-¿Y? Cuál es el problema en eso- frunce el ceño.
-Pues que sí que han llegado a venir, pero se ha ido porque su novio ha echado a correr.
- Sí Paola, nos lo ha contado, ¿Dónde ves el problema?
-En que él, su novio, me ha parecido Harry- suspiro al final- se parecía tanto a él... Pelo rizado, ojos verdes... Incluso tenía hoyuelos, pero son paranoias, estoy loca- cierro los ojos.
-No estás loca, no lo estás, es normal, ahora descansa, mañana será un gran día- me da un beso y se marcha.

Me despierto sudando, cubierta de una fina capa de sudor. No consigo respirar bien, tengo ansiedad. Puedo oler ese aroma, ese perfume a menta mezclado con tabaco. Aquí puedo sentirme segura. Abro los ojos, pero su pelo rizado cubre mis pestañas y casi no puedo abrirlos. Sus brazos musculosos me abrazan y sus piernas estan enroyadas con las mías, pero de repente oigo gritos, me levanto y me asomo por la ventana. Soy yo, vista desde fuera. Estoy gritando y llorando, en una carretera, junto a Liam que me abraza. Lloro su muerte. Es aquel día en el que Harry murió, pero entonces,¿Quién duerme junto a mí? Me giro y observo, la cama está vacía.

-¡NO!- grito presa del pánico.

A veces sigo pensando que si grito, Harry aparecerá corriendo y me acurrucará en su pecho hasta que me vuelva a dormir. Pero no es así. Él no volverá a aparecer. Porque ya no está.

-¿Estás bien?- pregunta Sara sofocada.
-Sí, solo ha sido una pesadilla- me quedo mirando el cuarto, porque, cuando miro el libro vuelve a estar tirando en el suelo y la ventana abierta.